Jorge Gaggero, economista argentino y especialista en temas tributarios: «No hay vuelta, las offshore sólo se constituyen para fugar capitales y evadir impuestos»

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Por Enrique de la Calle

Entrevista con el especialista en temas tributarios Jorge Gaggero. Su visión sobre los paraísos offshore: «Sólo el 5% de la masa global offshore tiene que ver con la corrupción política», describió.

Se habla mucho sobre el escándalo internacional en torno a los Panama Papers. ¿Qué elementos cree que no se tienen en cuenta en el debate público y deberían ser incluidos?

Varias cuestiones. ¿Qué aporta en especial toda esta investigación en relación a lo que ya sabíamos sobre el mundo offshore? Para un conocedor no hay ningún aporte cualitativo nuevo, sí cuantitativo. Hay miles de documentos que todavía no se terminaron de analizar. En segundo lado, no aporta nada nuevo sobre quiénes aparecen: grandes empresas, ricos globales, políticos de variados países.

Hablaba del «mundo offshore». ¿De cuánta plata hablamos?

Te doy una dimensión mundial y otra nacional. Hay varios cálculos, uno que ha hecho en Fondo Monetario Internacional, paradójicamente, y por otro lado, un economista norteamericano, James Henry. Según esas fuentes, cerca de un tercio de la riqueza privada global está oculta en el sistema global de paraísos fiscales. En el caso de Argentina, una estimación nuestra nos da 500 mil millones, casi un PBI argentino. El valor total de la riqueza anual estaría en el mundo offshore, en manos de residentes y empresas argentinas. Pero esa porción no incluye lo que se va por la vía de las transnacionales y en particular el sector externo: la manipulación del precio de transferencia, las triangulaciones en el comercio exterior. La cantidad de maniobras que se usan en las operaciones exteriores. El nivel de fuga para 2012 fue de 28 mil millones de dólares. Eso da casi 5 puntos del PBI. Para hacer alguna comparación: Sudáfrica, que es un país con instituciones más débiles, está en 5,4% del PBI.

¿Cuál es la situación de Sudamérica?

Argentina está en el promedio de la región y del mundo. Los países desarrollados tienen un porcentaje menor. China tiene mucha fuga negra.

Cuando aparecieron los Panamá Papers se discutió sobre la ilegalidad del mundo offshore: ¿Toda sociedad en un paraíso fiscal busca evadir impuestos o lavar dinero?

Es un mundo ilícito, no ilegal. No es lo mismo. En el campo tributario la evasión es ilegal, la elusión es ilícita. La elusión son maniobras que se aprovechan de las lagunas legales, de los vacíos, de las zonas grises. Se trata de asesoramientos legales muy complejos. Como sea, es una franja muy gris.

¿Cuáles son las debilidades institucionales que tiene Argentina para tener un problema tan grave en esta materia?

En todos los planes tenemos debilidades. Es enorme la cantidad de instituciones que inciden en este punto. Lo más importante es lo siguiente: la falta de ejemplaridad de la clase dirigente, y no hablo sólo de los políticos. Las clases dirigentes se desentienden del problema, que si no es atacado institucionalmente se vuelve un problema estructural. Esto no se ve. En una conferencia en el exterior mostré dos tapas de 2013: una de Clarín y otra de Tiempo Argentino. En la primera, estaba el tema de Lázaro Báez y el modo en que fugaba plata. La de Tiempo refería al lavado de dinero vinculado con directivos del Grupo Clarín. Se trata de una investigación que tiene 8 años a partir de un arrepentido del JP Morgan. Entre paréntesis se puede decir que esa causa no avanzó nada en la Justicia. Volvamos a las tapas: se trata de una sociedad que naturaliza estos temas sin atacar el problema de fondo.

En ese marco de debilidad institucional, ¿Cómo golpea que sea nada menos que el presidente Mauricio Macri el que cuenta con firmas offshore?

Ahora sabemos que Freg Trading LTD, que tuvo como director a Macri, sí tuvo movimientos, que operó por años en Brasil, contra todo lo que dijo el propio Macri. Se sabe que operó por 8 millones de dólares. La hago corta: la palabra presidencial ha sido destrozada. Es gravísimo. Con un tema similar, pero menos detallada, el titular del Gobierno de Islandia se fue a las 48 horas.

¿Qué opina de las declaraciones de Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción, asegurando que no toda sociedad offshore era ilegal?

Hay que leer la entrevista al ex titular IGJ, Ricardo Nissen. Ahí está todo. El quiera saber que lea. Está clarísimo. No hay vuelta: las offshore solo se constituyen para fugar capitales y no pagar impuestos. Y después circular la plata para lavarla. Hay que cambiar las normas o evitar que se deterioren. Hace tres años la AFIP emitió una norma que mágicamente transformó a paraísos fiscales en jurisdicciones colaboradoras, incluyendo a Panamá. Las normas andan muy mal.

Describe un grave problema estructural de la economía argentina…

Claramente, el país tiene un déficit de divisas, en el complejo de Tierra del Fuego, en el sector industrial, etc. Se podría mejorar esos márgenes. Sin embargo, hay que atacar el flujo financiero ilícito, el que se va por operaciones de las grandes empresas. Estamos hablando de 28 mil millones de dólares en 2012. Tenemos un problema estructual. Tenemos un problema grave de divisas. Es indispensable atacar las dos sangrías: la que va por el sector real, en sus relaciones externas, que es más conocida, está en agenda. Después está la sangría financiera, ilícita. Esa otra no está en agenda. A tal punto que el INDEC tiene un cálculo de los stocks ilícitos externos que es la mitad de lo real. Ni siquiera el Estado reconoce el nivel del problema.

¿Qué porcentaje de estos flujos financieros ilícitos tienen que ver con la llamada corrupción?

Se ha establecido mediáticamente a nivel global que lo ilícito tiene que ver con el narcotráfico, con el tráfico de armas o de personas y con la corrupción. Eso está muy presente en la prensa. Cuando se van a los pocos números confiables que existen sobre esta masa global offshore, resulta que el trabajo más serio que existe, que es de 2005, estima en 5% nada más el factor corrupción política. Es decir plata surgida de los sobornos que salen de los países y circulan por los paraísos. El 35% de esa masa opaca refiere a delitos. El 65% restante corresponde a las operaciones de las empresas y de los ricos globales. Son operaciones comerciales. La opinión pública no lo ve así. Las instituciones globales que deberían ocuparse del tema siguen concentradas al delito, nada más. En Argentina estamos en esa línea. Por eso ocurre que gente vinculada al HSBC, banco que está siendo investigado por otro caso de cuentas irregulares, pasa a ser parte de la cúpula de la Unidad Financiera en el país. Otro componente de esa cúpula es un hombre del FMI, que tiene esta visión. Uno ve al gobierno nacional y son todos CEOs, hay algo que no cierra. Estamos en problemas.

APU

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