Conflicto en Chiloé: pescadores mantienen mesa de diálogo y exigen respuestas al Gobierno
Marea roja: Pescadores mantienen mesa de diálogo y movilizaciones tras anuncio de pago de bono
Luego de que el ministro de Economía Luis Felipe Céspedes anunciara que el gobierno comenzará con el pago del bono de $300 mil y los otros tres de $150 mil a pesar de no llegar a acuerdo con los pescadores de Chiloé, por el conflicto que se vive debido a la marea roja, los dirigentes de inmediato salieron a responder.
Julio Cárdenas, dirigente de los pescadores, criticó la cifra de afectados que maneja el gobierno – cerca de 1.000 personas – ya que de acuerdo a sus registros serían cerca de 5 mil.
«Nuevamente el ministro está tirando migajas, ahora todo lo que pase en adelante será responsabilidad del gobierno», precisó Cárdenas.
Además, recalcó que el Estado «no tiene la capacidad de solucionar lo que ellos provocaron».
A pesar de esta situación, anunció que la mesa de diálogo no se ha roto tras este anuncio, pero que «los bloqueos siguen, la mesa no se ha roto, estamos dispuestos a trabajar con ellos, estamos bien parados».
«El diálogo lo vamos a mantener abierto mientras traigan ofertas que le convengan a la gente», sentenció.
Chiloé a una semana de las tomas: las tres claves para entender el conflicto
Ayer se cumplieron siete días desde que Chiloé amaneció aislada del resto del continente, con sus principales rutas y accesos tomados por grupos de pescadores artesanales que los custodiaban detrás del humo de las barricadas. Hoy las protestas, que comenzaron con la demanda de un bono más alto para quienes no podían trabajar por culpa de la peor marea roja que ha experimentado la región no sólo están lejos de acabarse –con la mesa de negociaciones quebradas y la isla desabastecida–, sino que se ha transformado en un movimiento social cada vez más grande, con un petitorio de demandas históricas y el apoyo transversal de los chilotes.
Y aunque el gobierno ya anunció que, pese al rechazo de los pescadores, entregarán de manera unilateral un aporte solidario de $ 750.000 a 6.000 familias afectadas, no hay señales de que el movimiento vaya a amainar su fuerza. Estas son las principales claves para entender el conflicto.
1. Quién es el responsable
La marea roja es un fenómeno natural provocado por el aumento de la microalga Alexandrium Catenella, culpable de producir una serie de toxinas nocivas para la salud de los humanos y de otras especies marinas.
Aunque se trata de un fenómeno común que los pescadores deben enfrentar cada cierto tiempo, el brote de marea roja que actualmente está experimentado la región de Los Lagos es el peor que se ha detectado desde que se identificó la A. Catenella en los años 70, con una magnitud y extensión sin precedentes.
Según los científicos, las causas de la intensidad de esta marea roja es el aumento de la temperatura del agua que ha sido provocado por el calentamiento global, por una parte, y por el fenómeno del niño.
Sin embargo, los pescadores apuntan la responsabilidad a las empresas salmoneras, a las que culpan de haber contaminado durante décadas el mar de la región. Las sospechas, sin embargo, apuntan a una situación particular: el vertimiento de 4.000 toneladas de salmón muerto al mar.
A comienzo de marzo, el florecimiento de las mismas microalgas de la marea roja provocó que 40 mil toneladas de salmón –aproximadamente 25 millones de peces– murieran por asfixia en las piscinas de cultivo de estas empresas, en un fenómeno conocido como el bloom de algas. Luego de que las especies fueron removidas, Sernapesca autorizó que el 10% de ellas fueran vertidas al mar por la armada, en 11 puntos autorizados a 75 millas de la costa.
Tanto Sernapesca como el colegio de biólogos marinos han descartado la hipótesis de los pescadores, asegurando que el vertimiento de peces en el mar no tiene relación directa con la intensidad de la marea roja. No obstante, para terminar de dilucidar cualquier sospecha, este lunes el gobierno anunció que va a avanzar en la conformación de una comisión científica independiente encargada de determinar quién es el responsable.
2. Una negociación que no avanza
Aunque en marzo ya habían sido detectados los primeros brotes de marea roja, las alertas no se encendieron hasta fines de abril, cuando la floración ya había excedido las cuatro semanas, duración considerada normal.
El 21 de ese mes las autoridades declararon alerta sanitaria, prohibiendo la extracción de marisco entre el límite norte de la región de Los Ríos hasta el sector de Cucao, al sur de Chiloé, y ocho días más tarde la presidenta decretó Zona de Catástrofe para la costa de la región de los Lagos.
Junto al establecimiento de la medida de excepción, el gobierno también propuso la entrega de un bono solidario de $100.000 para todas las familias de pescadores artesanales que se verían afectados por la veda, además de una canasta básica de alimentos.
Los dirigentes, sin embargo, rápidamente rechazaron la propuesta, alegando que el monto era demasiado bajo para sostener a una familia y que no se acercaba ni siquiera a un sueldo mínimo ($250.000).
Y aunque las advertencias comenzaron tibias, el martes la Isla Grande de Chiloé, así como varios sectores cercanos a Puerto Montt, amanecieron con cortes de rutas y humo de barricadas custodiadas por pescadores, quienes mantuvieron bloqueados los accesos a las ciudades de Ancud, Castro, Dalcahue y Quellón, junto a las rampas vehiculares del canal de Chacao.
La isla quedó aislada del resto del continente, y aunque no tardó en hacerse sentir la escasez de alimentos y combustibles, la población de las distintas ciudades Chiloé se plegó a las demandas de los pescadores.
El miércoles 4 el gobierno envió al ministro de Economía, Luis Céspedes, a oficiar como mediador desde Puerto Montt. Ahí, junto al subsecretario de Pesca, Raúl Súnico y el intendente regional, Leonardo de la Prida, le presentó a los dirigentes la segunda propuesta del gobierno: $300.000 para los meses de abril y mayo, más otros $150.000 por los siguientes tres meses en caso de que se mantenga la marea roja.
Pero los pescadores –liderados por los dirigentes Jorge Velásquez, Dennise Alvarado y Pedro Nain– rechazaron la propuesta, decisión que se mantiene hasta el día de hoy. ¿La razón? Además de que el monto, que en total suma $750.000, es considerado bajo, la principal diferencia entre el gobierno y los dirigentes se debe al número de personas que podrán ser beneficiadas por la medida.
Mientras el gobierno estima que hay entre 2.500 y 3.000 afectados que podrían recibir el monto, los pescadores creen que en realidad esa cifra debería ser mucho más alta, pues sólo considera a los inscritos el último año en Sernapesca, pero deja afuera a quienes ejercen el rubro de manera informal.
Pese a que durante el fin de semana el gobierno había mantenido de manera tajante la decisión de no aumentar el monto de los bonos, el lunes finalmente se llegó a una segunda propuesta que consistía en un bono inicial de $400.000, más dos bonos posteriores de $250.000 cada uno ($900.000 en total). Pero esta propuesta también fue rechazada, porque dejaba fuera del beneficio al 80% de los residentes de las zonas afectadas.
Ante esta nueva negativa, el gobierno decidió de manera unilateral que de igual manera harán entrega del aporte solidario a 6.000 personas, haciéndose efectivo a partir de la primera propuesta del Ejecutivo ($750.000 en cuatro partes).
Lo que demandan los dirigentes en su petitorio es un bono por término de conflicto de $300.00, más cinco bonos sucesivos por el mismo monto, lo que en total suma $1.800.000. El número de afectados lo estiman 25.000.
3. Las similitudes con la crisis de Aysén en 2012
No han sido pocas las voces que han advertido similitudes con las protestas que se desarrollaron en Aysén a comienzos de 2012, lideradas por el ex dirigente sindical –ahora diputado– Iván Fuentes. Lo que comenzó como los alegatos de un grupo reducidos de pescadores, que exigían que se aumentaran las cuotas de pesca en la región, terminó transformándose en un movimiento social mucho más amplio, que abogaba por el encarecido costo de vida en una de las regiones más aisladas del país.
Al igual que en 2012, el gobierno se demoró en encender las alarmas y en ponderar la magnitud de las protestas. Así lo revelaron los antecedentes que entregaron algunos parlamentarios de la zona, como el diputado Alejandro Santana (RN), quien afirmó a La Tercera que el primer petitorio que los pescadores artesanales de Quellón le entregaron al gobierno data de marzo. El diputado Fidel Espinoza (PS), en cambio, le envió el 28 de abril un mensaje directamente al ministro Burgos para hacerle notar la gravedad de la crisis.
Otro punto de comparación ha sido que el gobierno ha manejado la crisis a través de ministerios sectoriales, y no políticos. Para muchos fue una mala señal que el gobierno enviara a negociar al ministro de Economía, Luis Céspedes, porque al no ser un interlocutor político, sus decisiones tienen menos respaldo ante los ciudadanos movilizados, situación que se agravó cuando el ministro regresó a Santiago luego de que fuera rechazada la primera propuesta. Céspedes fue relevado por el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, que también es una cartera sectorial. Hoy, los dirigentes piden que sea la propia presidenta Bachelet quien viaje a la isla a entregarles una solución.
Por último, al igual que en Aysén, las protestas de Chiloé han derivado en un movimiento social mucho más amplio, el Movimiento Social Defendamos Chiloé, que aunque existía antes de que detonara la crisis, ha adquirido relevancia durante la última semana. Así, el petitorio de 38 puntos incluye demandas históricas, que no tienen que ver con la marea roja.
En las últimas jornadas, trabajadores de la salud, educación y otros movimientos se han sumado a la protesta en busca de respuestas de las autoridades, mientras que en distintas ciudades de Chile, como Puerto Montt y Valparaíso, se han organizado multitudinarias marchas en apoyo a los pescadores.
En Chiloé, el alto grado de apoyo que han tenido las movilizaciones se explica por la sensación de abandono que sienten las personas que viven en la isla, la cual se agrava por la dificultad y la falta de facultades que tienen las autoridades locales para destrabar el conflicto.
Bachelet sobre Chiloé en Suecia: “No es fácil, hay muchas familias afectadas”
La presidenta Michelle Bachelet, en medio de su gira internacional por Suecia, se refirió al conflicto en Chiloé originado por la marea roja.
La mandataria, luego de una actividad protocolar con el primer ministro de ese país, Stefan Löfven, sostuvo que ha estado atenta a la evolución del conflicto en la isla y a qué nuevos instrumentos pueden recurrir desde el Gobierno.
“Tomamos la decisión de entregarles apoyo económico, porque muchos de ellos llevan más de una semana sin ingresos, necesitan comprar comida, pagar las cuentas”, explicó la mandataria en inglés, como indica el protocolo.
“Por otra parte, creo que necesitamos continuar dialogando y negociando. Estamos evaluando qué nuevos instrumentos podemos utilizar, pero por supuesto que no es fácil, hay muchas familias afectadas”, agregó.
La mandataria concluyó convocando a los dirigentes “a continuar dialogando en forma positiva y constructiva, y por supuesto que tengo la esperanza de que todo pueda ser hecho de forma pacífica”.
Las movilizaciones, en tanto, continúan en la región de Los Lagos, donde sólo se ha permitido de forma excepcional el paso de camiones con abastecimiento para la isla y la salida de algunos turistas que permanecían atrapados por las tomas de caminos.
Camioneros de la zona amenazan con tomarse la Ruta 5 Sur, permaneciendo tomado parcialmente el acceso norte a Puerto Montt.
En tanto, una manifestación no autorizada durante la noche de este lunes dejó al menos $30 millones en daños al mobiliario público.