Se instala el Congreso de la Patria y Maduro pide “crítica y autocrítica”

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Congreso de la Patria sumará propuestas económicas, políticas y sociales para la Venezuela potencia

El Congreso de la Patria, que instaló su plenaria este miércoles en un acto realizado en el Poliedro de Caracas, concentrará su trabajo en las tres agendas de la Revolución Bolivariana: la económica, la política y de las misiones sociales para impulsar la Venezuela potencia.

En este sentido, el presidente de la República, Nicolás Maduro, pidió planteamientos concretos de acción al Congreso de la Patria, «con la crítica, la autocrítica y la capacidad de hacer propuestas que llenen de energía, realidad y compromiso» las líneas de acción a tomar por el país, que buscan impulsar la producción nacional, convertir a Venezuela en una potencia, acabar con el rentismo petrolero y la guerra no convencional de la derecha.

Maduro comentó que con la Agenda Económica Bolivariana pide propuestas para superar «el golpe de Estado económico y superar y construir a nuestro país en una potencia económica», como por ejemplo «qué debe hacer un Gobierno Bolivariano ante un sector empresarial que se niega a colaborar y sigue afectando los procesos de producción».

«En segundo lugar –dijo Maduro–, quiero que ustedes se incorporen como fuerzas sociales, nacionales, en sus estados y localidades a la Agenda de las Misiones Sociales, que sean los protagonistas de la Gran Misión Hogares de la Patria que se ha iniciado con una gran fuerza, de la Gran Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor, para que agarre aún más calle, más barrio».

En la Agenda Política pidió organización de las fuerzas revolucionarias «para ganar la paz, para neutralizar toda esta agresión interna y externa, y para que el año 2016 sea un año de paz, de independencia frente a la agresión de (Barack) Obama y de la política externa».

Maduro señaló que hay una arremetida contra todo el liderazgo de izquierda en América, y que la derecha internacional en pleno siglo XXI sigue promoviendo golpes de Estados con intenciones claramente imperialistas.

Renacimiento del bolivarianismo

Asimismo, el presidente Maduro expresó que «el Congreso de la Patria tiene que transformarse en el más poderoso instrumento para aplicar las tres ‘R’ de esta etapa a de la Revolución: la rectificación, la rebelión y el renacimiento del bolivarianismo y del chavismo».

La instancia debe tomar las ideas propuestas por el poder popular organizado, para construir la mayoría del nuevo bloque histórico «y poder derrotar las pretensiones golpistas de la Asamblea Nacional adeco-burguesa», que el próximo 19 de abril se presentarán en la plenaria de conclusiones.

El jefe de Estado resaltó la trayectoria de la Revolución Bolivariana que ha sido «el periodo histórico de mayor impacto en transformaciones políticas, económicas y sociales de todos los procesos revolucionarios conocidos antes de su llegada», con el que el pueblo se ha visto reivindicado.

Enfatizó, además, que las propuestas de la derecha, presentadas desde el Parlamento, no cuentan con ninguna viabilidad política en el país.

«Yo lo digo hoy aquí, se lo digo a nuestro pueblo, con humildad, con veracidad, con firmeza y compromiso. Ninguna de las opciones y acciones que ha anunciado la derecha, la oligarquía, y el golpismo en Venezuela tienen viabilidad política y futuro. Aquí va a seguir gobernando la Revolución Bolivariana en este año 2016. Lo digo con humildad, con convicción», expresó Maduro.

Prepotencia estadounidense

Durante su participación en el congreso, Maduro comentó que en estos últimos tres años se han realizado un conjunto de declaraciones por parte del gobierno de los Estados Unidos (EEUU), en el que evidencian diferentes acciones para atentar contra la estabilidad y la paz de Venezuela.

Señaló que en estas declaraciones se evidencia, además, la arrogancia y prepotencia del gobierno estadounidense al referirse a Venezuela, entre ellas las emitidas por el comandante del Comando Sur norteamericano, John Kelly, quien manifestó que no se necesita ayuda para derrocar el gobierno constitucional que él preside.

Al respecto, el Mandatario Nacional resaltó la labor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que con valentía y lealtad revolucionaria, le ha hecho frente a estas embestidas imperiales.

Asimismo, alertó que «la conspiración golpista para derrocar el gobierno revolucionario y acabar con la patria venezolana está en marcha, hay una conspiración golpista dirigida desde Washington», y refirió una editorial que el medio estadounidense The Washington Post tituló «Venezuela necesita desesperadamente una intervención política», en clara estrategia de dominación imperial.

«Hay gente que promueve la idea (de una intervención) y tratan de hacer olvidar que Venezuela es un objetivo geopolítico, de una estrategia de dominación del continente, que hay derecha mundial que está profundamente frustrada porque el pueblo de Venezuela no se deja dominar, es rebelde y continúa su marcha libre, independiente, soberana, cometiendo nuestros errores, nuestros aciertos, ensayando fórmulas», manifestó el presidente Maduro.

Defensa del país

El Presidente resaltó que ante la arremetida imperial se está defendiendo «el derecho a vivir con dignidad, en independencia, con soberanía, con honor, a vivir con libertad y que esta patria venezolana la vivamos los venezolanos con libertad absoluta, sin ningún dominio extranjero, sin ningún dominio imperial».

«Tenemos que seguir pensando nuestro país con cabeza propia, construirlo con manos propias, caminándolo con nuestros propios pies. Pensar desde América Latina y construir desde América Latina nuestra patria grande, se acabó el tiempo de colonialismo, de imperialismo. América Latina será libre o no será de nadie», dijo el Mandatario.

Para defender la patria es necesario construir una nueva política comunicacional y cultural, en contacto con el pueblo para fortalecer la conciencia revolucionaria del pueblo y generar nuevas herramientas que permitan derrotar, con la verdad, las mentiras las campañas de la derecha.

«Tenemos que hacer una gran revolución cultural, comunicacional, renovar nuestro mensaje, nuestro discurso, fortalecer la simbología de nuestra patria, de nuestra bandera, de nuestro (Simón) Bolívar, nuestro (Hugo) Chávez, profundizar el conocimiento de la historia como fuerza viva del presente, una nueva política comunicacional de contacto directo con el pueblo, esa es la base», dijo Maduro.

Destacó que para que resurja la esperanza y se garantice la paz en el país, «debemos llevar la verdad, establezcamos un diálogo real y verdadero con el pueblo desde el espíritu revolucionario, desde el empuje y la chispa de lo que somos. Que nadie baje las banderas de la revolución y del socialismo».

avn


Maduro rechazó editorial de The Washington Post que insta a una intervención política al país

El presidente de la República, Nicolás Maduro, rechazó este miércoles la editorial del periódico norteamericano de The Washington Post, quién pidió una intervención política en Venezuela.

“Qué razones tiene este imperio decadente e inmoral para que desde uno de los periódicos que siempre ha servido de voceros de golpes de estado, de arremetidas contra la dignidad y el derecho a la vida de nuestros pueblos, para que hoy llamen a una intervención en Venezuela”, manifestó el mandatario nacional.

Asimismo, instó al pueblo venezolano a repudiar con una sola voz “desde un solo corazón profundo por Venezuela”, todos los intentos de intervención y amenazas contra la paz, la democracia y el derecho a la vida del pueblo venezolano.

“Rechazo y repudio todas las amenazas que se hacen desde Washington contra Venezuela y llamo a la unión cívico-militar para rechazarla y derrotarla contundentemente. Los problemas de los venezolanos son nuestros, lo resolvemos nosotros y en Venezuela mandamos los venezolanos no manda The Washington Post, ni Barack Obama, ni ningún otro imperialista impertinente”, destacó Maduro.

Por otra parte, pidió al estado mayor conjunto a analizar todas las amenazas que hay contra la patria: “Vamos a actualizar todos los planes de defensa nacional, de defensa cívico militar, en cada una de las Redi de las Zodi (…) máxima moral soldados de la patria, máxima lealtad, máxima unión cívico-militar soldados de la patria de Bolívar”, finalizó.

noticias24


Venezuela is in desperate need of a political intervention

AN OPPOSITION victory in parliamentary elections in December gave Venezuela a fragile opportunity to arrest what has been an accelerating spiral toward an economic and political crash. Had it chosen to accommodate and negotiate with opposition leaders, the deeply unpopular government of Nicolás Maduro might have been able to ease mounting political tensions and build consensus around desperately needed economic stabilization measures. It was urged to pursue this course by the Obama administration and most Latin American governments, with the notable exception of its closest ally, Cuba.

Unfortunately, the regime has pursued scorched-earth warfare with the National Assembly, even as the hardships suffered by ordinary Venezuelans mount. Having been illegally packed with government supporters before the legislature took office, the Supreme Court has proceeded to strip the opposition majority of its constitutional powers and reject every measure it has passed. The latest, on Monday, was an amnesty bill that would have freed 76 opposition activists, including three senior figures whose release is the essential starting point for political reconciliation.

Like every other ruling it has issued, the court’s rejection of the prisoner release was ludicrous in its lack of legal sense. The justices claimed that the prisoners’ release would be unfair to victims of violence in anti-government demonstrations two years ago. But as human rights groups have extensively documented, most of that bloodshed, including 43 deaths, was committed by the regime’s security forces; far from engaging in violence, opposition leaders made speeches against it. No matter: Leopoldo López, the top politician being held, was sentenced to nearly 14 years for allegedly sending “subliminal messages” of incitement.

Apart from the crude violation of the rule of law, Mr. Maduro’s commitment to confrontation matters because Venezuela, a country of 30 million people with some of the world’s largest oil reserves, is approaching a calamitous breakdown. Shops are empty of basic foods and medicines, and the government is within months of a foreign debt default. Severe water and electricity shortages have spread in recent weeks; inflation is in triple digits, and violent crime is soaring. The government’s only response has been nonsensical measures, such as decreeing a four-day workweek for all public employees.

Opposition leaders are now pursuing the strategy of trying to legally unseat the government by collecting signatures for a recall referendum or passing a law shortening Mr. Maduro’s term. Almost certainly the regime’s minions on the Supreme Court and electoral authority will declare the initiatives void, regardless of their legality. Considering the people’s extreme privation, the chances of mass disorder are high.

Venezuela is desperately in need of political intervention by its neighbors, which have a ready mechanism in the Organization of American States’ Inter-American Democratic Charter, a treaty that provides for collective action when a regime violates constitutional norms. But the region’s leaders are distracted: Brazil is suffering its own political crisis, while the Obama administration is preoccupied with its outreach to Cuba. While the White House courts the Castros, they are using their control over Venezuela’s intelligence and security forces, and longtime acolyte Mr. Maduro, to foment his kamikaze tactics. An explosion is probably not far off.

washingtonpost


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