Peña Nieto afirma en la ONU que fracasó el prohibicionismo y la ‘‘guerra contra las drogas’’

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Fracasaron prohibición y ‘‘guerra’’ contra las drogas: Peña en la ONU

Desde la tribuna de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el presidente Enrique Peña Nieto se pronunció por autorizar el uso de la mariguana con fines médicos y científicos.

Hizo énfasis en el fracaso del paradigma de la prohibición y de la llamada ‘‘guerra contra las drogas’’, porque no han logrado inhibir la producción, el tráfico y el consumo de esas sustancias, y propuso modificarlo por un enfoque desde la perspectiva de los derechos humanos.

Las respuestas aplicadas por la comunidad internacional al problema mundial de las drogas ‘‘han sido francamente insuficientes’’, asumió el mandatario mexicano. Y exhortó: ‘‘Transitemos de la mera prohibición a una efectiva prevención y a una eficaz regulación’’.

México, dijo Peña, ‘‘ha pagado un alto precio, un precio excesivo en términos de tranquilidad, sufrimiento y vidas humanas’’ por el narcotráfico, y por ello, ‘‘como pocos, conocemos las limitaciones y las dolorosas implicaciones del paradigma eminentemente prohibicionista’’.

Aun con el cambio de estrategia y los logros alcanzados en años recientes en el combate al narcotráfico, el país no está totalmente libre de esa amenaza criminal ‘‘mientras siga existiendo una creciente demanda internacional de estupefacientes’’, asumió.

Habló del debate convocado en México sobre el uso de la mariguana, y dijo que en esta sesión, y como Presidente, ‘‘doy voz a quienes ahí expresaron la necesidad de actualizar el marco normativo para autorizar’’ su uso con fines médicos y científicos, así como elevar –‘‘en congruencia con estándares internacionales’’– la cantidad que puede ser considerada para uso personal.

Anticipó que en los próximos días (mañana jueves) expondrá las acciones específicas que se adoptarán en ese tema, ‘‘en apego a los principios de salud pública y derechos humanos’’.

El planteamiento central del mandatario consiste en transitar de un modelo ‘‘eminentemente sancionador a ubicar a las personas, sus derechos y su dignidad, no a las sustancias ni a los procesos judiciales, en el centro de nuestros esfuerzos’’.

Decálogo de propuestas

En la apertura de la sesión especial de la ONU sobre el problema mundial de las drogas (Ungass 2016), el presidente Peña presentó un decálogo de propuestas para este fenómeno.

Ahí pidió atender la adicción a las drogas como un problema de salud pública, con mecanismos de prevención y soluciones terapéuticas, ‘‘no con instrumentos penales que criminalizan al consumidor’’, y privilegiar, en los delitos relacionados con estupefacientes, penas proporcionales y alternativas al encarcelamiento que incorporen también una perspectiva de género.

Luego de la intervención del presidente de Guatemala –país que junto con México y Colombia promovió esta sesión especial en 2012–, Jimmy Morales, el Ejecutivo mexicano habló de ésta como la oportunidad para definir mejores soluciones desde una perspectiva de derechos humanos, prevención y salud pública, con un nuevo enfoque ‘‘que combata decididamente a los criminales, pero que en lugar de criminalizar a los consumidores les dé oportunidades y alternativas’’.

Pidió a los países consumidores asumir un mayor compromiso tanto en la reducción de la demanda como en la lucha contra el crimen organizado trasnacional. ‘‘La escala, sofisticación y poder corruptor de los grupos criminales también están presentes dentro de las propias fronteras de los países consumidores donde ocurre la venta final’’, subrayó.

Propuso mayor cooperación internacional en la materia, a partir de asumir que ‘‘ningún país puede por sí solo hacer frente a este flagelo’’, y reforzar el frente común ante la delincuencia organizada trasnacional para cerrar espacios a sus operaciones financieras y delitos conexos; una mayor coordinación y colaboración entre las agencias especializadas de la ONU, para abordar los distintos aspectos del problema mundial de las drogas, y vincular ese ejercicio con los esfuerzos a favor del desarrollo sostenible de la agenda 2030.

Llamó a atender los daños sociales relacionados con el narcotráfico con programas de prevención integral de la violencia, la exclusión y el debilitamiento del tejido social y ver al consumo de las drogas como un problema de salud pública, diseñar mecanismos de prevención y terapéuticos integrales para las adicciones y modificar las sanciones desproporcionadas aplicadas a los delitos vinculados a drogas.

Peña planteó también una campaña internacional de prevención del consumo de drogas y asegurar la disponibilidad de las sustancias controladas para fines médicos y científicos, ‘‘evitando al mismo tiempo su desviación, uso indebido y tráfico’’.

La Jornada

 


ONU abre sesión sobre drogas con enfoque de AL

La Asamblea General de la ONU abrió el martes una sesión especial sobre el problema de las drogas, con la aprobación de un documento que busca establecer un nuevo enfoque sanitario compartido por varios países de América Latina tras más de 40 años de una guerra sin resultados.

Pese a los avances, muchos Estados miembros, como Brasil o Costa Rica, manifestaron su decepción por la ausencia de una moratoria a la pena de muerte, y otros como Uruguay y Jamaica criticaron que no se haya incluido algún tipo de mención para la despenalización de la tenencia de ciertas sustancias.

Organizada en Nueva York, la sesión especial de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas (UNGASS 2016) se extenderá hasta el jueves, con decenas de eventos al margen y la presencia anunciada de mandatarios y ministros.

América Latina es uno de los impulsores de un enfoque multidisciplinario centrado en la salud pública, tras constatar que la denominada «guerra contra las drogas» lanzada 40 años atrás desde Estados Unidos, mayor consumidor mundial de cocaína, no ha dado los resultados prometidos y ha tenido un alto costo en vidas humanas.

En la apertura de los debates, el plenario aprobó con aclamación el documento «Nuestro compromiso conjunto de abordar y contrarrestar eficazmente el problema mundial de las drogas», que incluye una serie de recomendaciones fruto de dos años de negociaciones entre los Estados miembros.

«El problema mundial de las drogas sigue siendo una responsabilidad común y compartida que ha de afrontarse en un entorno multilateral mediante una cooperación internacional más intensa y efectiva y que exige un enfoque integrado, multidisciplinario, equilibrado, amplio y basado en datos científicos», admiten los mandatarios en ese texto.

Las recomendaciones hacen referencia a la prevención, pero también al «tratamiento, rehabilitación, recuperación y reinserción social», y la «disponibilidad de sustancias sometidas a fiscalización y el acceso a ellas con fines exclusivamente médicos y científicos».

En el marco operativo, se impulsa una «aplicación eficaz de la ley», y una serie de «respuestas a la delincuencia relacionada con las drogas», con especial hincapié en la «lucha contra el blanqueo de dinero».

Un modelo «más humano»

Entre los mandatarios participantes en la cita en Nueva York estará el colombiano Juan Manuel Santos, quien tiene previsto presentar un nuevo modelo «más efectivo, duradero y humano» para enfrentar el problema de las drogas.

«No estoy proponiendo la legalización. Estoy proponiendo que cambiemos de enfoque, de prioridades. Porque llevamos más de 40 años en esta guerra contra las drogas y no la hemos ganado», afirmó Santos en una entrevista a la AFP en Bogotá en víspera de la apertura del encuentro.

En ese marco, el gobierno colombiano destacó varios avances en el documento aprobado, entre ellos el reconocimiento de la «autonomía de los Estados para implementar con mayor flexibilidad las convenciones de drogas», la inclusión de los «derechos humanos», y la admisión que «la dependencia es un problema de salud pública».

Diferentes países de América Latina han lanzado programas innovadores, entre los que resalta el de Uruguay, donde por iniciativa del entonces presidente José Mujica se aprobó en 2013 una ley que autoriza y regula la producción del cannabis, y habilita al Estado a otorgar licencias de producción de marihuana, ya sea para uso medicinal como recreativo.

La agenda de debates en el hemiciclo de Naciones Unidas en su primera jornada abarcó la reducción de la demanda, prevención y tratamiento y el abastecimiento de sustancias controladas para fines científicos y médicos.

«Hay que terminar con la explotación cínica y con fines de lucro de los más vulnerables», dijo el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, indicando que llegó «el momento de pasar a la ejecución» del nuevo enfoque multidisciplinario.

El miércoles y jueves se discutirán cuestiones como la respuesta a los crímenes vinculados con las drogas y el lavado de dinero, la promoción de cooperación judicial, la cooperación regional y cuestiones socioeconómicas.

La Jornada


Despenalización queda fuera de postura de Guatemala

Por Geovanni Contreras

El presidente Jimmy Morales emitió un breve discurso en el que pidió priorizar a la persona y no las sustancias en el nuevo enfoque que, en forma global, debe dársele a la lucha contra las drogas.

El mandatario guatemalteco resaltó un enfoque de salud pública, mientras fue México el país que se robó la atención, al proponer varias alternativas que Guatemala impulsaba hace algunos años pero fueron obviadas por Morales.

“En la denominada guerra contra las drogas, países como Guatemala se han llevado la peor parte”, dijo el presidente de Guatemala al comenzar su intervención, en relación a la cantidad de muertos por el narcotráfico.

“Junto a Colombia y México planteamos esta asamblea. Sabemos que los resultados de la política vigente no han sido alcanzados. Sabemos que esta política debe adaptarse a las nuevas realidades para abordar las realidades”, continuó el mandatario.

Sin embargo, la cantidad de opciones que hasta hace algunos años el país impulsaba se redujo solo a de priorizar un enfoque de salud pública, con atención al desarrollo humano sostenible, incluyendo el desarrollo alternativo, tratamiento y rehabilitación de consumidores problemáticos y prevención del consumo en general.

Sin embargo, la posibilidad de revisar la legislación penal para delitos de posesión de drogas, los cultivos alternativos a la amapola para las familias en el occidente del país, no figuraron en la posición guatemalteca.

Prohibicionismo no funcionó

Esas opciones fueron enumeradas, más adelante, por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien, junto a su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos, y el exmandatario Otto Pérez Molina, solicitaron una reunión específica, en la ONU, para consolidar cambios en la política global sobre drogas.

“El esquema del prohibicionismo, no ha logrado inhibir la producción, tráfico ni consumo de drogas en el mundo. El narcotráfico sigue siendo una de las actividades más lucrativas del crimen organizado”, enfatizó Peña Nieto.

Inclusive, el mandatario mexicano abogó por la utilización de sustancias controladas, como la marihuana, para uso médico y científico.

“En los delitos deben privilegiarse penas alternativas contra el encarcelamiento, y no criminalizar a los consumidores. La adicción a las drogas debe atenderse con prevención, no con instrumentos penales que dañan el desarrollo de su personalidad”, añadió.

Además de impulsar el uso de cultivos alternativos, Peña Nieto propuso que los países consumidores asuman una responsabilidad compartida –que también era bastante mencionado por Guatemala en 2012 y 2013-, mediante una cooperación internacional “más intensa y efectiva”.
Otros países, como Uruguay, abogó por la descriminalización para el uso personal de sustancias controladas, postura que arrancó aplausos de las delegaciones presentes en la asamblea.

Suiza, Costa Rica, y la Unión Europea, manifestaron preocupación porque el documento que se discutía en la ONU no tomó en cuenta la pena de muerte y que esta sea abolida para delitos relacionados con las drogas.

En 2012 y 2013, Guatemala encabezó el debate de la búsqueda de alternativas en la lucha contra las drogas y cambiar de enfoques, el cual fue llevado a distintos foros de discusión, incluyendo la organización de cumbres y dos asambleas de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el país.

De hecho, el hablar de despenalizar las drogas le trajo roces a Pérez Molina con Estados Unidos desde su primer año de gobierno, al punto que el entonces mandatario señaló a El Salvador de ser instrumento de la potencia norteamericana.

Prensa Libre 


La lucha antidrogas es como una “bicicleta estática”: Santos

El presidente de la República, Juan Manuel Santos, consideró este martes que el mundo debe replantearse la guerra contra las drogas porque la estrategia actual no ha tenido resultados y que la cumbre sobre el tema que comienza mañana en la ONU es la oportunidad de iniciar el cambio.

“Hemos dicho que el mundo lleva cuarenta años o más en una guerra que se declaró oficialmente, es una guerra que no se ha ganado y que por consiguiente hay que repensar cómo librar esta guerra con más efectividad, y la ONU tiene una oportunidad de avanzar en esa dirección”, dijo Santos en una entrevista con la Agencia Efe.

El mandatario colombiano viajará el próximo miércoles a Nueva York para participar en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Drogas (UNGASS, sigla en inglés), en la cual defenderá un cambio de estrategia en la lucha contra este flagelo.
Santos recordó que desde 2011 su Gobierno insiste en la necesidad de que la ONU “por un lado dé más flexibilidad a los países” para que adapten la lucha a sus propias circunstancias y que la Convención de Derechos Humanos de la ONU sea también el eje de una nueva guerra contra las drogas en la que este problema tenga un enfoque de salud pública y no solo de persecución.

“Si la ONU ha adoptado la Convención de Derechos Humanos como el pilar de su política, como la columna vertebral, debe ser consecuente para que las demás convenciones, como por ejemplo la de las drogas, tengan como prioridad también la defensa de los derechos humanos”, subrayó.

En opinión del jefe de Estado, “eso choca con lo que está sucediendo actualmente”, pues hay países en los que el narcotráfico es castigado con pena de muerte o no se permite que se dé un tratamiento de salud pública a los que consumen drogas.

“Entonces estamos proponiendo que se adopte una política mucho más consecuente con lo que la ONU en los últimos tiempos ha venido defendiendo”, añadió Santos, quien considera que la cumbre de esta semanas será el punto de partida de ese cambio.
El presidente dijo además que es necesario “concentrar los esfuerzos en los eslabones más peligrosos de la cadena (del narcotráfico) y darle alternativas diferentes a los más débiles”, es decir a los productores.

Explicó a manera de ejemplo que a un campesino colombiano que siembra marihuana no hay argumentos para “decirle que se va para la cárcel si un consumidor en el estado de Colorado (EE.UU.) puede fumar marihuana y es totalmente legal”.

Con base en ese principio de responsabilidad compartida, Santos defendió que la lucha contra las drogas ponga más énfasis en el consumo, y no solo en la producción, pues hay economistas que sostienen la tesis de que el esfuerzo “concentrado en luchar por el lado de la demanda es mucho más efectivo, eficiente, que en el lado de la oferta”.
Y deben buscarse también, agregó, “unos enfoques que le quiten las ingentes sumas de dinero a las mafias, que es la causa de tanta violencia y corrupción en la lucha contra las drogas”.

El narcotráfico no solo ha alimentado a los carteles de las drogas sino también a guerrillas como las Farc, que aumentaron su poder en los años 80 y 90 gracias al dinero obtenido con los cultivos ilícitos y la producción de cocaína.
Por eso, al ser preguntado si cree que las Farc hubieran resistido si la cocaína hubiese sido legal, el mandatario opinó que no.
“Esa es una pregunta muy capciosa que me pone a pensar muchísimo porque de pronto la respuesta es no, las Farc no hubieran resistido”, anotó.

En cuanto a la legalización de las drogas a medio y largo plazo, Santos consideró que puede ser viable si hace parte de una política global y no de un solo país o de unos pocos. “Sí, siempre y cuando sea una decisión colectiva. No veo posible que los países individualmente lo hagan”, respondió al ser preguntado por Efe sobre este asunto.

Pese a que hay varios expresidentes, principalmente latinoamericanos, que se han mostrado favorables a la legalización de las drogas como una alternativa para combatir este flagelo, Santos es de los pocos en el ejercicio del cargo que no teme hablar de esta posibilidad.
“Yo quiero que seamos más efectivos porque llevo luchando contra este flagelo diez años, yo creo que poca gente en el mundo ha sido tan efectiva en esta lucha. Sin embargo, yo digo que a veces parecemos los colombianos en una bicicleta estática, uno pedalea y pedalea, hace muchos esfuerzos (…) y el negocio (del narcotráfico) sigue”, apuntó.

En ese sentido agregó que Colombia, a pesar de haber sido “el país que más sacrificios que ha hecho, que más costos ha pagado en el mundo entero en esta guerra contra las drogas, sigue siendo el primer productor y exportador de cocaína del mundo, nunca hemos dejado de serlo”.

El Colombiano


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