Colombia: Marcha Patriótica rechaza la persecución y el hostigamiento en contra de sus líderes

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El Movimiento Político y Social Marcha Patriótica Norte de Santander rechaza categóricamente la persecución y el hostigamiento al que fueron sometidos varios líderes el 9 de abril durante la realización de la Vigilia por la memoria de las víctimas y la paz con justicia social, en la Plazoleta de Telecom en la ciudad de Cúcuta, por presuntos miembros del personal de inteligencia de la Policía Nacional vestidos de civil, que realizaron registro fotográfico de los asistentes y se mantenían cerca de la comitiva de la Asociación Campesina del Catatumbo – Ascamcat.

Ante esta situación, la escolta de la Unidad Nacional de Protección de los líderes campesinos reportó los hechos a la Policía Metropolitana de Cúcuta que, de manera dilatoria y poco eficiente, abordó a los presuntos agentes que se abstuvieron de identificarse como miembros de la PONAL, remitiéndose a mostrar su cédula de ciudadanía. De manera inmediata se apartaron del lugar, algunos en taxi y otros caminando por su propia cuenta. Al parecer, el operativo estaba compuesto por 6 hombres.

Resulta bastante preocupante que para la realización de un acto simbólico por la dignificación de las víctimas en Colombia, la exigencia de garantías reales para la no repetición de los casos de exterminio físico y político del movimiento social, y el desmonte efectivo de las estructuras paramilitares que hacen fuerte presencia en esta región, el Estado siga generando procesos de persecución y hostigamiento contra los líderes, lideresas y su base social.

Como proceso político y social nos queda la duda del porqué se mantienen este tipo de operativos por parte de la fuerza pública. Qué objetivo tienen con los registros fotográficos que adelantan. Cuál es la necesidad de hostigar a las personas que día a día brindan su trabajo para la construcción de la paz con justicia social.

Ante la pírrica acción efectiva de las autoridades en estas situaciones, nos queda la duda si hoy la fuerza policial está en la capacidad para salvaguardar la integridad de las personas que son objetivo de persecuciones y amenazas.

Las preocupaciones aumentan cuando históricamente miembros activos y de reserva de las fuerzas militares han sido los autores de procesos selectivos de persecución y asesinato de líderes sociales en el país. La sabida relación de la fuerza policial y militar con las estructuras narco-mafiosas y paramilitares demuestran la ausencia de garantías brindadas por el Estado para el libre ejercicio de la política y la construcción social.

El ambiente de amenaza, hostigamiento, persecución y asesinato que aún se mantiene contra el movimiento social y popular colombiano, nos lleva a mantenernos alerta y hacer público todo acto relacionado a la intimidación contra nuestros integrantes. Precisamente, la Vigilia realizada el día 9 de abril también quiso visibilizar los 116 asesinatos cometidos contra miembros de nuestra organización desde hace 4 años. Lo anterior, sumado a las amenazas recibidas por parte del paramilitarismo hacia varios integrantes de organizaciones de víctimas en el departamento y la amenaza de muerte contra un miembro de ASCAMCAT y su familia en el municipio de Hacarí. Recientes declaraciones del Ministerio del Interior, señalan que en lo corrido del 2016 han asesinado un líder social cada semana.

Reiteramos nuestro llamado al pueblo colombiano y la comunidad internacional para rechazar este tipo de acciones intimidatorias que dejan grandes dudas sobre las garantías propias para el ejercicio político en Colombia, además de exigir el compromiso tangible del Estado con la no repetición y el desmonte efectivo de las estructuras paramilitares.

Prensa Rural

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