Uruguay: Gobierno y sindicatos capacitarán a doctores en el uso de cannabis medicinal
Formación sobre el uso del cannabis en medicina comenzará en abril
El 23 de abril se comenzará a brindar un curso de formación sobre el uso del cannabis y los canabinoides en la medicina, organizado por el Sindicato Médico del Uruguay, la Junta Nacional de Drogas y el Centro Internacional para la Educación, Investigación y Servicio Etnobotánico.
Raquel Peyraubé, directora técnica del Centro, explicó en diálogo con Radio Nacional que el curso pretende responder a una necesidad de los médicos uruguayos, ya que por la prohibición no habían tenido acceso a bibliografía científica sobre el tema.
En el curso se enseñara cómo los canabinoides son utilizados para tratar diversas patologías tales como cáncer, epilepsia, dolor crónico y enfermedades autoinmunes.
Según Peyraubé, ya tienen más de 60 inscriptos, del total de 120 cupos que hay abiertos para el primer curso.
Aparte de médicos, también podrán participar enfermeros universitarios y estudiantes del último año de la carrera de medicina.
Doctores se capacitan para el uso de cannabis medicinal
«Los mismos reparos que existen en la sociedad, son los que hay entre los médicos», dijo a El País la médica internista, especialista en VIH y uso problemático de drogas, Julia Galzerano, sobre el cannabis medicinal. La polémica está instalada. Y ella es una de las doctoras que están de acuerdo con su uso.
Galzerano, por el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), y la Dra. Raquel Peyrauba, directora clínica de Iceers (International Centers for Ethnobotanical Education, Research and Service), con el apoyo de la Junta Nacional de Drogas (JND), llevarán a cabo a partir del mes de abril el primer curso para médicos, practicantes internos y licenciados en Enfermería, sobre el uso de la marihuana para tratar enfermedades.
La ley que regula el mercado de la marihuana establece tres formas de uso: el recreativo — los interesados pueden acceder a la droga a través del autocultivo, los clubes cannábicos o la venta en farmacias (que se activaría en julio)—, el medicinal y el cáñamo industrial.
Recientemente, en entrevista con El País, el secretario general de JND, Milton Romani, dijo que ya hay tres empresas interesadas de Israel, Canadá y Australia en instalarse en Uruguay para cultivar cannabis para uso medicinal. Incluso consideró que es un negocio diez veces más grande que el que implica la marihuana para uso recreativo.
Usos.
Galzerano sostuvo que son múltiples las enfermedades para las que el cannabis puede ayudar, sobre todo en la disminución de los dolores que estas causan. Y enumeró: esclerosis múltiple, epilepsia refractaria, enfermedades crónicas del aparato digestivo (como la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa crónica), anorexia-coquexia, acompañamiento de la quimioterapia para pacientes oncológicos, tratamiento de reducción de daños en dependientes de drogas y osteoporosis, entre otras.
«Esto no es algo mágico, no es la panacea, tiene indicaciones como cualquier otro medicamento. Pero hay investigaciones que indican que es efectivo para estas enfermedades», precisó la doctora, que llamó a romper algunos mitos. «Hay gente que ve en las películas como fuman marihuana personas enfermas y se creen que es así. No es así».
El cannabis para uso medicinal «no debería ser fumado», explicó Galzerano. E indicó que este se consume con vaporizadores especiales, similares a los que utilizan las personas que padecen asma. Estos no se venden en Uruguay, pero sí se pueden comprar a través de Internet. Según constató El País los precios son variados, y van de 150 a 500 dólares.
«Otra manera de utilizarla es con aceites, en cremas, y también está el spray, que es un cannabis sintético para pacientes con esclerosis múltiple», señaló Galzerano, quien advirtió también que se están haciendo gestiones ante el Ministerio de Salud Pública (MSP) para que estos productos puedan ingresar a Uruguay.
El curso.
Los precios del curso que llevará adelante el SMU son variados: van de $ 5.000 a $ 10.000, dependiendo de si el que lo hace es médico, practicante o licenciado en Enfermería, y si es socio o no del gremio. Los cupos que se abren son solo 120.
Entre los oradores se destacan la directora ejecutiva de la ONG Realm of Caring, Heather Jackson, que apoya en Estados Unidos a pacientes que intentan acceder a la marihuana medicinal, y el jefe de Investigación y Educación en Bedrocan BV, empresa oficial cultivadora de marihuana medicinal en Holanda, Arno Hazekamp.
Galzerano fue clara en que el cannabis que se utiliza para patologías médicas no es el mismo que se plantará en Uruguay para uso recreativo y que se venderá en las farmacias. Las principales sustancias de la droga que tienen propiedades medicinales son el THC (que tiene efectos psicoactivos) y el CBD (que no los tiene).
«Los cannabinoides ejercen sus efectos medicinales por interacción con el sistema cannabinoide endógeno (que todos poseemos), y cuya función es la de mantener el equilibrio general del organismo, sistema que se descubrió solamente hace dos décadas, y que no está en la currícula de la Facultad de Medicina hasta ahora», manifestó Galzerano, quien también indicó que lo ideal sería que la institución incluyera en su plan el estudio del cannabis para uso medicinal.
La JIFE condena la legalización en Uruguay y advierte que se violan tratados internacionales.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) —el órgano del sistema de Naciones Unidas que vela por el cumplimiento de los acuerdos internacionales sobre drogas— volvió a condenar en su informe anual la ley que regula el mercado de la marihuana en Uruguay, no por su utilización para tratamientos médicos, sino por su uso recreativo.
«Tras la promulgación de legislación relativa al cannabis en diciembre de 2013, el Gobierno del Uruguay expidió un decreto presidencial en mayo de 2014 para reglamentar más detalladamente la importación, la producción, el almacenamiento, la venta y la distribución de cannabis para usos no médicos. En el decreto se establecen procedimientos para el registro de los productores del cannabis que se distribuirá en las farmacias, y para el registro de productores domésticos, clubes de cannabis, consumidores y farmacias, y se reglamenta la producción y comercialización de semillas y esquejes de cannabis», comienza el punto 458 del documento de 140 páginas.
«Además, el Gobierno aprobó decretos por los que regulaba los usos del cannabis no psicoactivo con fines industriales, así como la venta y el uso de cannabis para fines médicos», añade, antes de empezar a condenar la regulación impulsada por el gobierno del expresidente José Mujica.
«Una vez más, la JIFE desea hacer notar su opinión de que la legislación que permite el uso no médico de cannabis es contraria a lo dispuesto en los tratados de fiscalización internacional de drogas, concretamente en el artículo 4, párrafo c), y en el artículo 36 de la Convención de 1961 enmendada por el Protocolo de 1972, y en el artículo 3, párrafo 1 a), de la Convención de 1988», advierte.
En marzo de 2014 la JIFE ya había advertido que la regulación del mercado de la marihuana en Uruguay «marca una tendencia peligrosa» y que los gobiernos «deberían anteponer a cualquier otra consideración la salud y el bienestar de la población».