Rafael Correa advierte sobre un nuevo Plan Cóndor contra gobiernos progresistas
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, alertó este viernes que en la región se adelanta un nuevo ´Plan Cóndor´ que apunta a desestabilizar a los gobiernos progresistas.
Se conoce como operación o plan Cóndor a la coordinación de acciones entre las dictaduras de derecha que se registró en varios países de Suramérica (Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Perú y Ecuador) entre las décadas del setenta y ochenta en el que estuvo involucrado Estados Unidos.
Este nuevo plan, según dijo el presidente Correa en una entrevista radiotelevisada, buscaría no solo amedrentar si no acabar con los gobiernos progresistas.
“La derecha tiene sed de venganza, porque diez años que no ha podido como antes elevar el teléfono para ordenarle a un presidente hacer tal o cual cosa. Entonces, tiene sed de venganza, no solo que viene a derrumbar lo logrado sino a tratar de perseguir, masacrar a los que osaron desafiar su poder”, dijo.
Correa sostuvo que no es una casualidad lo que sucede con el expresidente brasileño y líder del Partido de los Trabajadores, Luis Inácio Lula Da Silva, quien es perseguido por la justicia acusado supuestamente de actos de corrupción vinculados a la empresa Petrobras.
“Usted cree que todo eso es casualidad, este es el nuevo Plan Cóndor. Ya no se necesitan dictaduras militares, se necesitan jueces sumisos, se necesita una prensa corrupta que, incluso se atreva a publicar conversaciones privadas –lo cual es absolutamente ilegal-, pero lo aplauden, en el odio, en su vorágine de insensatez, cierta derecha lo aplaude cuando mañana pueden ser también ellos los espiados”, deploró.
En esta misma línea, el presidente ecuatoriano dijo que la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kircher, los actuales mandatarios de Bolivia, Evo Morales, de Venezuela, Nicolás Maduro, de Brasil, Dilma Roussef, y él mismo han sido víctimas de esta campaña de desprestigio y ataque.
Correa auguró que Lula «vencerá» y que los pueblos latinoamericanos no permitirán un retroceso.