El gobernador Alejandro García Padilla reitera que la deuda pública es impagable

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«El juicio de la historia los condenará por alta traición»

Liberado de las presiones de una papeleta electoral, el gobernador Alejandro García Padilla arremetió contra los seis representantes populares que derrotaron su propuesta del Impuesto al Valor Añadido (IVA) y le reclamó a la Asamblea Legislativa “que corrija ese error”.

Al propio tiempo, García Padilla favoreció abiertamente, por primera vez, que se considere la legalización de la marihuana en Puerto Rico.

Aunque habló en reiteradas ocasiones de la crisis fiscal, en su último mensaje sobre el estado de situación del País, el primer ejecutivo no tocó el tema de la propuesta Junta de Control Fiscal Federal, ni habló de las gestiones concretas que lleva a cabo su administración en el Congreso a favor de la reestructuración de la deuda.

“Exhorto a los puertorriqueños a que los próximos ejercicios electorales en junio y noviembre sean de contribuciones sí o no, que se sepa quién es quién. Yo así lo haré, que el pueblo decida”, sostuvo durante la sesión conjunta de Cámara y Senado, transmitida en vivo por los principales canales de televisión.

Sin mencionar nombres, García Padilla dijo que “el País sabe quiénes son los que tienen que cambiar su voto”. En ese momento, una mayoría de los senadores y representantes populares se pararon de sus butacas para aplaudirlo, mientras los llamados disidentes populares permanecían sentados y con rostro serio.

García Padilla sostuvo que en su intento por aprobar la propuesta del IVA se topó con “piedras en el camino, frustraciones, traición, cálculo político, populismo, falta de palabra y de carácter”.

Legalización de la marihuana

Sobre el debate de la marihuana, el mandatario indicó que debe aprobarse el proyecto de despenalización sometido por el senador Miguel Pereira.

No obstante, dijo que para darle “un verdadero golpe al crimen y a la hipocresía, debe dársele consideración seria a la legalización…Yo estoy dispuesto”, puntualizó García Padilla, quien lucía firme y en dominio de sus expresiones.

En una entrevista en septiembre de 2013, el Gobernador dijo que “si es un proyecto que legaliza la droga (marihuana) en cantidades pequeñas o grandes, yo estoy opuesto a eso”. Sus declaraciones anoche representan un giro drástico a la posición asumida públicamente hace casi tres años.

Deuda pública 

García Padilla recalcó que “la deuda es impagable y sostuvo que si el Congreso no actúa, a partir de mayo próximo vencen préstamos y no hay dinero para hacer los pagos. Anticipó demandas de los acreedores, en tribunales en y fuera de Puerto Rico.

“A eso es a lo que nos exponen, los que se oponen a que reestructuremos nuestra deuda. A esos el juicio de la historia los condenará por alta traición. Por haber estado a la venta, dispuestos a crucificar el bienestar de su gente a cambio de treinta monedas de plata en un ‘fundraiser’ para sus campañas”, afirmó.

Dijo que podía entender “la gula de un sector de Wall Street porque sus intereses son distintos”. Sin embargo, observó que “lo que no puedo entender, es que políticos puertorriqueños se unan a Wall Street contra Puerto Rico”.

Status versus la gente

En cuanto al tema del status político del País, el expresidente del Partido Popular Democrático (PPD), obvió el ELA-Soberano y se aferró a la postura tradicional de la colectividad estadolibrista. “Si queremos de verdad adelantarlo, establezcamos procesos que permitan que los independentistas planteen libremente su opción, que los estadistas al igual y asimismo, los estadolibristas. Sin miedo al resultado. Que el pueblo decida”, indicó.

Criticó a los que vinculan la crisis fiscal con el tema del status y dijo que ese es un análisis “simplista e irresponsable”.

Sobre la futura definición del estatus político de la Isla, opinó que la solución corresponde a los puertorriqueños, pero consideró que ese tema no es tan importante como resolver la crisis fiscal actual.

Sin embargo, planteó que «separados no llegamos a ningún lado».

«Si queremos adelantar el tema del estatus, vamos a estar dispuesto a establecer procesos que permitan que los independentistas, estadolibristas y estadistas presenten sus opciones… Que el pueblo decida, sin descualificar, sin sacar para ganar», afirmó.

No obstante, destacó que ante la crisis fiscal, urge atender lo que nos une y concluyó que «la gente de carne y hueso es más importante que el estatus».

La Ley 22

García Padilla reconoció que para atraer inversión extranjera, su administración promovió la Ley 22, aprobada por la administración del gobernador Luis Fortuño y a la que como senador él le votó en contra. “Nosotros no cambiamos lo que le sirve al País”, dijo, para agregar que su voto en contra “fue un error”.

En el mensaje hizo un recuento de lo que considera que son sus logros principales en los pasados tres años de su mandato, entre los que mencionó el Plan de Uso de Terrenos, la revitalización de la industria turística y la expansión de la agricultura.

En el renglón de la educación pública, reclamó haber aumentado la cantidad de escuelas con le programa Montessori y destacó el trámite para ofrecer el College Board libre de costos a los estudiantes de grados 11 y 12.

Mencionó también medidas contra el discrimen de inmigrantes y contra la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transgénero y Transexual (LGBTT) y se atribuyó haber sacado la política de la toma de decisiones en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) mediante el polémico proyecto sobre la reestructuración de esa corporación.

“Por primera vez en la historia alguien puede pararse aquí a decir que bajó la deuda contraída por los pasados gobiernos”, dijo García Padilla en un mensaje de poco más de una hora ante legisladores y funcionarios del gabinete constitucional.

Entre los que escucharon su discurso en el hemiciclo de la Cámara estaba el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, así como los exgobernadores Sila María Calderón y Rafael Hernández Colón.

Muy cerca de los exmandatarios estaba la mayoría de los jueces del Tribunal Supremo, incluyendo a la recién nombrada jueza presidenta Maite Rodríguez Oronoz.

Desde las gradas presenciaron el mensaje varios alcaldes, entre ellos, los penepés de Ceiba, Manatí y Las Piedras. También había un grupo de alcaldes populares encabezado por el presidente de la Asociación de Alcaldes y alcalde de Cayey, Rolando Ortiz.

En las gradas también estaba la madre del gobernador, María de los Ángeles Padilla, quien aplaudió efusivamente a su hijo. La acompañaban dos de sus hijos, Juan Carlos García Padilla, alcalde de Coamo y Marisel García Padilla. También en las gradas del segundo piso estaba el cuerpo de asesores de La Fortaleza. En el hemiciclo escucharon los jefes de agencias y miembros del gabinete.

Primera Hora

Mensaje escrito de Situación del País

Alejandro García Padilla pronunció su último mensaje sobre la situación de estado del País como gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico

Puertorriqueños y puertorriqueñas;

Señores presidentes de Cámara y Senado, miembros de la Asamblea Legislativa, puertorriqueños; puertorriqueñas, compatriotas;

Cuando comparecí ante ustedes hace tres años – con muchas menos canas – anuncié que nos correspondía cambiar el curso que llevaba Puerto Rico.

Hoy, tres años después, vengo a recordarles que el camino hacia la nueva aurora no ha concluido; que no es hora aun de soltar ancla; que, al contrario, hemos llegado al trecho más duro; al trecho en el que el país espera de nosotros, de todos nosotros — populares, penepés e independentistas– que nos mantengamos firmes en cubierta, atentos a nuestro deber, sin miedo, sin temor al tamaño de las olas ni a la fuerza del viento.

Por delante quedan meses de decisiones fundamentales para el futuro de nuestro país; para el legado que nuestra generación le debe al porvenir del país.

El viaje ha sido duro y cada día ha sido más revelador. La dimensión de nuestros problemas se ha ido precisando día a día, semana a semana, mes a mes. Heredamos un déficit presupuestario de 2,250 millones de dólares, un nivel de endeudamiento sin precedentes, el banco del gobierno descapitalizado, y el planteamiento era que la crisis económica se limitaba a las corporaciones públicas y a los fondos de pensiones – Carreteras, Retiro… Creíamos que nos habían dejado el peor escenario imaginable. Pero la realidad fue más rica que la imaginación, el mal de fondo era peor. Cuando escarbamos un poco, resultó que el problema que habíamos heredado era mucho mayor. Finalmente, gracias al análisis de un equipo de economistas de rango mundial, quedó claro que nuestra deuda es impagable, que el país, bajo administraciones de ambos partidos, llevó su endeudamiento a niveles que superan sus posibilidades de pago.

Nos enrollamos las mangas, nos pusimos las botas de trabajo y le metimos pecho al problema. Pude optar por mentirles a ustedes y al mundo, como hicieron otros, ocultando los déficits, para seguir tomando prestado. Para seguir hipotecando la adultez de nuestros hijos. Opté por la ruta difícil. La de decir la verdad, la de enfrentar la verdad. Sabía que la ruta que emprendíamos nos llevaría a mares nunca antes recorridos, y a nadie le agrada que hayamos llegado a este tramo ahora, en el año electoral. Pero aquí estamos y vamos a actuar a la altura de las circunstancias.

Como saben, decidí también que en el momento de la crisis el país necesita un gobernante, no un aspirante. Hubiese preferido ser quien amarre el barco al muelle, ya en puerto seguro. Pero Dios me ha dado el honor de ser el capitán que lo lleva seguro y exitoso durante la tormenta. El juramento que el 2 de enero de 2013 hice con ustedes, me obliga a que este año dedique todo mi esfuerzo, todas mis energías, a vencer la crisis.

Yo me niego a pasarle la crisis al próximo gobernador. No voy a pactar con la crisis, como hicieron otros. Vine a vencerla y voy a terminar esa tarea.

No niego que me hace falta el abrazo de la campaña y el discurso apasionado, pero el deber es el deber.

Superarla requiere mucho trabajo. No lo puedo hacer solo. Melba Acosta, Juan Zaragoza, Luis Cruz Batista, Víctor Suárez, Grace Santana, Jesús Manuel Ortiz, entre tantos otros, son los héroes de combate de esta jornada. Quizás lo que más convendría a sus carreras profesionales fuera buscar comodidades. Gracias a ellos y sus equipos de trabajo, y gracias a tantos que siguen ahí y se han crecido y se crecen, día tras día, en lucha sin tregua, arrancándole cada día, una roca de esperanza a una montaña de pesimismo.

Puerto Rico también los necesita a ustedes, representantes, senadores, senadoras de Puerto Rico, de los tres partidos. Sí. Puerto Rico necesita de la clase política. Los necesita ahora; no después de las elecciones. Gracias Jaime Perelló y Eduardo Bhatia, y a los compañeros y compañeras legisladores que han estado dispuestos para tomar decisiones valientes. Yo conozco personalmente el susurro seductor de la cobardía, pero en ustedes como en mí siempre ha resonado más fuerte el grito de la conciencia.

Este no es un año electoral cualquiera. Les aseguro que la historia juzgará este año mucho menos por el resultado electoral que por lo que hagamos para salvar al país de la crisis fiscal que sufre. La crisis fiscal no llegó silvestre. La crisis es producto de la irresponsabilidad de ciertos sectores; de Washington en acabar con los beneficios de la sección 936; de la necedad de los que, desde aquí apoyaron esa eliminación; de los prestamistas golosos; y de la ventajería política que llevó a algunos gobernadores a esconder la realidad económica con préstamos que no podíamos pagar.

En enero de 2005, la deuda histórica acumulada era de 37,000 millones. En enero de 2013, dos administraciones más tarde, era de 72,000 millones.

Ahora, al desnudo la crisis, ¿con qué cara podríamos negarnos a asumir la responsabilidad que nos toca, como si el país no entendiera?

Tenemos que demostrarle a nuestro pueblo que, aunque sea año electoral, lo que nos une como puertorriqueños siempre va a pesar más que lo que nos separa. Tenemos que demostrarle que somos puertorriqueños primero que populares, primero que penepés y primero que pipiolos; tenemos que demostrarle a nuestra gente que somos primero puertorriqueños, que carreristas políticos adictos al poder. Y se lo dice uno que ha recibido más piedras de su partido que de fuera de él.

Quien debe ser gobernador es, sin duda, una decisión importante. Hay, sin embargo, dos preguntas aún más fundamentales: ¿Qué clase de país queremos ser? ¿Qué tipo de civilización queremos construir en esta tierra?

Creo en una sociedad justa, con igualdad de oportunidades para todos; una sociedad que estimule el talento y donde el trabajo y el esfuerzo propio sean lo necesario para lograr progreso espiritual y material.

Esta es la sociedad que surge de nuestra Constitución; es la sociedad vital por la que lucharon Muñoz Marín y su generación; quienes transformaron a Puerto Rico conscientes de que el progreso material y la justicia social no son mutuamente excluyentes sino las arterias que oxigenan la vida humana.

En su último Mensaje de Estado, en 1964, Muñoz Marín articuló mejor que nadie esta visión del país. “La vitalidad de un pueblo” – decía Muñoz — “es la vitalidad de su propósito colectivo. Un pueblo vital tendrá un propósito vital. Un pueblo endeble tendrá un propósito endeble o carecerá de propósito. En este caso, no será pueblo; será aglomeración de apetitos y ambiciones de individuos y de grupos. Puerto Rico no quiere ser eso. Puerto Rico no debe ser eso”.

Decir la verdad sobre el Estado de Situación de nuestro país me exige reconocer que en eso nos convertimos cuando lo que marca el camino es la aglomeración de apetitos y ambiciones particulares, los intereses individuales, los del grupo que representa cada cual, o la ambición de poder. Han pasado 52 mensajes de Estado, desde el último de Muñoz, y tenemos que reconocer que demasiadas veces dejamos de ser Pueblo, para pasar a ser la suma de apetitos individuales. Pero hoy, igual que ayer, Puerto Rico ni quiere ni debe ser eso.

Los tiempos de crisis son también, tiempos para rectificar los errores y perseverar en los aciertos. Mientras trabajamos para salir de este tiempo de tormenta, no olvidemos que ambicionamos algo mucho más importante que el que haya suficiente dinero en caja para pagar los gastos del gobierno. Cuadrar las finanzas es sólo un instrumento para el propósito. La riqueza no es fin en sí mismo, sino un mecanismo para construir una mejor civilización. Una sociedad que le permita a todos tener vidas plenas sin que el bienestar de unos se dé a expensas de las penas de otros. Sin que el bienestar de las familias heterosexuales se dé a expensas de la tachadura, del desprecio a las familias LGBT. Sin que las oportunidades de los que nacieron aquí, se de a costa del menosprecio de los hermanos que nacieron en República Dominicana o Haití. Sin que el desarrollo, la siembra y la conservación riñan y antes bien acepten que el país necesita desarrollo, necesita siembra y necesita conservación.

Para lograrlo, tenemos que salir de esta crisis fiscal que lastra las oportunidades. Y esto será posible si reestructuramos nuestras deudas de manera que el gobierno no solo pueda garantizar los servicios esenciales sino invertir significativamente en un desarrollo económico sostenido.

Compatriotas. Puerto Rico debe hoy 69 mil millones de dólares y solo puede cargar, sin sufrir penurias humanamente inaceptables, con una cantidad significativamente menor.

Enfrentados con la crítica situación fiscal, hemos reducido el gasto público para vivir de acuerdo con nuestros medios. Esta familia, la familia puertorriqueña, una familia que ha madurado en los últimos 3 años, decide que va a estirar el pie sólo hasta donde da la sabana.

Hay quienes hablan de reducir gastos. Veamos. El presupuesto real de gastos del gobierno del año fiscal 2012-2013 ascendió a $11,966 millones. Bajo mi gobierno, hemos reducido ese presupuesto a $9,292 millones, esto es, $2,674 millones más bajo, sin despedir empleados públicos y sin financiamiento deficitario.

Cuando se compara con el 2012, mi administración ha reducido en $423 millones de dólares los gastos ordinarios de todo el gobierno. En ese mismo periodo recortamos la nómina en $365 millones y el gasto en servicios profesionales del fondo general en $77 millones. Además, sin despedir a nadie, redujimos la cantidad de empleados del gobierno central en 12,500 personas.

Y vamos a completar el trabajo.

Tenemos que continuar creando las condiciones para reducir la emigración de nuestra población y para permitir el regreso de buena parte de los compatriotas que se han ido. La verdad es que –sin que hayamos llegado aún a la meta–, durante estos tres años hemos dado pasos muy importantes en esa dirección.

Recordemos los retos en el comienzo del camino, hace ya tres años.

• El cuatrienio pasado, se perdieron sobre 100,000 empleos, 30,000 de ellos en el gobierno. Hoy puedo decirles que, de acuerdo a los datos del Departamento del Trabajo local y el federal, el número total de personas trabajando dejó de caer y sobrepasamos la cifra de un millón, aún con la reducción poblacional.

• La tasa de desempleo promedio del cuatrienio pasado alcanzó el 16.4%. Durante mi gobierno, la tasa de desempleo promedio ha bajado a 13.4%, y está en 12.2%.

Las malas decisiones tomaron como rehén a la Autoridad de Energía Eléctrica, y el precio lo pagamos todos. Pasadas administraciones tomaron préstamos para ocultar la verdad sobre las finanzas de la corporación en aras de manipular logros en años de elecciones. Hoy, con la ayuda de una mayoría de los miembros de esta Asamblea Legislativa puedo decir que sacamos la política de la toma de decisiones de la Autoridad; que la encaminamos hacia la producción de energía más barata y más limpia. Más importante aún, por primera vez en la historia alguien puede pararse aquí a decir que bajó la deuda contraída por pasados gobiernos. La transformación de la Autoridad no es un sueño, es una realidad, sigue siendo pública, pero despolitizada y a la altura del Siglo XXI.

Los exhorto a hacer lo mismo con la Autoridad de Acueductos. Si actúan con prontitud, le evitarán al pueblo un aumento en su tarifa.

Otros elementos, más difíciles de contabilizar en dólares y centavos, representan pasos en la dirección correcta de un gobierno liberal como el que me honro en dirigir.

Finalmente, Puerto Rico tiene un Plan de Uso de Terrenos. Este Plan era una aspiración de país desde la década de los 60 y un mandato de ley desde hacía 11 años, al firmarse un proyecto del Representante Jorge Colberg Toro.

Junto al Plan de Uso de Terrenos creamos un Bosque Modelo que une 400,000 cuerdas repartidas entre 31 municipios; y en tan solo tres años hemos duplicado las tierras protegidas de 8% a 16%. De la misma forma, protegimos al menos 600,000 cuerdas con alto valor agrícola.

Junto con la conservación ha ido el desarrollo. A pesar de los avances que han logrado la otorgación de 4,000 permisos de uso en 24 horas, no estamos conformes. Próximamente estaremos presentando legislación para impulsar una reforma abarcadora del proceso de otorgación de permisos que surge del diálogo con todos los sectores implicados.

Nuevas líneas de desarrollo industrial son hoy una realidad. Logramos que Puerto Rico sea sede de la industria de mantenimiento, reparaciones y acondicionamiento de aviones. La industria llegó aquí con Lufthansa. Para apoyar esa industria, creamos en Aguadilla el Instituto de Aviación y Aeronáutica de Puerto Rico mediante una alianza entre la Universidad de Puerto Rico, el Departamento de Educación y la Compañía de Fomento Industrial.

Lufthansa ya está en operaciones y emplea a cerca de 200 personas, cantidad que habrá de elevarse a 400 en un año. Este proyecto aportará sobre $2,200 millones de dólares a nuestra economía durante sus primeros 30 años.

Consolidamos así un ecosistema aeroespacial y aeronáutico de alcance global. Honeywell ha multiplicado su plantilla. Infotech, Infosys, United Technologies crecen. Así es que se construye la recuperación del país.

Pero el desarrollo de nuevas industrias tiene que ir de la mano de la consolidación y expansión de la base industrial tradicional. Las ciencias de la vida y salud son nuestro fuerte. Son el respaldo a la industria farmacéutica y de equipos médicos.

Para adentrarnos en la economía del conocimiento, el Centro Comprensivo de Cáncer dejó de ser una promesa rota. La construcción de su edificio clínico y de investigación, que podemos ver desde el expreso cerca del Centro Medico está muy avanzada. Pronto será un centro importante en la investigación del por qué los puertorriqueños sufrimos ciertos tipos de cáncer así cómo mejor tratarlo. No se trata sólo de un edificio. Se trata de cómo prevenir, tratar y curar el cáncer que le dio a ese familiar o a ese vecino que viste sufrir. Al mismo tiempo, sacamos de la indiferencia al Fideicomiso de Ciencias, Tecnología e Investigación.

Pero necesitamos atraer más riqueza. Por eso atrajimos cientos de millones de dólares en inversión extranjera. Para lograrlo, promovimos la Ley 22, para incentivar el traslado de individuos inversionistas, mecanismo que solo es posible bajo la autonomía fiscal del Estado Libre Asociado. Esta ley fue aprobada por la administración anterior. Otros la hubieran cambiado por razones partidistas. Pero nosotros no cambiamos lo que le sirve bien al país. Como Senador, le voté en contra a ese proyecto. Es menester reconocer que fue un error.No hay problema en admitirlo.

Lo mismo deben hacer los que procuraron la eliminación de la sección 936; admitir que fue un error que nos ha costado más de 100,000 empleos directos. Nunca es tarde. Ahora mismo estamos procurando de Washington mecanismos de competencia para atraer nuevamente la inversión que perdimos a causa de ese error y que ayuden a nuestra economía a levantarse. Juntos lo podemos lograr.

Así también impulsamos como nunca antes las exportaciones; pero no solamente las de las multinacionales, sino las de empresas puertorriqueñas. Hemos suscrito cerca de 500 acuerdos con empresas exportadoras al amparo de la Ley 20 para fomentar la exportación de servicios.

Para el año 2024, habrá cerca de 3,500 decretos que generarán más de 44,500 empleos, una inversión en nómina de más de $3,000 millones de dólares y nuevos recaudos por impuestos corporativos de cerca de $800 millones.

Y revitalizamos el turismo. El turismo es la primera industria que logramos sacar de la recesión. Los adelantos han representado $4,152 millones en actividad económica para Puerto Rico. Ese crecimiento no ocurrió por suerte. Responde, en vez, al liderato de Ingrid Rivera. La visión y el trabajo para hacerlo realidad es lo que ha echado pa’lante el turismo en Puerto Rico.

El mejor ejemplo tiene que ver con la industria de cruceros. Ha aumentado 46% en dos años, con un impacto económico de más de $240 millones de dólares, marcando un récord histórico.

En el aeropuerto nunca habíamos tenido tantos vuelos a Europa y América Latina como ahora. Iberia, Air Europa, Norwegian Air, ahora nos conectan con Europa. Avianca, Volaris, Seaborne, Insel Air, entre otros, ahora nos conectan con El Caribe y América Latina.

Y se hospedan aquí. Hemos añadido 500 habitaciones a nuestra oferta hotelera. Hoy hay más de 3,500 nuevas habitaciones de hotel en fases de financiamiento, permisos o construcción. Por eso crece el distrito de convenciones. Con los hoteles Hyatt House y el Hyatt Place, el Distrito del Centro de Convenciones finalmente cobra vida. Ahora tiene 779 habitaciones, un aumento de más de la mitad con relación al año 2012.

La agricultura ha vivido un cambio dramático, después de más de medio siglo de decadencia, aumentando el ingreso bruto agrícola en aproximadamente $200 millones y creando en este sector más de 7,000 empleos. La agricultura se expande por primera vez en más de 50 años.

Porque estamos convencidos de que nuestro crecimiento económico será más sólido en la medida que apoyemos a los empresarios de aquí, fortalecimos a nuestros pequeños y medianos empresarios con incentivos y protecciones que comparan con los que reciben empresas de manufactura. Dichos incentivos, incluyendo aquellos aprobados para jóvenes empresarios, han hecho posible la creación de sobre 3,200 empleos. En protección de nuestros empresarios locales implementamos estrategias que les permitieron exportar bienes, habiéndose registrado en el año 2015 las cifras de exportación más alta en diez años.

Sin embargo, no estamos conformes. Aunque la tasa de desempleo de diciembre – de 12.2% – es la más baja para un mes de diciembre en ocho años, la tasa de participación, aunque ha subido, debe aumentar mucho más.

Otro tema fundamental es la educación pública. Creemos que la educación es esencial para construir una nueva sociedad, iniciamos una transformación educativa que impacta desde la educación preescolar, hasta la Universidad. Administrativamente, reducimos la burocracia en 16%, redirigiendo los recursos a la escuela. Además, formalizamos el uso del método Montessori en nuestro sistema público. Cuando comencé había 19 escuelas públicas Montessori, hoy hay 49, en 27 municipios, incluyendo Vieques y Culebra. Aumentamos los pre-kinder en más de 50%, y hoy hay por lo menos uno en cada pueblo.

En el 2012, el 45%, casi la mitad, de los estudiantes de grado 12 de las escuelas públicas no tomaba el College Board. Hoy, porque ofrecemos el College Board gratis y en horario de clases, casi el 100% de los estudiantes de grados 12 y 11 de nuestras escuelas públicas toman el examen, logrando un aumento en la cantidad y la proporción de egresados de las escuelas públicas que entran a la Universidad. En 2011, el número de estudiantes de la UPR era 56,682. Hoy, con menos población, es de 60,008, y la proporción de estudiantes de escuela pública vis a vis los de la escuela privada, ha aumentado en 16%.

Uno de los temas más espinosos en la educación es el de Educación Especial. La monitoría la califica en puntos, igual que las notas, siendo 4.00 la nota máxima. 3.00 o más es cumplimiento. En 2012, la puntuación era 1.99, o sea D. La más baja que nos han dado. En 2015 fue 2.83, eso es B. La más alta que nos han dado. La meta es llegar a 3.00, cumplimiento, este año, por primera vez en la historia del caso. Vamos a poner esto en perspectiva, cuando este caso comenzó yo tenía 8 años. En aquel momento era inconcebible para Doña Rosa Lydia Vélez, que habría que esperar 36 años para que ella pudiera transigir satisfactoriamente su demanda. Habiendo transigido con Doña Rosa, nos estamos acercando finalmente a que brille la justicia a los niños de educación especial. Gracias por tanto Rafael Román.

Al asumir las riendas del gobierno en 2013, la seguridad pública se había convertido en un problema monumental. El cuatrienio pasado se cometieron 4,087 asesinatos. Fue el cuatrienio de más crimen en la historia. Al mismo tiempo, el Departamento de Justicia Federal había rendido un informe demoledor sobre las violaciones a los derechos civiles por la Policía de Puerto Rico y nos demandaron en 2012. Logramos un acuerdo con el Departamento de Justicia federal y comenzamos la transformación de la Policía.

Le metimos mano al asunto. Le devolvimos a la Policía su Academia y le imprimimos mayor rigurosidad al reclutamiento y el entrenamiento. Y, a pesar de los enormes retos fiscales, hemos invertido más de $48 millones en equipo para la Policía, incluyendo una nueva flota aérea.

El éxito de esta transformación demuestra la integridad de los y las policías está sobre la de los que pretendían utilizar esa institución para reprimir derechos.

¡Atrás han quedado las escenas de empujones y macanazos!

El año pasado terminó con 584 asesinatos, la cantidad más baja en casi 30 años. Junto a ustedes, con mayor colaboración de las autoridades federales, hemos reducido los asesinatos en 50% y los delitos Tipo 1 en general en 27%, comparados con el 2011. Gracias José Caldero y a todos los que colaboran en esa reducción histórica del crimen.

El tema de los derechos civiles es una de las grandes satisfacciones que tengo.

• Hoy las salas de emergencias médicas tienen que dar servicios a todo el mundo, sin preguntar por estatus migratorio.

• Hoy en el sistema público de enseñanza está prohibido preguntarle a una persona su estatus migratorio como condición para que pueda llevar sus hijos a la escuela.

• Hoy los extranjeros pueden obtener una licencia de conducir, abrir una cuenta de banco o cooperativa, independientemente de su status migratorio.

• Pronto, si se aprueba la legislación sometida, los extranjeros en PR podrán votar, independientemente de su status migratorio.

• Hoy en Puerto Rico un patrono no puede discriminar en el empleo basado en la preferencia o la identidad sexual y la Ley Contra la Violencia Doméstica nos cobija a todos y a todas.

• Hoy en Puerto Rico celebramos haber abolido el discrimen contra los que aman a alguien de su mismo sexo. Resultaba para mi inaceptable que Wilma y yo tuviéramos más derechos ante la Ley que Alberto y José o Lilia y Marta. Gracias, don César Miranda, por ayudarnos a todos a estar del lado correcto de la historia.

• A partir de este año los pacientes de algunas enfermedades crónicas podrán atender sus condiciones y aliviar sus dolores utilizando cannabis medicinalmente. Debe aprobarse el proyecto de despenalización del Senador Pereira, y para darle un verdadero golpe al crimen, y a la hipocresía, debe dársele consideración seria a la legalización. Yo estoy dispuesto.

Puertorriqueños, hoy somos un país más solidario y sensible, con menos discrimen, que hace 4 años, pero podemos hacer más.

Este camino ha tenido también muchas frustraciones. La traición, el cálculo político, el populismo, la falta de palabra y de carácter. Frustraciones que tienen que ver con propuestas que no salieron bien y con otras que no he logrado adelantar. Medidas que no he logrado impulsar y que hacen que haya renglones que no hayan mejorado más. Cargas de las que tengo que liberar aquí mi responsabilidad y mi conciencia.

Una de las que más, es que en 45 días los puertorriqueños van a pagar sus contribuciones sobre ingresos. Es un impuesto a la productividad del individuo. Propuse cambiarlo por un impuesto al consumo, no a la producción. No tuve éxito. Piedras en el camino lo impidieron. Si esa realidad no se cambia, el año próximo se cumplirán 100 años de planillas. En 1917 era lo aceptado. Hoy, en un mundo más maduro y avanzado no llegan a 40 los países que aún penalizan el trabajo con impuestos. Ante esa realidad injusta mi deber no es rendirme. Mi deber es luchar por cambiar lo que está mal.

Hace un año se debatía el proyecto que nos colocaría a la par con más de 160 países del mundo; el proyecto por el cual más del 80% de los puertorriqueños no pagaría impuestos sobre ingresos; el proyecto que le brindaba justicia a los que día a día laboran en esta patria nuestra. Hoy nuestra gente paga sus impuestos sobre ingresos, más el impuesto del consumo. Eso es malo para todo el mundo. En cualquier lugar del mundo 30% de contribuciones, más 11.5% de impuesto al consumo, es más que solo 15% de impuesto al consumo. Además, es necesario combatir la regresividad de todo tipo de impuesto. Así se defienden las clases pobres y necesitadas. Oponerse a lo planteado so color de defender los más débiles es un acto de hipocresía y maldad para adelantar los apetitos individuales y de grupo que hacen que dejemos de ser Pueblo.

Como Gobernador, como puertorriqueño, como padre de 3 hijos, reclamo de esta Asamblea Legislativa que corrija ese error. El país sabe quiénes son los que tienen que cambiar su voto. Eliminen los impuestos sobre ingresos. Exhorto a los puertorriqueños a que los próximos ejercicios electorales en junio y noviembre, sean de “Contribuciones sí o no”, que se sepa quién es quién, yo así lo haré, que el pueblo decida.

He tratado de resumir avances importantes y frustraciones dolorosas, que son parte de nuestro Estado de Situación.

Sin embargo, algunos de esos avances podrían estar en riesgo si no logramos una solución a la crisis fiscal que permita una reestructuración ordenada de las deudas del gobierno central y de las corporaciones públicas.

Algunos políticos y sectores de Wall Street utilizan el atraso de los estados financieros para seguir negando una crisis fiscal que es evidente. Unos porque están acostumbrados a que les mientan, otros porque les gusta mentir. Puedo entender la gula de un sector de Wall Street, porque sus intereses son distintos. Lo que no puedo entender, es que políticos puertorriqueños se unan a Wall Street contra Puerto Rico.

Todos necesitamos –particularmente nuestros ciudadanos más vulnerables– que solucionemos esta crisis este año. Hay que completar el trabajo que iniciamos. No podemos jugar a la política con un tema tan serio.

Estemos claros. Si el Congreso no actúa, a partir de mayo se vencen préstamos que hicieron otros gobiernos sin procurar ingresos suficientes para pagarlos. No hay dinero para hacer esos pagos. Tendría que dejar de pagarle a los policías, o a los maestros, o a los bomberos, o a los enfermeros del Centro Médico. En esa encrucijada, voy a escoger pagarle a los de aquí. Anticipo que nos van a demandar y que serán distintos tribunales, en y fuera de Puerto Rico, en litigios simultáneos los que pretenderán decidir quien cobra primero. A eso es a lo que nos exponen los que se oponen a que reestructuremos nuestra deuda.

A esos, el juicio de la historia los condenará por alta traición. Por haber estado a la venta, dispuestos a crucificar el bienestar de su gente a cambio de treinta monedas de plata en un “fundraiser” para sus campañas.

Al fin y al cabo, cuando se lleva a su realidad más simple, los seres humanos nos separamos en dos grupos: los que están a la venta y los que no nos vendemos.

No me da alegría ser el primer gobernador que les habla tan claro y tan franco sobre las finanzas públicas.

Es siempre tentador hacer lo que hicieron gobiernos anteriores; venir aquí a decir que lo había resuelto todo y que los del otro partido son los malos y nosotros los buenos. Pero eso no es verdad. La verdad es que todos los partidos han sido responsables de esta historia. En ambos hemiciclos con votos de los tres partidos se aprobaron medidas simpáticas que requerían préstamos. Gobernadores de ambos partidos cuadraron sus presupuestos con préstamos, y venían aquí a decir que todo estaba resuelto. Mal. Esas aguas trajeron estos lodos.

Ahora, por primera vez en nuestra historia, calculamos el déficit utilizando métricas del Fondo Monetario Internacional. A través de este análisis, concluimos que el déficit proyectado es mayor al que se pensaba al momento y que –sin reformas estructurales– en 10 años se duplicaría ese déficit.

Tan reciente como en enero, actualizamos el Plan de Ajuste Fiscal e informamos que la proyección se había agravado. Siempre, la verdad.

También sometimos nuestra información financiera al análisis de firmas externas. Sus informes dejan claro que, sin una reestructuración ordenada y sin la ayuda del gobierno federal, el gobierno de Puerto Rico se queda sin efectivo para pagar sus servicios más básicos, afectando negativamente a miles de ciudadanos. Es duro ser quien se los diga, pero esa es la verdad que otros gobernadores no les dijeron.

Le hemos dicho al país y al mundo que nuestra deuda es impagable bajo los términos en que fue contraída y que, por lo tanto, es necesario reestructurarla. No se trata de no pagar sino de replantear los términos de pago para dar oportunidad a que la economía se recupere y crezca.

Esa realidad la ha reconocido también la administración del Presidente Barack Obama. Le agradezco al Secretario del Tesoro, Jack Lew, y a su asesor principal, Antonio Weiss, por todo el esfuerzo que hacen por Puerto Rico.

Así que, si no fuera suficiente lo que les digo, o lo que les dice el Comisionado Residente, o los informes externos de expertos internacionales, ahí tienen el informe que presentó la administración Obama en febrero al Congreso, junto a su propuesta de presupuesto para el año fiscal federal 2017. También tienen la carta de enero de Jack Lew al Congresista Paul Ryan, que indica que Puerto Rico ha tomado medidas dramáticas para aumentar los ingresos y reducir gastos, los cuales, según confirma, se han reducido al nivel más bajo desde 2005.

Compatriotas:

Puerto Rico tiene que unirse en una sola voz ante el Congreso y ante nuestros acreedores. El esfuerzo que emprendimos el año pasado y que en diciembre nos ganó un compromiso de parte del Presidente de la Cámara federal, ahora exige mayor intensidad y unidad de propósito. Exige unidad a favor de las pensiones de nuestros retirados. Exige unidad a favor de la gente de a pie.

De ser aprobadas, las propuestas del Presidente Obama ayudarán a que Puerto Rico reestructure su deuda, crearán mejores condiciones para la recuperación económica y garantizarán que nuestro pueblo tenga los servicios de salud que se merece.

Los convoco a dar la batalla juntos.

También quiero hablarles a los que ven en la crisis fiscal una oportunidad para hablar de su tema favorito: el estatus.

De cara al futuro les digo, mientras continuemos divididos aquí, le damos excusas a los Estados Unidos para no actuar. Si queremos que algo suceda, todos los sectores políticos tienen que decidir afirmativamente respetar la diversidad de posturas. Como lo hemos intentado hacer en las últimas décadas, no ha funcionado. Esto es, cuando los populares hemos estado en el poder buscamos descualificar a los estadistas e independentistas. Cuando los estadistas han estado en el poder, buscan descualificar a los estadolibristas e independentistas. Los independentistas en algunos casos se han aliado a unos y a otros en el mismo esfuerzo de descualificación. El resultado es obvio, separados no llegamos a ningún lado. Si queremos de verdad adelantarlo, establezcamos procesos que permitan que los independentistas planteen libremente su opción, que los estadistas al igual y asimismo los estadolibristas. Sin miedo al resultado. Que el Pueblo decida.

Ahora bien, reducir la crisis fiscal al tema del estatus es simplista e irresponsable ante la realidad inminente de que el gobierno de Puerto Rico pierda su capacidad de proveer servicios esenciales a nuestro pueblo.

La gente de carne y hueso es más importante que el estatus. El día que los adictos del estatus sean más consecuentes con esta verdad tendrán más relevancia a los ojos de nuestro pueblo. Tenemos que procurar lo que nos une y evitar lo que nos divide.

Compatriotas, estoy convencido de que en este mundo tan complejo y tan lleno de retos, hay un espacio desde el cual podamos alcanzar una civilización más justa y más próspera. Sin embargo, ese es un espacio que nadie nos va a regalar. Ese es un espacio que nosotros tenemos que construir y defender.

Nuestro futuro es responsabilidad de todos los que llamamos a Puerto Rico“patria”. Para que haya menos basura en las calles, los municipios tienen que hacer más para recogerla pero necesitamos que menos gente tire basura. El Departamento de Educación tiene que seguir mejorando, pero para que la educación mejore necesitamos más padres y madres que se ocupen de que los niños no falten y hagan las asignaciones. Para quienes sus hijos sean lo sagrado. Tenemos que seguir bajando el desempleo pero necesitamos más gente dispuesta a trabajar.

Este tiempo tan difícil que nos ha tocado vivir debe servirnos de llamada de alerta a todos. Los cambios sólo ocurren cuando asumimos responsabilidad personal sobre nuestros propios destinos.

Este es nuestro país y el de tus hijos y nietos, y lo bueno o lo malo que hagamos hoy por Puerto Rico lo viviremos todos.

El cambio requiere que cambiemos todos.

Puerto Rico está a las puertas de un nuevo amanecer, mucho más próspero y más justo que el que nos ha tocado vivir durante la pasada década.

Como en todo amanecer, la luz batalla contra la oscuridad. Y como en todo amanecer, la luz prevalecerá.

Este es el tramo más duro de la jornada que iniciamos hace poco más de tres años. Salir de este tramo es fundamental para que el barco no haga agua y regrese al puerto de justicia social que anhelamos.

Las próximas generaciones habrán de juzgarnos, y de manera severa, por lo que logremos ahora. En nuestras manos está si ese juicio será condenatorio o de absolución.

Al igual que nos llegó la tormenta, llegará la calma. Y la calma siempre dura más que la tempestad.

Compatriotas, en este, mi último Mensaje de Estado, hago mías las palabras de Muñoz Marín: “Lo que se debe hacer se puede hacer”. Ese es el reto a nuestras conciencias y nuestras capacidades.

En conclusión, que el estado de situación del país es de grandes retos. Es el del momento de la tormenta donde se necesita más tenacidad en el timón y valentía en cubierta. Pero, sin miedo les digo, también está lleno de esperanza.

En fin, que ese es el estado de situación del país y este es el reto de la historia: o luchamos por seguir siendo Pueblo, o estaremos condenados a ser sólo aglomeración de apetitos e intereses individuales. Que la historia nos sorprenda luchando por seguir siendo Pueblo, por alcanzar una nueva aurora, y que así nos bendiga Dios.

Muchas gracias por darme el honor de servirles.

El Nuevo Día

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