Cuarenta años del golpe de estado en Argentina, 24 de Marzo 1976 – 2016 – Por José Muchnik

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Palabras de un viejo poeta: 30.000 x 40 = 1.200.000

No soy nadie, sólo un viejo poeta, no me quedan muchos años, no vengo a debatir ni a pronunciar verdades, no como vidrio espejismos promesas acrílicas, sí choripán crocante ñoquis al pesto mate amargo. Al que quiera prestar oído puedo prestarle recuerdos, disculpen, me agarró eso de contar, como abuelos junto al fogón antes de la tele y el smartfón, contar no por nostalgia, contar por contar, porque el mundo necesita ser contado, contar para seguir soñando con otro país otro mundo, soñar paz solidaridad justicia. Por eso sigo contando. Yo estaba allá ese 24 de marzo de 1976 en mi casita de Villa Sarmiento Haedo, salí a comprar pan encontré tanques, rodeaban el Policlínico Posadas, transformaron el centro de salud en centro de desapariciones. Una madrugada de junio me visitó un “grupo de tareas”, patotas paramilitares para ser más preciso, estábamos los cuatro, mi mujer mi hija mayor seis años mi hija menor nueve meses y el que les habla. Casa “revisada” con conciencia profesional, hasta el machimbre de la pared reventaron, pelota en el poste, en septiembre el exilio. Como dice el tango “veinte años no es nada”, menos aún cuarenta, hay noches que quedan clavadas en la memoria…

Les cuento que todo se multiplica…

… se multiplican víctimas ausencias llantos, se multiplican por años hijos nietos madrugadas. Se multiplican dolores por noches en grito recuerdos al rojo ecos vivientes. Se multiplican desaparecidos por angustias metros de profundidad esperas infinitas. Todo se multiplica, crímenes cicatrices mentiras. Todo y todos se multiplican. También ellos, los artífices de la infamia, sus hijos nietos uniformes también se multiplican, por vergüenzas vómitos repudios. Sus secretos también se multiplican por culpas traiciones precipicios. Todo se sabe, se fue se va sabiendo multiplicando, “chupaderos” listas negras vuelos de la muerte.

Les cuento que no hubo “dos demonios”…

… no hubo dos infamias, la hidra tenía una cabeza, la que organizó el plan de exterminio. Obreros estudiantes empleados públicos curas abogados poetas dibujantes… Eliminar todas las impurezas, todos los subversivos “zurdos de mierda”, subversivos los que contestaban el orden de finanzas y oligárquicas cremas, subversivos los que imaginaban en colores una sociedad más justa, subversivos los que pintaban ventanas en muros de hormigón para convocar otros horizontes. Les cuento que en este dulce país torturaron hijos delante de los padres violaron adolescentes robaron bebés recién nacidos… Les cuento que lo hacían en nombre de la patria, no fueron sólo “milicos”, abundaron complicidades, empresarios jueces medios de prensa políticos de tendencias diferentes …también “hombres de iglesia” daban sustento espiritual a criminales, actuamos en defensa de la “civilización occidental y cristiana”, así reconfortaban a los encargados de hacer el trabajo sucio, secuestrar torturar asesinar.

Les cuento que hubo un genocidio(1)… … ¿30.000? ¿20.000? ¿10.000? ¿Cuestionar cantidades o la esencia de las cifras? Digo genocidio, palpo la terrible palabra. ¿Un millón doscientos mil o un millón? de armenios masacrados por turcos. ¿Cinco o seis millones? de judíos masacrados por nazis, ¿Ochocientos o setecientos mil? tutsis masacrados por hutus ¿Dos o un millón y medio de camboyanos? masacrados por khmer rojos que querían purificar al pueblo khmer. Entren por puertas de derecha o de izquierda, todos los genocidios eligen un chivo expiatorio para purificar la sociedad, un responsable de los males sufridos, la impureza del cuerpo social que hay que eliminar para sanar, los impuros se van construyendo en un proceso histórico, diabolizándolos hasta que pierden su condición de seres humanos, entonces se los puede encerrar en campos de exterminación, atribuirles números en vez de nombres y apellidos, masacrarlos de cualquier manera, los impuros tampoco merecen humana sepultura, hornos crematorios fosas comunes cuerpos al mar.… Eso fue lo que sucedió en mi dulce país, poco importa la escala, buscaron purificarlo, una parte de los argentinos fue demonizada, ya no eran humanos, había que exterminarlos, por eso genocidio. Luego, aquí como en otras latitudes, la perfidia y lo pérfido cuestionan cifras para enrarecer el aire camuflar esencias ¿Hubo o no crímenes de lesa humanidad en nuestro dulce país? ¿Argentinos organizaron la exterminación de otros argentinos? ¿Por qué? … respondan señores.

Las palabras importan

Las maneras de pronunciar el mundo importan. ¿Desaparecidos de dónde? ¿Quién desapareció? ¿Jorge? ¿Guillermo? ¿El turco Lelel? ¿Saulito? ¿El Jaio Ernesto? ¿Mauricio? … Cada uno carga sus desaparecidos, ellos están presentes, treinta mil cada día más presentes, en familias amigos barrios universidades hospitales… presentes en las fundaciones de mi dulce país. Y si digo “Treinta mil inmortales” “Treinta mil eternautas” “Treinta mil símbolos”… después de todo nunca desaparecieron. ¿Veinte mil? ¿Diez mil?, les aseguro que una rebaja no cambiará la esencia del crimen. Nadie recordará a los pusilánimes, los inmortales eternautas símbolos permanecerán en la memoria colectiva, ella existe, como Historia terminan por encontrar su cauce a pesar de las mentiras.

Las palabras importan, llamar a las cosas por su nombre importa. Los vendedores de bolitas de colores hablan de globalización transparencia de mercado desarrollo sustentable… mientras prevalece fragmentación especulación opacidad de finanzas y un desarrollo
insostenible desde todo punto de vista (ecológico, económico, político, social…). Nuestro dulce país también fue empapelado electoralmente con palabras marketineras, cambiemos unidad nacional lucha contra la corrupción… ya en el poder el gobierno avanza en sentido contrario, agrava las grietas entre argentinos que pretendía cerrar, restaura nuestra sumisión a los SEFIKILL(2)… No, por favor, no sigamos con falsas polémicas, por supuesto que el gobierno anterior tuvo sus errores y sus corruptos, el único problemita es que en vez de corregir para avanzar, estamos como en el Ludo, sacamos la mala bolilla y retrocedemos siete casilleros.

Las ideologías también importan

Parecería que tener una ideología es una enfermedad, este viejo poeta les informa que es muy natural tener una, cada uno tiene la suya, un sistema de ideas y representaciones que influyen en nuestro comportamiento, social político cultural religioso… La historia abunda en ejemplos, racismo contra negros o indígenas, antisemitismo homofobia machismo… forman parte de ideologías, la creencia en leyes mercado que todo regulan o en dictaduras del proletariado salvadoras, también forman parte de ideologías. Elaborar un plan organizado para exterminar una parte de la sociedad argentina, también formó parte de una ideología, una concepción del mundo, un sistema de valores que justificó los crímenes cometidos. Las políticas económicas también están basadas en ideologías, los expertos en Marketing tratan de desideologizar y deshidratar el lenguaje, pago a fondos buitres, endeudamiento del país, miles de despidos, sería un problema de gestión. El país sería una gran empresa, la gestión es neutra, los CEO saben gestionar, normal que adoptemos una CEOcracia. Lo dicen ¿Lo creen? ¿Hipocresía y mentira se trasforman en moneda corriente?

Vale la pena seguir soñando

El mundo no gira en el buen sentido, no cambiaremos pintando fachadas sino reconstruyendo fundaciones, en el año 2001 frente a la gran debacle sufrida por nuestro país este viejo poeta escribió una nota “Somos todos argentinos”, dirigida a todos los que contemplaban nuestro desastre, copio el final, sigo pensando la mismo, yo también tengo una ideología. “Nadie irá muy lejos con algunos parches en las ruedas traseras, hay que reinventar las cosas más elementales…desde abajo…reinventar la democracia pues a fuerza de manosearla perdió su frescura. Inventar una « Democracia Ascendente », una Democracia que suba no que baje, que crezca en el campo, en patios, en barrios, que la gente recupere la palabra expropiada…reinventar el trabajo…todo este progreso que vuelve como boomerang…despidiendo, despreciando, denigrando…aniquilando obreros sabios y viejos saberes…inventar un trabajo creación, no castigo…para ganar el pan con el sudor de la alegría…que el hombre recupere el progreso expropiado…que un trabajo nuevo sea…Sin modelos, con decencia, dignidad y solidaridad, haremos camino al andar…Argentina es sueño inconcluso…el nuestro…¡el vuestro!”

1. Genocidio: Exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de religión o de política (Real Academia Española (2000). Diccionario de la Lengua Española (Tomo I)

Se entenderá por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso: a) Matanza de miembros del grupo; b) lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; d) Medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo; e) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo (Corte Penal Internacional 1998

2. SEFIKILL: SErial FInancial KILLers

*Poeta y antropólogo, autor, entre otras obras, de: Chupadero, 2005 Editorial El Farol, SEFIKILL (SErial FInancial KILLers), palabras para el nuevo milenio, 2014, ed. CICCUS.

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