Gobernador de Puerto Rico alerta al Congreso sobre la crisis fiscal
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, informó que los estados financieros auditados del año fiscal 2014 espera que estén listos para el próximo mes de abril.
García Padilla envío una carta, divulgada hoy, al presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Paul Ryan, en la que le da cuenta del borrador de estados financieros de 2014 dado a conocer la pasada semana, que según señaló, muestra claramente la crisis de liquidez que sufre Puerto Rico.
Durante la publicación del borrador, la pasada semana, la jefa de gabinete de García Padilla, Grace Santana, dijo que ante la falta de liquidez evalúan medidas de emergencia que incluyen la posibilidad de solicitar una moratoria en el pago de la deuda, que ronda los $72,000 millones.
En la carta dirigida a Ryan, García Padilla destaca la falta de liquidez del Gobierno para cumplir con todas las obligaciones financieras -vencimientos de deuda y prestación de servicios básicos a los ciudadanos.
Especifica que la falta de dinero en las arcas públicas puede hacer necesaria «legislación de emergencia» que incluya «una moratoria en el pago de la deuda», que, advierte, afectaría los derechos de los acreedores.
Las palabras de García Padilla dan respuesta a la demanda de Washington de los últimos meses de contar con información actualizada de las cuentas públicas del Gobierno de Puerto Rico antes de promover legislación favorable a la reestructuración de la deuda de la isla caribeña.
«El retraso en la culminación de los estados financieros se debe precisamente a las complejidades que presenta nuestra crisis fiscal actual», matiza el gobernador en la carta.
García Padilla resalta además en la carta que aunque la firma que audita las cuentas, KPMG, tiene previsto entregar sus informes en el mes de abril podrían darse atrasos imprevistos.
En la carta, enviada a Ryan, señala que «es inevitable una amplia reestructuración de la deuda» y que de lo que se trata es de ver si ésta se llevará a cabo de forma ordenada bajo estructura legal o bien «de forma caótica».
García Padilla insiste en que si el Congreso estadounidense no facilita legislación para que el Estado Libre Asociado pueda acogerse a una reestructuración de su deuda bajo legislación la consecuencia será un litigio interminable entre el Gobierno de la isla caribeña y sus acreedores.
Concluye diciendo que si Puerto Rico no puede acogerse a una ley de reestructuración de deuda la economía se deteriora todavía más, no se podrán prestar servicios mínimos a los ciudadanos y 3.5 millones de ciudadanos americanos en Puerto Rico «encararán un futuro todavía más incierto».