Diálogo Intereclesial por la Paz de Colombia se pronuncia sobre las negociaciones
Bogotá, D.C., 27 de enero de 2016
Señor
Juan Manuel Santos
Presidente de Colombia
Señor
Humberto de la Calle
Jefe negociador del Gobierno en la Habana
Señor
Sergio Jaramillo
Alto Comisionado de Paz
Señor
Frank Pearl
Comisionado para diálogos exploratorios con el ELN
Señor
Timoleón Jiménez
Comandante de las FARC-EP
Señor
Luciano Marín
Jefe negociador de las FARC-EP
Señor
Nicolás Rodríguez
Comandante del ELN
Referencia: Pronunciamiento de DiPaz sobre los últimos acuerdos.
Reciban un cordial Saludo
Los acuerdos sobre Víctimas y Verificación han afirmado la celeridad y la seriedad de las negociaciones. Como Diálogo Intereclesial por la Paz, DiPaz, hemos seguido y analizado el significado de estos acuerdos y la repercusión que tienen las medidas que se adopten. Fieles y firmes a nuestro llamado como parte de la sociedad civil colombiana que experimenta este momento oportuno (kairos ), expresamos nuestro compromiso de impulsar los componentes especificados de éstos acuerdos.
El acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto “Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición “que incluye la Jurisdicción Especial para la Paz; y Compromisos sobre Derechos Humanos, abre un camino en el resarcimiento de todas las víctimas en Colombia y nos ubica como sociedad en un nuevo escenario en el que iglesias y organizaciones eclesiales seguiremos cumpliendo con nuestro rol en pro de la Verdad, la Justicia, la Reparación y la Reconciliación.
Acorde con nuestra identidad, nuestras habilidades y capacidades dispuestas en DiPaz, nos sentimos parte de este acuerdo, fundamentalmente, en los objetivos concernientes a la satisfacción de los derechos de las víctimas, el enfoque territorial, diferencial y de género, la convivencia y la reconciliación y la legitimidad del proceso.
Así mismo, en el componente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, el acumulado en procesos de documentación de casos de víctimas de violaciones e infracciones a los Derechos Humanos con el que cuenta DiPaz, es nuestro deseo ponerlo al servicio del Sistema Integral propuesto por la Mesa de Negaciones. Las medidas restaurativas y reparadoras son acordes con nuestra concepción bíblica, teológica y pastoral de la Verdad y la Justicia. Por ello expresamos nuestro aporte para hacer que este Sistema Integral encuentre la más amplia aceptación en los sectores de la sociedad colombiana donde podemos incidir y nos disponemos a apoyar la puesta en marcha de dichas medidas.
Afirmamos la importancia del carácter simbólico en los procesos de búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto colombiano. La entrega digna de restos localizados posee un valor correspondiente con las diversas espiritualidades que habitan en los diferentes territorios de Colombia y de las cuales hacemos parte como DiPaz. Por ello expresamos nuestro compromiso cultico, litúrgico, de acompañamiento psicosocial y psicopastoral que se requiere en estos actos de Verdad y Justicia.
El acuerdo de Verificación del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de las armas afirma el rol que hemos cumplido durante los últimos seis meses en la Veeduría Social. Alienta nuestra postura de Acción Noviolenta, basada en el evangelio de paz de Jesús, el papel del mecanismo tripartito y la presencia de la Organización de las Nacionales Unidas, ONU, y miembros del CELAC, en este proceso bajo el modelo de observadores internacionales no armados.
Creemos que este modelo de verificación es fruto de lecciones aprendidas en otros países que han sufrido conflictos armados internos y en los que como iglesias y organizaciones eclesiales también hemos participado y aprendido. Es por ello que expresamos nuestro interés y disponemos nuestras capacidades para continuar realizando la veeduría social, desde los territorios, que aporten a este escenario de vital importancia con el firme deseo de avanzar en el camino hacia el fin del conflicto armado.
Sin embargo, caminar hacia el fin del conflicto armado debe ir de la mano de acciones efectivas que conduzcan al desmonte del paramilitarismo y de leyes que perjudican la distribución justa de la tierra. Es por ello que compartimos nuestra sería preocupación por el auge del fenómeno paramilitar con patrones claros de incremento en diferentes regiones del país.
Por otro lado, llamamos al Gobierno y a las FARC-EP a avanzar en los temas que quedaron pendientes de los acuerdos parciales, en particular lo relativo al Desarrollo Agrario Integral. La extranjerización de las tierras, el latifundio y la soberanía alimentaria son temas sensibles para las colombianas y los colombianos y su solución, conforme al principio evangélico de Justicia, es el sustento efectivo de una paz estable y duradera. Sería un signo esperanzador si el presidente Juan Manual Santos se abstiene de sancionar la ley de Zonas de Interés de Desarrollo Rural Económico y Social (Zidres) que va en contravía del primer punto acordado. Persistimos en el llamado del profeta Isaías a los acaparadores de tierras: “¡Hay de los que juntan casa con casa y campo con campo acaparan, hasta ocupar todo el sitio y quedarse solos en medio del país!” (Isaías 4,8).
Expresado todo lo anterior, afirmamos los avances descritos en los acuerdos y reconociendo el importante momento que vive el proceso de conversaciones, como DiPaz queremos solicitarles a las delegaciones del Gobierno nacional y a las FARC-EP un espacio de diálogo para expresar nuestra afirmación al proceso y para ampliar los temas que como DiPaz estamos en disposición acompañar en esta etapa de implementación y construcción de paz.
Finalmente, basados en la esperanza y en los avances que significan estos últimos acuerdos y con la memoria viva del sacerdote que tanto nos llamó a la unidad, Camilo Torres, animamos al Ejército de Liberación Nacional, ELN, y al Gobierno Nacional, dar inicio formal a las conversaciones. Creemos que este paso fundamental por parte de esta guerrilla y por parte del gobierno reafirmaría el avance logrado con las negociaciones y ensancharía el momento oportuno que vivimos como país.
De ustedes atentamente,
Diálogo Intereclesial por la Paz, DiPaz.