Con delegaciones de los 33 países, la Celac celebra en Ecuador la IV Cumbre de jefes de Estado con el foco puesto en la erradicación de la pobreza
La IV Cumbre de Presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que acoge hoy miércoles Ecuador, como presidencia pro tempore del bloque, buscará una agenda que permita apretar el paso en la lucha contra la pobreza extrema y las inequidades en el continente más desigual del planeta.
Ese compromiso reúne en la Mitad del Mundo, a unos 15 kilómetros de Quito, a una veintena de mandatarios de la región, a tres vicepresidentes y a delegaciones de los 33 países miembros, que debatirán acerca del imperativo que se ha planteado esta agrupación para salvar de las pésimas condiciones de vida en que viven 165 millones de personas en esta área geográfica, y de ellas 69 millones en extrema pobreza.
El debate se producirá en torno al borrador de la Declaración Política, el Plan de Acción de Celac en 2016 y una veintena de Declaraciones Especiales que han presentado los países en temas diversos, por ejemplo, la necesidad de frenar el cambio climático, exponer el avance del proceso de paz colombiano y recabar apoyo del bloque para la observancia de los acuerdos; la demanda cubana para que sea devuelto el territorio que ocupa la Base Naval de Guantánamo, y la petición de Haití para el apoyo a la democracia en la nación caribeña, entre otras.
El jefe de la diplomacia de Ecuador había adelantado en la últimas semana que la llamada ‘Agenda 2020’, propuesta por Ecuador, será sometida a consideración de los delegados, pero probablemente continuaría negociándose en los próximos meses de este año.
Patiño argumentó que debido a que no existía la integración que puede exhibir actualmente la región, se han presentado dificultades para recabar estadísticas, otras de tipo conceptual y citó entre los temas pendientes del mandato ecuatoriano en Celac los económicos y los relativos a la gestión de la prevención de desastres naturales.
Al inaugurar la cita de cancilleres, el jefe de la diplomacia ecuatoriana reconoció el papel de estas citas, realizadas, dijo, “por nuestros propios medios” y “sin tutelajes”. Con anterioridad había señalado que lo más importante de la IV Cumbre será que los estadistas puedan alcanzar el mayor consenso posible.
Detalles de la IV Cumbre de Celac en Ecuador
Más de 500 periodistas de diversas naciones se acreditaron para reportar la cita, fundamentalmente de Suramérica, según confirmó a la agencia Andes una fuente de la Cancillería de Ecuador, país que entregará la presidencia pro tempore a República Dominicana para que se ejerza en este cargo en 2016.
El edificio de Unasur ha sido engalanado en sus exteriores con banderas de los 33 Estados miembros de la Celac que estarán representados en la magna cita.
A su arribo a la sede, luego de transitar hasta la Ciudad de la Mitad del Mundo en una vía resguardada con la protección correspondiente a su investidura, las dignidades caminarán por sobre una alfombra roja que los conducirán a la entrada del edificio, donde ha sido ubicado un arreglo de varios miles de rosas cultivadas en este país andino, las que dibujan en una singular valla el logotipo de Celac.
Los presidentes serán recibidos por los anfitriones, el presidente Rafael Correa y su canciller, Ricardo Patiño, en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Al interior de la majestuosa construcción inaugurada en 2014 fueron colocados motivos artesanales nacionales, como cestos tejidos y adornos florales con rosas ecuatorianas de diversos colores, y a la entrada del Salón de Presidentes unos ‘colibríes’ (o quindes), símbolos de la ciudad de Quito que los acoge.
En la explanada contigua al edificio de Unasur -que lleva el nombre del exmandatario argentino Néstor Kircher- exctamente frente a la entrada sitio turístico del Monumento a la Mitad del Mundo ha sido dispuesto un helipuerto, donde una aeronave permanecerá en la máxima disposición para atender cualquier emergencia.
Se espera que la IV Cumbre de Celac persista en el propósito de continuar reduciendo los niveles de indigencia, que bajaron de 2002 a 2014 en un 40%, aun pese a las circunstancias económicas complejas que azotan en el mundo y con fuerza a esta región.
Celac: OEA, CIDH y el rol de la prensa, en posible agenda del Ecuador
La coyuntura internacional, la “Agenda 2020” del bloque, las dificultades económicas que atraviesa la región y un pedido de Colombia para que se incluya el tema del proceso de paz con la guerrilla de las FARC, son los temas de centrales que abordarán los mandatarios de la Celac durante la IV Cumbre en Quito hoy miércoles 27 de enero de 2016.
Sin embargo, no se descarta que la delegación del Ecuador, encabezada por el presidente Rafael Correa solicite la incorporación de tres temas adicionales para el debate.
La semana pasada, en el Palacio de Gobierno, el mandatario ecuatoriano comentó que en estas cumbres también se debería poner a discusión la necesidad de que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) reemplace a la Organización de Estados Americanos (OEA), para ayudar a la consolidación de ‘la patria grande’ latinoamericana.
Correa puso de manifiesto el ‘contrasentido’ de que un foro en el cual se sostienen polémicas políticas entre los países latinoamericanos tenga su sede en Washington (Estados Unidos), en alusión al organismo interamericano. «Nuestra perspectiva es que ojalá, muy pronto, la CELAC reemplace a la OEA», afirmó el mandatario.
Para Correa, «resulta inaudito que en pleno siglo XXI los países latinoamericanos y caribeños tengan que acudir a Washington, donde tiene su sede la OEA, para dirimir sus diferencias».
¿Qué sentido tiene que Ecuador vaya a discutir individualmente con Estados Unidos?, cuestionó Correa, y volvió a insistir en la creación de un Sistema Latinoamericano de Derechos Humanos en sustitución de la actual Comisión Interamericana de Derechos Humanos Cidh cuya sede también está en Washington.
La CIDH está integrada por 19 países en los que no consta Estados Unidos y bajo este argumento, Correa dijo que apelaba porque la nueva sede de la Comisión se instale en un país latinoamericano.
«Como es posible que la sede esté en un país que no es miembro del Pacto de San José, que no ha ratificado ninguno de los instrumentos», manifestó el Primer Mandatario.
Pero, esta tesis podría volver a perder fuerza por el rechazo que presentaron algunos sectores de la sociedad civil a este planteamiento en la reunión extraordinaria de la OEA en Washington en 2013 donde los delegados de varios países pidieron que se evite un debilitamiento de la CIDH.
Correa planteó además que los gobiernos de la región deberían establecer formas de control a los excesos de la prensa y su rol. Al cónclave de hoy está confirmada la asistencia de 20 jefes de Estado, entre presidentes y primeros ministros, y los vicepresidentes de Uruguay, Cuba y El Salvador.
La paz en Colombia, tema central en Cumbre de la Celac
Con la resolución de la ONU lista, el espaldarazo de la Unión Europea y el camino en la región más que allanado, el presidente Juan Manuel Santos asiste hoy en Quito (Ecuador) a una cita crucial para el proceso de paz colombiano. Ante los jefes de Estado y delegados de los 32 países que componen la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el primer mandatario tendrá la misión de explicar la importancia de la decisión unánime del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de crear la misión que se encargará de verificar el cese del fuego bilateral y definitivo con las Farc. Un proceso en el que, según lo acordado en las negociaciones de La Habana, el organismo regional jugará un papel determinante.
“Iré a la cumbre de la Celac para formalizar su contribución en esta misión especial (…) Voy a agradecer también el respaldo unánime de toda América Latina y el Caribe para terminar el último conflicto armado del hemisferio”, manifestó Santos antes de iniciar su viaje.
La misión de verificación plantea un reto importante para la joven comunidad, que lleva cuatro años en operación. Y la tarea no es de poca monta. Según lo pactado por los equipos negociadores del Gobierno y las Farc en la mesa de diálogos en Cuba, observadores de los países miembros de la Celac —elegidos por la ONU— serán los encargados de hacer el monitoreo del cese del fuego y el desarme, una vez se firme el acuerdo de paz definitivo con la guerrilla.
En su camino para constituirse como un bloque de poder determinante en la región y con un papel mucho más predominante que el de la Organización de Estados Americanos (OEA), la misión de verificación se presenta como una oportunidad para que la Celac afiance su rol como escenario de concertación política, capaz de coordinar acciones en favor de la resolución de conflictos intrarregionales. Podría ser también la coyuntura que se necesitaba para acallar las críticas de quienes creen que tan sólo se trata de un foro regional sin verdaderas capacidades de producir resultados determinantes. Y las expectativas de la comunidad internacional en ese sentido son altas.
En el documento de la resolución, por ejemplo, Naciones Unidas aseguró que el Consejo de Seguridad está a la espera de las contribuciones que los estados miembros de la Celac harán a la misión, mientras la Unión Europea, a través de la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, señaló que la comunidad “tiene una gran oportunidad de participar una vez más en la estabilidad regional y mostrar solidaridad hacia Colombia al participar en esta misión”.
Por eso, la aprobación de la resolución para la misión de verificación por parte de la ONU no pudo llegar en mejor momento. Sobre todo para el presidente Santos, que tendrá el espacio ideal para poner sobre la mesa el tema de la paz en el contexto regional. El jefe de Estado sostendrá diferentes reuniones con varios de los 33 presidentes y representantes de la Celac, y no se descarta un encuentro con Jeffrey Feltman, secretario adjunto para asuntos políticos de la ONU, quien asiste a la cumbre en representación del secretario general Ban Ki-moon.
Y mientras llega la hora de la verdad para Santos, la canciller, María Ángela Holguín, adelantó ayer la tarea. En el marco de la cumbre, participó en la IX Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores, durante la cual se revisó la agenda del encuentro y se aprobaron los compromisos y documentos que serán adoptados por los mandatarios en diferentes temas, entre ellos el proceso de paz de Colombia. La discusión de los jefes de Estado también girará en torno a la fijación de una agenda de trabajo hasta 2020 para erradicar la pobreza extrema en los países de la región.
Los acuerdos que se logren en la cumbre de Quito serán cruciales en la etapa final del proceso de negociaciones con las Farc, sobre todo si se tiene en cuenta que con una fecha límite ya definida —23 de marzo— para la firma del acuerdo final entre Gobierno y Farc, los tiempos comienzan a ser el punto clave.
Según explicó la canciller Holguín, la comisión de verificación del fin del conflicto, que tendrá un mandato de 12 meses (prorrogables), estaría lista en máximo tres meses, es decir, un mes después de la fecha límite establecida por las partes. “Vamos a ver cuánto se demora las Naciones Unidas. Yo calculo que podrían ser unos dos o tres meses porque necesitan conseguir los verificadores y su capacitación”, subrayó.