Debaten en Barcelona sobre el cambio de ciclo en Argentina – Por Paula Mirkin (Especial para NODAL)
El Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) dedicó un espacio a la reflexión y el debate sobre el cambio de escenario en Argentina ante el resultado de las última elecciones presidenciales que dejó como ganador al frente Cambiemos, liderado por Mauricio Macri.
Unas 40 personas – barceloneses curiosos en su mayoría y unos cuantos argentinos – acudieron a la cita que comenzó a la hora indicada pero no parecía tener fin, de tantos temas que quedaban abiertos y preguntas sin responder. Los tres expertos que presidían la mesa panel fueron Andrea Bianculli, investigadora de IBEI (Institut Barcelona d’estudis internacionals), Santiago Villar, investigador senior de CIDOB para América Latina y la moderadora, Anna Ayuso también experta en América Latina.
Durante la primera media hora los investigadores argentinos Andrea Bianculli y Santiago Villar dieron su punto de vista sobre temas puntuales como ser por qué el kirchnerismo pierde las elecciones, qué se espera de este cambio de etapa, y los principales problemas económicos que acechan al país.
Andrea Bianculli da inicio al debate: “Se pierde las elecciones por dos cosas: la primera son los errores en la campaña electoral. Scioli instauró todo un discurso del miedo que no era lo que la gente necesitaba. Su liderazgo, a la vez, competía con el de la presidenta y se hizo visible la escisión interna en el kirchnerismo. La segunda razón de la derrota está en la miopía del gobierno. La falta de percepción de problemas comunes de la sociedad y el hartazgo generalizado, fomentaron la polarización social”.
La investigadora de IBEI ha criticado el apoyo del sector educativo como la Universidad de Buenos Aires, y entes culturales como así también representantes de la cultura argentina, al apoyo a Daniel Scioli. “Es una paradoja porque son esos los sectores que deberían privilegiar la libertad en la elección”.
Santiago Villar, más moderado e imparcial en su intervención, se vuelca rápidamente a los números. Datos concretos. Explica el estado en el que se encontró al país Néstor Kirchner allá por el 2003, y dibuja un escenario complejo pero bastante más alentador para Mauricio Macri.
“Néstor Kirchner asume con 100.000 millones de dólares de deuda, y un 110% de deuda sobre el PBI”, tras refrescar números, describe el proceso por el cual se llegó a saldar y reestructurar el 93% de esa deuda en 2010 y se llega al conflicto del 7% y luego al 0,5% de los fondos buitres, lo que le queda a Macri. “Si bien la deuda nominal es mayor a la de 2003, lo que vale la deuda sobre el PBI ahora, no llega al 50%”.
Sobre el pago a los fondos buitre, “desde mi punto de vista la única salida es seguir negociando y buscando consenso internacional”.
Ahora bien, ¿qué debería hacer Macri con la economía argentina? “Lo urgente está por encima de lo importante. En primer lugar bajar la inflación, renegociar la deuda con los buitres y reducir el déficit fiscal”, dice confiado Villar.
Las preguntas en la sala no se hacen esperar: ¿Cambiemos es como el PP – Partido Popular que representa la derecha española-?, ¿Acaso Macri no es un ultraliberal? ¿Hay un giro a la derecha en América Latina?
Estas preguntas han inquietado a los expertos, quienes responden ahora con más compromiso. “Más que el PP yo diría que es Ciudadanos”, dice entre risas incómodas Andrea Bianculli, pero luego se aclara y asegura que encorsetar a los partidos de diferentes orígenes es perder matices y no lleva a ningún lugar.
“Macri en lo económico hará lo posible para acceder al crédito. Con respecto a si es ultraliberal, no nos fue bien con esa experiencia en los 90’ y no creo que ningún argentino quiera volver a eso. Que es más liberal que los Kirchner, seguro”, afirma Villar.
Andrea Bianculli responde a la pregunta que todos nos hacemos, ¿Se está dando un giro a la derecha en América Latina? “No me animaría a hablar de un giro a la derecha en América Latina, va todo muy rápido. Los cambios económicos y políticos se han acortado mucho en la región”, asegura.
Casi media hora después de lo estipulado, los participantes abandonan la sala porque el CIDOB debe cerrar. Pero el debate y las discusiones cara a cara entre expertos y miembros del público se ponen más interesantes a la salida del edificio, en las calles del Raval en Barcelona.