«Me parecería muy positivo para la Argentina que hubiera un cambio en el poder. Y si una victoria de la oposición en la repercutiera además en las elecciones legislativas de Venezuela el 6 de diciembre, sería una maravilla» – Fernando Henrique Cardoso, expresidente brasileño

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«El resultado en los comicios argentinos me animó mucho»

Autodeclarado «argentinófilo», el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso comenzó la entrevista con LA NACIÓN haciendo él las preguntas. Quería saber exactamente cómo se estaba sintiendo en la Argentina el imprevisto revés que sufrió el kirchnerismo en la primera vuelta electoral del último domingo, y qué posibilidades reales hay de que Mauricio Macri termine consagrándose en el ballottage del 22 de noviembre.

«El resultado me sorprendió y me animó mucho. No porque Macri y yo tengamos las mismas ideas, sino porque lo que se hizo en la Argentina en los últimos tiempos, con Cristina Fernández de Kirchner, fue desastroso. Me parecería muy positivo para la Argentina que hubiera un cambio en el poder; creo que llegó el momento. Y si una victoria de la oposición en la Argentina repercutiera además en las elecciones legislativas de Venezuela (el 6 de diciembre), sería una maravilla. Porque en Venezuela tampoco se puede seguir así», señaló entusiasmado el político socialdemócrata, quien resaltó la importancia de la alternancia en el poder.

Para él, los cambios de gobierno renuevan las esperanzas, las energías de los países. «No hay fórmulas mágicas para evitar la corrupción, el mal gobierno; por eso hay que dar oportunidades a otros, para que se corrijan las cosas en las que se cometieron errores», apuntó Cardoso, quien en su libro Diarios de la presidencia cuenta la buena sintonía que tuvo con los gobiernos de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde.

«Me dio mucho gusto poder trabajar en acercar a nuestros países, alejar aquellos fantasmas de rivalidad y tensión del pasado, que hoy afortunadamente son inimaginables gracias a los primeros pasos que dieron Raúl Alfonsín y José Sarney para la creación del Mercosur. Menem, con quien más tiempo compartí, entendió la necesidad de que la Argentina y Brasil tuvieran una relación más estrecha. Mi única crítica es que él pensaba que para recuperar espacios la Argentina tenía que vincularse umbilicalmente a Estados Unidos, algo que Brasil nunca hizo, siempre mantuvo una distancia», destacó.

Hoy, en la Argentina, Cambiemos se encuentra casi en la misma situación en la que hace un año estaba el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB); dio una sorpresa en la primera vuelta y lo dejó con envión suficiente como para competir al mismo nivel con el oficialismo en el ballottage. Sin embargo, en Brasil, al final Dilma Rousseff ganó la reelección por apenas tres puntos frente a su rival socialdemócrata, Aécio Neves. Con ese antecedente, Cardoso no dudó en dar algunas recomendaciones a Macri en su disputa con Daniel Scioli, del Frente para la Victoria.

«Hay que aprovechar la fuerza que dio la primera vuelta, no parar ni un segundo la campaña. Otra cosa importante es no menospreciar las alianzas, con Sergio Massa sobre todo, porque esa habilidad de lograr consensos es lo que hará que la gente confíe en que Macri tendrá la capacidad para gobernar después a todos. Además, hay que cuidarse de no generar odios, sino mantener un discurso de unidad. Y, por último, diría que los gestos son importantes, la gente debe sentirlo cerca; tiene que vencer el prejuicio de que pertenece a una clase alta, no con palabras, sino con gestos de acercamiento a personas de todo tipo», especificó el sociólogo poniéndose casi en el lugar de un asesor de campaña.

La Nación

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