Ecuador: el presidente Rafael Correa ve poco probable presentarse a la reelección en los comicios de 2017
El presidente Rafael Correa ve poco probable presentarse a la reelección en las elecciones de 2017. Bajo las actuales condiciones está impedido de hacerlo, pero la Asamblea Nacional tramita una enmienda constitucional que suprimiría los límites a la cantidad de postulaciones.
El Mandatario ofreció una entrevista a la cadena Telesur, desde Riad, donde participó en la cumbre entre los países árabes y sudamericanos. En el diálogo, Correa consideró que la oposición ecuatoriana está dispersa, por lo que Alianza PAIS no tendría problemas en retener la presidencia en dos años.
Para el gobernante, cualquier figura de PAIS podría triunfar en los comicios, aunque aclaró que está dispuesto a obedecer los lineamientos del movimiento político. Sin embargo, destacó el enorme sacrificio que ha hecho su familia y que su voluntad es no buscar un nuevo periodo.
Falta casi un año y medio para las elecciones presidenciales de 2017 y aunque no cesan llamados a la unidad en la oposición, no hay nada concreto aún. El pasado 4 de noviembre, en Loja, se convocó a reunión a Guillermo Lasso, Salvador Quishpe, Carlos Pérez Guartambel y Mesías Tatamuez, pero ninguno fue.
DATOS
Actualmente la Constitución limita la reelección presidencial a dos periodos consecutivos, lo que obligaría a Rafael Correa a dejar Carondelet en mayo de 2017.
Luego de las elecciones seccionales de febrero de 2014, el presidente Rafael Correa denunció una restauración conservadora y revaluó su decisión de no presentarse a un nuevo periodo.
Desde ese entonces y hasta ahora, Correa ha indicado su deseo de no seguir en el cargo, pero ha reconocido que estará en el lugar que su movimiento, PAIS, lo requiera.
En las últimas semanas Correa se ha mostrado más propenso a que otra figura de PAIS lo releve en la Presidencia de la República. Eso abriría las puertas a una contienda al interior de las listas 35 por la candidatura presidencial.
Cada uno presentó sus excusas, pero del lado de la izquierda alineada al extinto MPD y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) siempre se evita la foto con Lasso.
El exbanquero, que quedó en un lejano segundo lugar en los comicios presidenciales de 2013, ya ha expresado su deseo de presentarse en 2017.
Pero las apariciones públicas del líder de Creando Oportunidades (CREO) han disminuido considerablemente.
Primero intentó, sin éxito, convocar a una consulta popular sobre las enmiendas y luego mostró un discurso crítico sobre el modelo económico del Gobierno.
Pero en un plano mediático es el exvicepresidente Alberto Dahik quien se ha convertido en el principal contradictor económico del Ejecutivo. No hay ningún medio nacional donde el exsegundo mandatario no haya sido entrevistado.
Lasso intentó liderar las protestas de mediados de año contra las leyes de herencias y plusvalías, pero fue opacado al poco tiempo por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, con su multitudinaria marcha del 25 de junio.
De su lado, el burgomaestre forjó una alianza con su colega de Quito, Mauricio Rodas, y el prefecto de Azuay, Paúl Carrasco. Pero desde ese entonces no han vuelto a reunirse.
La Unidad se formó, según reconoció el propio Carrasco, para ser una alternativa en 2017, pero ningún avance se ha hecho público.
Uno de los dirigentes de la protesta de mediados de año fue el asambleísta Andrés Páez, quien encabezó una caravana motorizada al aeropuerto de Quito para recibir a Correa que venía de Europa.
Fue su momento cumbre porque las posteriores convocatorias no volvieron a tener la misma afluencia. Es lo mismo que ocurrió con los llamados a protestar de la dirigencia indígena.
Ahora está en la palestra pública, Ramiro González, máximo dirigente de Avanza y exfuncionario del Gobierno. Su participación en el debate económico lo ha convertido en el principal blanco de PAIS.
Su acusación de que los hermanos Isaías habían financiado la campaña de Correa le ha valido a González un llamado a confesión judicial. Él ha respondido con críticas al modelo económico del Gobierno.
Una oposición dividida tendría muy difícil llegar a la Presidencia, pero podría fortalecerse en la Asamblea. Y eso fue señalado por Correa en su diálogo con Telesur. Advirtió que sus detractores buscarían dominar el Legislativo para desde allí chantajear.