Colombia: para las Farc el proceso de paz atraviesa por un tramo de dificultades
Reiteraron que el plazo para la paz no comenzará hasta cerrar tema justicia.
La delegación de las Farc en los diálogos de paz de La Habana dijo hoy que el plazo de seis meses para firmar la paz con el Gobierno no podrá «activarse» en tanto no se cierre el acuerdo sobre justicia transicional, que «se creía sellado» desde el pasado 23 de septiembre.
«Hasta el día de hoy el Gobierno no da por cerrado el acuerdo sobre la jurisdicción especial para la paz que se creía sellado desde el 23 de septiembre pasado», advirtió el jefe negociador de la guerrilla, Iván Márquez.
Márquez advirtió que «mientras esto no ocurra, no podrá activarse el reloj de los seis meses convenidos para la firma del Acuerdo Final», plazo anunciado el pasado septiembre en La Habana por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el máximo jefe de las Farc, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’.
En aquel histórico encuentro, que incluyó un apretón de manos de Santos y ‘Timonchenko’ en presencia del presidente cubano, Raúl Castro, gobierno y guerrilla suscribieron el acuerdo para crear una jurisdicción especial para la paz, que juzgará a los responsables de crímenes de lesa humanidad, tanto de la guerrilla como de agentes del Estado, pero amnistiará los delitos políticos.
En el comunicado leído este miércoles por Iván Márquez, la guerrilla afirma que el proceso de paz pasa por «un tramo de dificultades» que deben «ser resueltas de inmediato» para garantizar el progreso de negociación, que tiene en el tema justicia uno de sus principales escollos.
«Lo primero que debemos hacer es cerrar el camino equivocado de las decisiones unilaterales en torno a temas que deben ser consensuados por las partes», precisó la insurgencia, que señaló que «persistir en el error lo único que lleva es al fracaso», en referencia a los instrumentos legislativos para la refrendación de los acuerdos de paz que «se impulsa a rajatabla en el Congreso de la República».
La guerrilla dijo que la posición de «agilizar» las conversaciones en La Habana y «desescalar» (reducir) el conflicto en Colombia, está «chocando» con la «incoherencia» de los operativos militares contra los insurgentes, lo cual pone en «riesgo» el alto el fuego unilateral que mantienen desde el pasado 20 de julio.
«Necesitamos apaciguar la crispación de los ánimos, para poder avanzar serenamente», continúa el texto de las Farc, que además propone un enfrentamiento conjunto al «fenómeno del paramilitarismo» antes de «hablar de concentraciones de fuerzas» y «acelerar veedurías» para establecer una tregua bilateral.
Ante todo se debe discutir sobre las medidas a impulsar «como garantía de no repetición», el rol de las Farc durante la paz, la salida de la guerrilla de la lista de organizaciones terroristas, el diseño de las normas de amnistía, y el tratamiento diferenciado a la insurgencia dentro de esta jurisdicción especial, advirtieron.
Las Farc y los negociadores del Gobierno iniciaron ayer un nuevo ciclo de negociaciones con el reto de avanzar hacia una tregua bilateral antes de fin de año, la cual prepararía el camino para el acuerdo final que, de acuerdo al plazo propuesto, se firmaría antes de finalizar marzo de 2016.
El proceso de paz atraviesa por un momento de dificultad: Iván Márquez
El jefe negociador de las Farc se refirió a la decisión del Senado de haber “negado la posibilidad de que la guerrilla participe en política”.
El jefe negociador de las Farc señaló que hay que cerrar el camino a las negociaciones unilaterales, en torno a temas que deben ser consensuados por las partes del proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla.
Además, reiteró su rechazó al denominado acto legislativo que, según él, está condenado al fracaso.
Agregó que hasta que no se dé por cerrado el acuerdo sobre jurisdicción especial para la paz, no podrá activarse el reloj de los seis meses convenidos para la firma del acuerdo final.
Márquez expresó preocupación por el incumplimiento de lo consensuado en torno a agilizar en La Habana y desescalar en Colombia, lo cual “está chocando con la incoherencia del desarrollo de operativos militares contra los frentes de las Farc en tregua unilateral (…), colocando en riesgo su continuidad”:
Se cuestionó por qué seguir manteniendo a las Farc en la lista de organizaciones terroristas y no considerar el modo de realizar “sin sobresaltos el tránsito de organización armada a movimiento político legal”.
Finalmente, llamó a apaciguar los ánimos para avanzar serenamente en los asuntos que quedan por resolver.