Paraguay: estudiantes secundarios y universitarios marchan contra la corrupción y firman acuerdo de apoyo mutuo

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Los estudiantes secundarios y universitarios se unieron ayer en contra de la corrupción y por el saneamiento de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) firmando un acuerdo en la lucha por una mejor educación.

Bajo la consigna «unidad estudiantil», miembros de  la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes)  y estudiantes de  la Universidad Nacional de Asunción (UNA) sacaron anoche la tarjeta roja a la corrupción durante una movilización que culminó con la firma de un acuerdo de apoyo mutuo entre ambos sectores.

El punto de encuentro fue la Facultad de Filosofía en Sajonia. Hasta aquí llegaron las delegaciones de las diferentes facultades de la UNA para apoyar a sus compañeros en vigilia desde hace unas semanas exigiendo la renuncia de la decana María Angélica González de Lezcano.

Con tarjetas rojas en mano, banderas, pancartas y batucada, los cientos de estudiantes salieron a las calles con dirección al Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para el acto simbólico de la firma de alianza entre secundarios y universitarios.

«Esta unidad que se está dando ahora es una demostración de fuerza y una oportunidad de concienciar que la educación nos involucra a todos», dijo Ernesto Ojeda, vocero de la Fenaes.

Fernando Krug, vocero del movimiento #UNAnotecalles, comentó que los universitarios toman como propias las reivindicaciones de los secundarios y estos consideran como suya la lucha por un cambio de la estructura en la UNA. «Hemos demostrado una cohesión tan grande que hoy decidimos salir a la calle juntos», comentó.

Además de la renuncia de la decana González, los universitarios le exigen lo mismo a Lorenzo Meza, decano de Agronomía, y María Teresa Pino, de Ingeniería. En Medicina piden la renuncia de los hermanos Jaime y Emiliano Ibarrola, así como la de Gustavo Rodríguez Andersen, todos docentes.

Primavera estudiantil. Los secundarios y los universitarios hicieron historia en las últimas semanas de setiembre consolidándose como una fuerza de cambio que se materializó en la serie de movilizaciones, marchas y sentatas que realizaron en todo el país.

Primero fueron los estudiantes secundarios cuando el pasado viernes 18 de setiembre realizaron la Marcha Nacional de Colegios Públicos y Privados. Por primera vez en décadas alumnos de colegios públicos y privados se unieron bajo la consigna: «La educación es un derecho de todos». Los adolescentes llamaron la atención de todos con las sentatas, las protestas pacíficas con las que se hacían notar las falencias del sistema educativo.

También los estudiantes de la UNA salieron a las calles ese día histórico para acompañar las reinvindicaciones de los secundarios, pero con una exigencia particular: la renuncia del rector Froilán Peralta luego de una serie de irregularidades que salieron a la luz con las publicaciones de ÚH.

Los universitarios se declararon en paro y permanecieron en vigilia frente al Rectorado exigiendo la renuncia de todos los decanos de la UNA. Consiguieron que el Ministerio Público investigue las 12 facultades de la universidad, luego de constatar intenciones de desaparecer archivos mediante quema y extracción de documentos.

Las sentatas y las vigilias para evitar la desaparición de evidencias son las acciones que el movimiento estudiantil dejó como lección a la ciudadanía.

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