En audiencia en La Haya, Colombia acusa a Nicaragua de tener “pretensiones abusivas”

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En una nueva ronda de alegatos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), por la disputa con Nicaragua, Colombia acusó al país de tener pretensiones “abusivas” para conseguir una plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas, desde su costa en el Caribe, definidas en la sentencia del alto tribunal de la ONU de 2012.

El coagente de Colombia ante la CIJ, Manuel José Cepeda, afirmó en la primera audiencia oral sobre la demanda interpuesta en 2013 por Nicaragua, que Bogotá defenderá su rechazo a las pretensiones del país centroamericano con “firmeza”.

Sin embargo, en Nicaragua, el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional, Jacinto Suárez, aseguró que Colombia “utiliza artificios jurídicos para enredar y retrasar el juicio» ante la Corte.

«Colombia utiliza artificios políticos para enredar y retrasar el juicio. Sin embargo la CIJ es un tribunal muy serio para que puedan enredarlos. Hay que recordar como prolongó (Colombia) el juicio pasado porque sabía que lo iban a perder», argumentó el diputado.

Quieren demorar

La convicción de Bogotá es que el país ya ha tenido su oportunidad de argumentar ante la Corte sus exigencias y que es “un proceso abusivo el perseguir los mismos reclamos marítimos una y otra vez”, dijo Cepeda.

“Hay un momento –agregó– en el que una sólida administración de Justicia requiere que se ponga fin a disputas. Este momento ha pasado ya” en este caso, recalcó.

No obstante, Juárez indicó que no es que Nicaragua tenga un «apetito insaciable para demandar» como argumenta Colombia, sino que «solo reclamamos lo que por ley nos pertenece, todo en el marco de la legalidad”.

Según el diputado, «la posición de Nicaragua siempre ha sido consistente» y la denuncia tiene toda la vigencia legal.

Por su parte, el exvicepresidente de la República, Jaime Morales Carazo, aseguró que las reacciones que tuvieron los representantes de Colombia ayer ante la CIJ «son reacciones totalmente fuera de contexto, como alguien desesperado que creen que ya perdió el caso».

«Los alegatos de Colombia ante la CIJ son para demorar y complicar el caso, desde que ellos aceptaron asistir a la CIJ por su propia voluntad fueron porque creían que iban a ganar, nunca pensaron perder, aunque la razón y el derecho asistían a Nicaragua», sostuvo Morales.

«Sin razón»

El también legislador criticó que desconocer un fallo a la CIJ, como Colombia, es «insólito» y está «fuera de contexto de la civilización moderna».

“Si Colombia piensa aceptar solo fallos que le favorecen, entonces ¿qué sentido tiene ir? Todos (estos alegatos) son argucias para no cumplir y respetar la delimitación entre ambos países en el mar Caribe», reiteró Morales.

El experto en Derecho Internacional, Norman Miranda también afirmó que Colombia no tiene razón al reclamar nuevos límites en el mar Caribe, pues la CIJ ya se ha pronunciado al respecto.

“Colombia sigue considerando que pueden delimitar a su conveniencia el mar Caribe, lo que es legalmente imposible pues la CIJ tiene que encargarse de eso”, aseguró Miranda.

Derechos y deberes deben indicarse

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya definió en 2012 la frontera marítima única entre la plataforma continental y las zonas económicas exclusivas de Nicaragua y de Colombia, dentro del límite de las 200 millas náuticas a partir de las líneas de base desde las cuales se mide la anchura del mar territorial de Nicaragua.

El alto tribunal de la ONU dejó, en concreto, bajo soberanía colombiana siete cayos del archipiélago de San Andrés, cuyas islas mayores ya se habían concedido a Colombia en 2007.
También otorgó a Nicaragua una franja marina en esa zona que Colombia calcula en unos 75,000 kilómetros cuadrados y el país en más de 90,000 kilómetros cuadrados.

Managua considera demostrado que el margen continental de Nicaragua se extiende más allá de las 200 millas náuticas y pidió a la CIJ además que indique los derechos y deberes de los dos Estados en relación con el área de pretensiones superpuestas y el uso de sus recursos hasta tanto se delimite con precisión la línea de frontera.

El Nuevo Diario

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