Chile: documentos de EEUU demuestran participación de Pinochet en asesinato del excanciller de Salvador Allende

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La participación del fallecido general Augusto Pinochet en el asesinato del ex canciller Orlando Letelier y sus supuestas intenciones de “eliminar” al ex jefe de la Dina, Manuel Contreras, son parte de la información con cerca de mil páginas contenida en los documentos clasificados que el Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, entregó el lunes a la Presidenta Bachelet, en medio de su visita Chile.

La información contiene decenas de testimonios de autoridades norteamericanas, cables confidenciales, pesquisas de la CIA, entrevistas a testigos y víctimas o recortes de prensa de la época, que detallan parte de las investigación de la Casa Blanca tras el atentado bomba al ex ministro de Salvador Allende, ocurrido en la ciudad de Washington en 1973.

La información crucial sobre los supuestos responsables del ataque se revelan a través de un cable diplomático del Secretario de Estado norteamericano de la época, George Schultz (ver recuadros).

El embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, afirmó que se trata de “250 documentos que habían sido reservados para una posibilidad de juicio contra Augusto Pinochet en la justicia norteamericana y que, por lo tanto, no habían sido desclasificados hace unos años. Solicité entonces la autorización de Chile para pedir su desclasificación”.

La Moneda entregó la documentación a la Corte Suprema, instancia que definió ponerla a disposición de los distintos ministros en visita que indagan casos de derechos humanos. Entre quienes estudiarán los antecedentes se encuentra el juez Mario Carroza, quien indaga la muerte de la secretaria de Letelier, Ronnie Moffit, quien murió con él en el atentado.
Pinochet ordena asesinar al ex canciller Letelier

Fue el 10 de junio de 1987 cuando el secretario de Estado de EE.UU. de la época, George Shultz, redactó un memorando diplomático de carácter secreto. En el escrito, el funcionario hace una síntesis de información que había recibido de la CIA sobre el asesinato de Orlando Letelier y su secretaria, Ronni Moffitt.

“Analizando los eventos del carro-bomba en Washington, la CIA concluyó que tenemos evidencia convincente de que el presidente Pinochet ordenó personalmente a su jefe de inteligencia para llevar a cabo el asesinato”, dice el reporte, aludiendo al otrora director de la Dina, Manuel Contreras, fallecido en agosto pasado.

Además, en el documento, Shultz apunta a “valiosa información” entregada por el ex agente de la Dina Armando Fernández Larios, sobre el encubrimiento del asesinato.

“Fernández entregó valiosa información relacionada a los roles de dos oficiales senior del Ejército chileno previamente acusados de haber planeado los asesinatos (el jefe de la policía secreta y su jefe de operaciones) e información significativa sobre el rol de Augusto Pinochet en el encubrimiento”, agrega el informe.

¿Eliminar al jefe de la Dina?

Entre los archivos se encuentra un cable de 1987, firmado por el entonces secretario de Estado Schultz, en el que afirma estar “particularmente golpeado” por un informe elaborado por la CIA en el que, según detalla, “se analizaron los eventos relacionados al asesinato, a través de un coche bomba en Washington, 1976, de Orlando Letelier”.

En el mismo cable, Schultz menciona algunas de las conclusiones contenidas en el informe de la CIA, entre las cuales se establece que Pinochet habría evaluado la posibilidad de “eliminar” al ex jefe de la Dina, Manuel Contreras. “Hemos considerado como evidencia convincente que el presidente Pinochet pidió personalmente a su jefe de inteligencia (Manuel Contreras) que ocultara a los asesinos”. Lo anterior, considerando que “es bien sabido que la policía secreta de inteligencia de Chile estaba detrás de este acto brutal”.

“Pinochet estaba decidido a obstruir la investigación de Estados Unidos para ocultar su involucramiento”, explicó el secretario de Estado, para lo cual, agrega, Pinochet habría considerado “incluso la eliminación de su jefe de inteligencia”.

Las opciones de EE.UU. para capturar a Contreras

En uno de los documentos se aborda el objetivo del gobierno de EE.UU. de que Manuel Contreras, fuera juzgado en ese país. Así, en un memorándum del 7 de mayo de 1991, Mike Kozak, funcionario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado de EE.UU., sugiere una serie de alternativas al subsecretario de Estado para la región, Bernie Aronson.

Las alternativas -según este documento- eran, entre otras, que el gobierno estadounidense presionara para que en Chile se llevara a cabo un juicio; solicitar la extradición de Contreras, algo que ya había sido desechado por la Corte Suprema; y pedir la expulsión del jefe de la Dina a EE.UU. o a otro país.

Pero hubo otras dos opciones planteadas en ese memorándum que implicaban una intervención directa del gobierno de EE.UU. en territorio chileno. Primero, capturar a Contreras con el permiso de Chile o realizar esa acción sin ningún tipo de consentimiento.

Sobre esta última opción, Kozak advierte que esto implicaría sobrepasar la soberanía chilena y, además, ocasionar muertes en la operación. Finalmente, el propio funcionario desestimó esta alternativa.

Viuda de Allende, Almeyda y Teitelboim: los otros objetivos de la Dina

Hortensia Bussi, Clodomiro Almeyda, Volodia Teitelboim y Orlando Letelier. Un listado con estos cuatro nombres le entregó la Dina, en 1975, al agente Michael Townley y a su esposa, Mariana Callejas.

Así se desprende de un documento enviado por la secretaria asistente para asuntos consulares del gobierno estadounidense, Janice L. Jacobs, a Cornelius D. Scully III, oficial del Departamento de Estado de ese país.

En este texto se relata que Townley y su esposa, junto a representantes de un grupo de extremistas cubanos de derecha, viajaron a México para asesinar a la viuda de Salvador Allende y a las otras tres personas que figuran en la lista que les entregó la Dina. Esto, ya que ellos participarían en México en una sesión de la Comisión Internacional de Investigación de los Crímenes cometidos por la Junta Militar de Augusto Pinochet.

Por esos años, Bussi vivía en ese país, luego de huir de Chile tras el golpe militar, recibiendo asilo político junto a sus hijas: la actual senadora Isabel Allende y Carmen Paz.

Tras el golpe de Estado de 1973 la viuda de Salvador Allende, Hortensia Bussi y sus dos hijas, Isabel y Carmen Paz, reciben asilo político en México.

“Los participantes chilenos incluyen a ‘Mrs. Allende’, el ex vicepresidente y ex ministro de Relaciones Exteriores Clodomiro Almeyda, el líder del partido comunista Volodia Teitelboim, y el ex embajador de Chile y ex canciller Orlando Letelier. La DINA ordenó a los Townley a dar con cualquiera de las personas de la lista”, se lee en el cable, en el que se habla de una “hit list”.

La misión, sin embargo, fracasó, ya que Townley y sus acompañantes llegaron al lugar cuando ya había terminado la actividad y los asistentes se habían retirado.

Tras el negativo resultado, en el documento revelado por el gobierno de EE.UU. se cuenta que el agente de la Dina y su esposa viajaron a Washington e iniciaron el trabajo para planificar el asesinato de Letelier.

Los pasos que siguió la causa por el crimen del diplomático

En el marco de esta investigación, el general (r) Manuel Contreras fue condenado en noviembre de 1993 por el juez Adolfo Bañados. Esa fue la primera de muchas causas que afrontó, y también fue su primera condena: siete años de cárcel. La indagatoria por el asesinato de Orlando Letelier, además, significó la condena a seis años de cárcel para el brigadier (r) Pedro Espinoza. Ambas sentencias fueron confirmadas por la Corte Suprema.

Durante la investigación del crimen se estableció la responsabilidad del agente estadounidense Michael Townley -quien integraba un comando especial de la Dina- por su implicancia en el caso, lo que le valió ser extraditado a Estados Unidos. En ese país cumplió condena y se acogió a un programa de protección de testigos.

Una de las últimas actuaciones que realizó la justicia chilena en este caso data de abril de 2013. A través de un exhorto internacional, el ministro en visita Mario Carroza pediría el expediente de la investigación del asesinato del ex canciller Letelier y su ayudante personal, Ronni Moffitt, a la Corte de Columbia, ubicada en Washington D.C. A mediados de 2012, la Corte de Apelaciones de Santiago reabrió la investigación tras rechazar su sobreseimiento. Esto, debido a que se estimó que en Chile sólo se había juzgado el crimen de Letelier, no el de su secretaria Ronni Moffitt. Es por esa razón que el juez Carroza ordenó nuevas diligencias.

La Tercera

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