Venezuela y la legalidad cuestionada – Análisis del director de NODAL
La condena a prisión por 13 años y nueve meses del dirigente opositor Leopoldo López en Venezuela ha motivado múltiples y disímiles reacciones. Más allá de la sentencia en sí misma la condena plantea nuevamente un problema que es jurídico y político a la vez: ¿qué debe hacer la justicia con aquellos que participan de un golpe de Estado o de un intento de golpe quebrando la legalidad institucional?
En el caso particular de Venezuela hay otro factor a tomar en cuenta, y es que importantes sectores de la oposición consideran que el gobierno de Nicolás Maduro no es legítimo y que su elección fue producto de un fraude organizado desde los poderes estatales. Algunos de los principales líderes de la oposición venezolana que participaron del golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez y no fueron encarcelados por ello también boicotearon las elecciones parlamentarias de 2005 y desconocieron la elección de Maduro el 14 de abril de 2013. Esto quiere decir que un sector importante de la oposición viene impugnando la legalidad institucional de manera consecuente.
El documento denominado “Acuerdo Nacional para la Transición” que López difundió el 11 de febrero de 2014 junto a otros dos importantes líderes de la oposición era un llamado a desconocer al gobierno como si se tratara de una dictadura. Por eso en el primer punto se llamaba a “Restablecer la vigencia plena de las instituciones democráticas” y luego se invocaba a “preparar y realizar elecciones presidenciales libres”, como si la anteriores no hubieran sido legítimas. (http://cdn.eluniversal.com//2015/02/11/acuerdonacional.pdf)
La oposición en Venezuela se presenta interna y externamente como si fueran los únicos defensores de la democracia aún cuando violentan la legalidad y desconocen procesos electorales clamando que hubo fraude. Numerosos medios de comunicación internacionales que se oponen al chavismo se hacen eco de lo que dicen para apoyarlos abiertamente tal cual sucedió con la campaña conjunta “Todos Somos Venezuela” impulsada por Nora Sanín, la directora ejecutiva de Andiarios de Colombia, que incluyó a más de 30 diarios de América Latina y el Caribe en marzo 2014.
Los que presentan a López como una demócrata perseguido injustamente callan respecto de sus llamado para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro en enero y febrero de 2014. López agitaba a favor de lo que denominaba “La Salida, cambio ya, la calle vence” y decía “Nicolás Maduro tiene que salir antes que tarde del gobierno”.
Cuando el expresidente español Felipe González afirma que “Venezuela se ha convertido en una dictadura de facto” no hace más que darle ánimos a los sectores que desconocen la legalidad institucional para que radicalicen su discurso ya que cuentan con el respaldo de figuras internacionales respetadas en diversos ámbitos. Y, más allá de Leopoldo López, este hoy es el problema de fondo en Venezuela .