Tras 15 días de paro, todos los gremios de la educación levantan las protestas

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El conflicto de la educación puso pausa en la tarde de ayer, cuando los sindicatos de profesores de Secundaria y UTU de Montevideo, los únicos que continuaban de paro, decidieron que hoy vuelven a las aulas. El conflicto terminó sin avances para los docentes.

Reclamaban $ 30.000 a 2020, y obtendrán los mismos $ 25.000 que el gobierno les adjudicó en la propuesta que hizo el pasado 21 de agosto.

La guerra de los gremios con el gobierno dejó heridos por todos lados. Las primeras víctimas fueron los alumnos, que perdieron más de 15 días de clase consecutivos en los liceos de la capital, un poco menos los de Primaria y los de UTU, pero suficientes como para que se complique el año lectivo, y para que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) ya piense una forma para recuperar los días de clase. Secundaria estudia extender la carga horaria en los centros de estudios. Algo difícil de instrumental si se considera los cruces de turnos, y la voluntad de los profesores.

Pero aunque las víctimas mayores sí, son los alumnos, también hay otras. Las cúpulas del Pit-Cnt y de los gremios de la educación con representación nacional, como la Federación de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) y la Asociación Uruguaya de Magisterio (Ademu), quedaron totalmente desautorizadas frente a los gremios de Montevideo, que decidieron seguir con los paros pese a que aquellas habían logrado un acuerdo con el gobierno. En la asamblea de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES), incluso se planteó la posibilidad de pedir las renuncias del presidente y el secretario general del Pit-Cnt, Fernando Pereira y Marcelo Abdala, y del presidente de Fenapes, José Olivera. Los 25.000 pesos como salario base (por 20 horas de trabajo), no son suficientes para los gremios capitalinos; tampoco están de acuerdo con la cláusula de paz que contiene el proyecto de ley presupuestal (que impide huelgas de acá a dos años) y lo mismo sucede con la generación de metas (que llevan a cobrar mayores partidas por presentismo). Los docentes montevideanos levantaron las medidas ayer, pero igual advirtieron seguir en pie de guerra contra estos tres puntos.

Los sindicatos dijeron basta a la huelga 72 horas después de que el gobierno levantara la esencialidad (la cual desconocieron), y 48 después de la amenaza del Ministerio de Trabajo de que o tomaban los 25.000 o el dinero correspondiente al aumento sería utilizado para infraestructura.

El Frente Amplio también se vio golpeado. La declaración de la esencialidad partió a la coalición en el gobierno, cuando su bancada salió al cruce de la medida por entenderla desproporcionada. Según supo El País, tan solo el presidente Tabaré Vázquez y el ministro de Economía, Danilo Astori, fueron los que impulsaron la esencialidad, mientras el resto de los ministros, incluida María Julia Muñoz, no lo creyeron prudente o callaron. El gobierno también quedó golpeado ante los gremios montevideanos que desconocieron la esencialidad. En tanto, opacada por el Poder Ejecutivo, quedó desautorizada la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), y cada uno de los desconcentrados, que tuvieron un rol ni de cerca protagónico en todo el conflicto. En declaraciones al Semanario Hebreo, la directora de Secundaria, Puente, advirtió que siente «mucha preocupación» sobre el conflicto entre el gremio y el gobierno» (no entre el gremio y Secundaria), y que ella trata de «comprender a ambas partes». La ANEP también se vio debilitada por la renuncia de la consejera en representación de los maestros, Teresita Capurro, que renunció el lunes ante el pedido de esencialidad, y que, según declaró a El País, pese a que esta fue levantada no volverá al cargo. «Fue una renuncia indeclinable», precisó. De todos modos, Capurro dejaba el cargo el próximo noviembre, luego de que el 14 de ese mes se voten a los representantes de los trabajadores en el Codicen. Por su parte, el consejero en representación de los docentes en Secundaria, Daniel Guasco, pidió licencia.
Enfrentados.

La asamblea de docentes de Secundaria estaba citada para las 14 horas de ayer, pero comenzó a sesionar a partir de las 15:50. Allí se votó, en una primera instancia, que la discusión se llevara a cabo por una hora y media. También se pautó que los oradores hablaran solamente tres minutos cada uno.

«¿Adónde nos ha llevado esta lógica de la indignación?, la indignación con Mengano, Fulano, Zutano. Una indignación que nos paraliza y que no nos permite analizar la situación en la que estamos. Ahora me pregunto yo, porque los trapitos se lavan en casa: ¿nuestra directiva qué ha hecho en este período de conflicto? El 17 de agosto comenzó la huelga. ¿Alguna vez la Mesa nos ha presentado un informe de cómo ha sido el desarrollo de esta huelga? Nada. No hay análisis» sentenció una de las primeras oradoras, que luego siguió insistiendo en el ineficaz trabajo de sus representantes. «Esta directiva tiene que hacer una crítica de lo que ha hecho. Acá no hay ningún informe. ¿Cómo salimos de este conflicto si la medida está sumamente desgastada?, (haciendo alusión a los paros), tuvimos la posibilidad de tener un gesto de grandeza y no lo hicimos el lunes» remató la docente mientras caminaba delante de los espectadores.

Antes de dejar el micrófono, la mujer visiblemente molesta por la situación planteó una reflexión: «¿Estamos dispuestos a pagar el costo político de nuestros estudiantes que los dejamos en una orfandad?, acá no pudimos capitalizar nada» aseguró.

Entre los 26 oradores, también hubo lugar para Julio Moreira, dirigente de ADES que moderaba la asamblea. Las palabras del dirigente fueron directamente a la docente que cuestionó su trabajo: «Acá no estamos divididos, y disculpen pero me quemé un poquito, divididos las pelotas, acá hay 500 personas. Aislados están los que no se están movilizando (…) Yo ayer voté seguir con el paro, ¿saben por qué compañeros?, en contra de la propuesta de porquería que nos hicieron el ministro de Trabajo, la ministra de Educación y el presidente».
«Con gusto a poco» en la comisión de Educación.

La directora de Secundaria, Celsa Puente, compareció ante la Comisión de Educación de Diputados, en una sesión que la oposición definió como con «gusto a poco».

«La conclusión general es que venimos escuchando los mismos conceptos que hace tres años: el mismo sistema de elección de horas, no quieren el profesor cargo… Tampoco hay una reacción ante el desborde que lleva a cabo el Ministerio de Educación y Cultura frente a las políticas del Consejo. Escucharon, pero no emitieron opinión. Me quedó un gusto a poco», dijo a El País la diputada nacionalista Graciela Bianchi.

En declaraciones al Semanario Hebrero, en tanto, Puente advirtió: «Que además del paro se ocupe, pues significa que la interrupción de la vida educativa se da en forma completa, sin que ni siquiera aquellos que no quieren adherir puedan llevar a cabo sus tareas. Suena intenso y bastante totalitario».
Más protestas; marchan hacia el Parlamento

Los paros se detuvieron ayer, pero los gremios de Primaria y Secundaria continúan en pie de guerra. Mañana habrá clases, pero a las 18 horas realizarán una marcha desde la Torre Ejecutiva hacia el Palacio Legislativo. Los profesores, además, llevarán sobre sus ropas un distintivo para dar a entender ante sus alumnos que la lucha no terminó.

De la marcha participarán la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu-Montevideo) y la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES-Montevideo). Y en esta se insistirá con un 6% del Producto Bruto Interno (PBI) para la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y para la Universidad de la República (UdelaR).

La propuesta presupuestal elevada por el Poder Ejecutivo al Parlamento se compromete a llegar a un 4,8% del PBI en 2017 (hoy se está en un 4,5%), y en ese año volver a abrir la negociación de cara al final del quinquenio.

En declaraciones a El País, el director de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Juan Pedro Mir, dijo que se va a «tender al 6% como dice el programa del Frente Amplio». Esto significa, explicó el jerarca, llevar adelante «el máximo esfuerzo dentro del conjunto de demandas de la sociedad, que son también la salud, el sistema nacional de cuidados, la inversión en tecnología, desarrollo de investigación científica».

Lo cierto es que las autoridades de gobierno no se animan a decir que se va a llegar al 6% del PBI, sin anteponer el condicional.

Los trabajadores de Secundaria, también, aunque hoy irán a clases, resolvieron llevar con sigo una «insignia-distintivo» que indique que, según señalan en la página web de ADES: «hemos luchado y seguiremos luchando por la Educación Pública». La insignia será una cinta de color negro.

La UTU también sigue en conflicto. Aunque ayer culminaron con el paro en Montevideo, advirtieron a El País, tras terminar una maratónica asamblea en el día de ayer, que en breve anunciarán nuevas medidas.
La última ocupación sindical de Secundaria.

Antes de la asamblea que decidió levantar la huelga, un grupo de sindicalistas ocupó el Consejo de Educación Secundaria y fueron desalojados por la Policía. Ayer, luego de la asamblea, un docente dijo a El País: «Me parece que no da seguir con esto porque seguimos perdiendo nosotros, en plata, en todo. Por más que nos movilicemos no vamos a tener más presupuesto. Me calienta que algunos compañeros digan que es superficial, hay muchas familias como la mía que si no vamos a laburar nos cagamos de hambre».

El País

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