Luego de 54 años, un embajador cubano presenta sus cartas credenciales en Washington
El diplomático cubano José Ramón Cabañas presentó ayer al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cartas credenciales como nuevo embajador extraordinario y plenipotenciario de su país en esta capital.
Según una nota oficial de la embajada cubana en Washington D.C. -reabierta tras más de cinco décadas el 20 de julio último-, Cabañas fue uno de 16 embajadores que este jueves entregaron sus credenciales al mandatario norteamericano en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Durante la ceremonia, Cabañas y Obama «conversaron sobre el estado de las relaciones bilaterales», luego de que este verano ambos países restablecieran nexos diplomáticos y mientras se avanza en un proceso de diálogo multidimensional para normalizar unos vínculos congelados durante la «guerra fría».
Cabañas se desempeñó desde 2012 como como jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington e integró las delegaciones de la isla en las conversaciones con su contraparte estadounidense tras la decisión bilateral de avanzar hacia la normalización plena de relaciones (aunuciada el 17 de diciembre de 2014).
El viernes último, comitivas de Cuba y Estados Unidos se reunieron en La Habana y acordaron una hoja de ruta para tratar temas pendientes con miras a la construcción de tales vínculos normales.
Las autoridades cubanas sostienen que para ello es imprescindible el fin del boqueo económico contra su país -vigente desde 1962- y la devolución del territorio ocupado, contra la voluntad del pueblo de la isla, por la base naval norteamericana de Guantánamo (sureste).
Estados Unidos no ha nombrado aún embajador en La Habana; tal nominación debe contar con la aprobación del Senado -con mayoría republicana- y varios legisladores ya han adelantado que rechazarán cualquier propuesta del Ejecutivo.
Gobierno de EE.UU. dará a conocer nuevas reglas para flexibilizar restricciones a sus compañías para que negocien con Cuba
El Gobierno del presidente Barack Obama está redactando una serie de nuevas reglas para aliviar las restricciones a las compañías de Estados Unidos que hacen negocios con Cuba y para hacer más seguros los viajes de sus ciudadanos a la isla, dijeron fuentes oficiales aquí.
Las reglas, que podrían ser anunciadas tan pronto como este viernes, permitirían que las empresas estadounidenses abran oficinas en Cuba por primera vez en más de medio siglo, según un borrador al que Reuters tuvo acceso.
Las normas facilitarían que las compañías aéreas y cruceros importen piezas y tecnología para mejorar su seguridad en Cuba y relajarían las restricciones a las exportaciones de software.
También permitirían que las firmas estadounidenses establezcan subsidiarias con Cuba, posiblemente a través de inversiones conjuntas con empresas de la nación antillana como la Empresa de telecomunicaciones, Etecsa.
Sin embargo, no autorizan el financiamiento o el comercio privado ni modifican las reglas actuales sobre quién puede viajar a Cuba, aunque es posible que las normas aún puedan ser modificadas por otras agencias o actualizadas a finales de año, según fuentes cercanas a la Casa Blanca.
El Gobierno de Estados Unidos no realizó comentarios de inmediato sobre el reporte.
Las regulaciones serían una extensión de las medidas que Obama anunció en enero para flexibilizar el bloqueo de varias décadas contra Cuba. Obama y el presidente Raúl Castro anunciaron el 17 de diciembre de 2014 que buscarían normalizar las relaciones por primera vez en medio siglo.
Aunque los proyectos que buscan flexibilizar las relaciones comerciales entre ambos países cuentan con el respaldo de los demócratas y algunos republicanos, los esfuerzos por aprobar leyes que alivien las restricciones al comercio y los viajes han sido obstaculizados por la férrea oposición de los líderes republicanos en el Congreso.
Dada la dura resistencia de los legisladores, Obama está utilizando sus poderes ejecutivos para aliviar las restricciones al comercio.
El Gobierno redacta las nuevas normas en momentos en que José Cabañas, un experimentado diplomático, se convirtió en el primer embajador de Cuba en Estados Unidos en 54 años.
Washington aún debe nombrar a su embajador en Cuba, pero tiene que lograr el apoyo del Congreso, en el cual hay numerosos representantes y senadores que no están de acuerdo con la nueva política hacia el país caribeño.