En cinco años, México y EEUU deportaron a 840 mil migrantes centroamericanos

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En cinco años, el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos y México condujeron a la deportación de más 840 mil migrantes originarios de los países del Triángulo Norte de Centroamérica –Guatemala, El Salvador y Honduras–, entre los cuales había más de 40 mil niños, según un informe publicado este jueves por el Grupo de Estudios sobre la Migración Regional, que forma parte del Instituto de Políticas Migratorias de Washington.

“La administración de Barack Obama continuó y profundizó la tendencia a la protección más dura de la frontera que empezó en los 90”, analizaron los académicos Rodrigo Domínguez y Victoria Rietig –autores del estudio–, y “México, por su parte, despliega una estrategia agresiva que incluye el incremento de la vigilancia fronteriza, retenes internos y operativos en lugares que frecuentan los migrantes centroamericanos, como terminales de autobuses, hoteles y restaurantes”.

A consecuencia de lo anterior, las detenciones de migrantes centroamericanos se triplicaron de 2010 a 2014 al pasar de más de 100 mil é a más de 340 mil, mientras que la cifra de deportaciones se incrementó de 142 mil a 213 mil en el mismo periodo.

Y en 2015, por primera vez, se espera que las autoridades mexicanas detengan a un número mucho mayor de migrantes en tránsito por el país que sus homólogos estadunidenses: 173 mil, contra 110 mil, entre ellos 29 mil niños, 7 mil más que los vecinos del norte.

Según el estudio, el número de aprehensiones en México se disparó en un 70% en comparación con el año anterior; este incremento brutal, dice, resulta “de la implementación en México, en parte bajo la presión de Estados Unidos, del Programa Frontera Sur”.

De acuerdo con los datos del estudio, la aplastante mayoría de los migrantes centroamericanos deportados son hombres, menores de 29 años, con bajo perfil educativo. Un dato: 80% de los deportados guatemaltecos y hondureños sólo han cursado la secundaria, en cambio, 35% de los salvadoreños terminó la preparatoria.

En 2013, 40% de los deportados reportó que, seis meses antes de salir de sus países, se encontraba desempleado. El 25% laboraba en trabajos agrícolas y el 14% desempeñaba en el sector de la construcción.

“Los factores que empujan a la migración desde Centroamérica –violencia, pobreza endémica, gobernanza débil, falta de oportunidades económicas y vínculos familiares en Estados Unidos–, permanecen”, destaca el informe.

Niños, expuestos

A partir de 2011 empezó a dispararse el número de niños centroamericanos que cruzaron la frontera sur de Estados Unidos, huyendo la pobreza crónica, el desempleo y la violencia, moviéndose con la esperanza de juntarse con sus familiares radicados en el país.

Así, en 2014 las autoridades migratorias estadunidenses detuvieron a 52 mil niños centroamericanos, 20 mil de ellos durante los meses de mayo y junio, lo que desbordó a los centros de detención y atrajo la atención de los medios de comunicación.

Si bien desde 2010 las autoridades estadunidenses deportaron a un promedio de mil niños cada año, el Instituto Nacional de Migración (INM) expulsó a 34 mil niños en total desde hace cinco años. La tendencia va al alza.

Estados Unidos deportó en 2014 a tres de cada 100 niños no acompañados, mientras México deportó a 77 de cada 100 niños que detuvo”, plantea el informe.

Explica que en Estados Unidos, después de su detención los niños migrantes entran en un proceso judicial que puede tardar bastante tiempo, con el fin de determinar si enfrentarían riesgos al volver su país.

En México, pese que las leyes estipulen un proceso similar, las autoridades proceden “a la deportación prácticamente inmediata de la mayoría de los niños aprehendidos”, lo que “limita el estudio humanitario”.

Las estadísticas del 2013 demuestran que en su mayoría, los migrantes menores de edad no acompañados que terminaron en los centros de detención tuvieron entre 12 y 17 años y eran varones; sin embargo en 2014 la proporción de niños menores de 12 años entre la parte de menores de edad detenidos aumentó de manera preocupante.

Lo anterior “es un resultado inmediato del incremento del número de familias que huyen de sus países” debido a “la deterioración de las condiciones de seguridad –las mujeres y los niños están particularmente vulnerables ante la violencia doméstica y de las pandillas—y el incremento de los servicios puerta-a-puerta que ofrecen las redes de traficantes al prometer una disminución de los riesgos en la travesía de México”, estima el informe.

Proceso

 

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