Sindicatos paraguayos repudian represión y piden la renuncia del ministro de Trabajo

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La Confederación de la Clase Trabajadora (CCT) emitió un pronunciamiento en el que repudió la violenta represión que sufrieron ayer los trabajadores que realizaron una marcha en apoyo a los choferes crucificados que fueron despedidos de la Línea 49 hace dos meses.

En el comunicado, la central pide la renuncia del ministro del Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS), Guillermo Sosa, a quien acusan de violador de los derechos de los trabajadores y de cómplice y encubridor de las patronales que también violentan con los derechos y garantías de los trabajadores, consagrados en la Constitución Nacional, los Convenios Internacionales suscriptos por el Estado Paraguayo, y las leyes nacionales.

La CCT repudia la violenta represión contra personas que se manifestaban enfrente enfrente de la cartera estatal reclamando el respeto a los derechos de organización, manifestación y huelga, violados impunemente por las patronales y el Gobierno.

Relata que la marcha, desde su inicio en la Plaza Italia, su paso por la Fiscalía General del Estado hasta la llegada frente al Ministerio de Trabajo bajo la intensa lluvia, fue pacífica y se realizó sin contratiempos.

Añade que “a poco de llegar al ministerio, los antimotines ubicados frente a la sede, visiblemente nerviosos, tumbaron la valla que les separaba de los manifestantes y emprendieron una brutal represión que nada tuvo que ver con un enfrentamiento, como dicen las autoridades policiales y un sector de la prensa. Fue un claro uso abusivo de la fuerza, lo cual es una flagrante violación de los derechos humanos”.

Tras la violenta intervención policial, casi 50 trabajadores fueron trasladados y atendidos en el Hospital de Emergencias Médicas, la mayoría con heridas de balines de goma, aunque algunos sufrieron fracturas de costilla y clavícula a consecuencia de los golpes recibidos. Entre los heridos estaba el presidente de la CCT, Julio López, que recibió media docena de balines de goma, dos en la cabeza, detrás de la oreja y el resto en la espalda.

El pronunciamiento también repudia la irracionalidad policial llevada al extremo cuando los antimotines entraron a las carpas y reprimieron a los 15 choferes que están clavados a cruces de madera tendidas en la acera de la sede ministerial.

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