Jozef Wesolowski, ex nuncio acusado en República Dominicana de pederastia, se ausenta de la primera audiencia
El exnuncio de República Dominicana, Jozef Wesolowski, habría faltado a la primera audiencia del juicio por pederastia en República Dominicana y Roma porque estaba bajo los efectos del alcohol y de fármacos, según el diario italiano Corriere della Sera.
El diario publicó este domingo el informe, que afirma no pudo confirmar. Sostiene que Wesolowski usaría la mezcla sin la intención de suicidio.
El fiscal Gian Piero Milano entregó al presidente de la Oficina Judicial del Tribunal vaticano Giuseppe dalla Torre, el certificado de hospitalización del exprelado polaco, como constancia de que no pudo asistir al juicio, en el que se le acusó de cinco delitos por pederastia. El juicio fue aplazado sin fecha.
En primer lugar, se le acusa a Wesolowski de «poseer y haber recabado de sitios de internet material que muestra a menores de dieciocho años implicados en actividades sexuales explícitas, reales o simuladas y además imágenes de órganos sexuales de menores».
En segundo lugar, es acusado de «manifestar una conducta que ofende a los principios de la religión o de la moral cristiana» y por haber «accedido repetidamente a sitios pornográficos» tanto en Roma como durante su estancia en República Dominicana.
Según las agencias internacionales de noticias, estos dos delitos están regulados por la reforma penal del papa Francisco en el 2013, por haberse cometido hasta septiembre de 2014, «más severa pero sin facultad retroactiva, por lo que los otros se basarán en la legislación antigua.
Los restantes tres delitos están regulados por las normas previas a la reforma, y son: «haber corrompido mediante actos libidinosos, en un caso con (el diácono dominicano) Francisco Javier Occi Reyes y otros sujetos por el momento desconocidos, a adolescentes de edad presumible entre los 13 y los 16 años para cumplir ante ellos actos sexuales».
También por «comportamientos mantenidos al menos en una ocasión en un lugar expuesto al público» y «haber comprado, recibido, ocultado y poseído en dos ordenadores que él usaba material pedopornográfico».
El último es «por haber provocado lesiones graves, constituidas como perturbaciones mentales, a los adolescentes víctimas de los abusos sexuales».
El exnuncio, que permaneció en República Dominicana desde 2008 hasta 2013, afronta penas que van desde los 6 a los 12 años de cárcel.