«El debate sobre el ‘Experimento Argentino’ en Grecia», artículo de Martín Laforgue -sociólogo y politólogo argentino, especialista en Grecia contemporánea- en el que analiza críticamente las similitudes y diferencias de la situación económica griega actual y la crisis económica argentina de 2001/2002 [Especial para NODAL]
“El debate sobre el ‘Experimento Argentino'[1] en Grecia”
1.
La última semana, la previa al Referéndum las analogías entre la Argentina y Grecia volvieron a ser recurrente en los medios y los análisis del mundo. Ya había pasado en 2010, 2011 y ante cada uno de los muchos capítulos tensos de la extensa relación entre Grecia y la Troika UE-BCE-FMI. La comparación económica: estructuras, recursos disponibles, márgenes de maniobra y situación geopolítica, etc de ambos países es a esta altura un debate clásico en el que participaron economistas que van desde Domingo Cavallo al actual diputado de Syriza, el marxista, Costas Lapavitsas pasando por Nouriel Roubini o Paul Krugman (incluso el Ministro de Finanzas Yiannis Varoufakis se expidió sobre la cuestión vía twitter).En vista del conmovedor resultado del día de ayer- no hay que cansarse de recordarlo: el abrumador OXI (no) se dio en abierto desafío al terrorismo financiero (“corralito”), a la injerencia explícita del conjunto de la dirigencia comunitaria y de los países europeos y a la fuerte campaña mediática griega y extranjera- nos interesa hacer dar a conocer un punto menos conocido pero, entendemos, de significación política presente y futura para nuestro país, América Latina y los lazos potenciales con Europa. Hoy conocemos que la experiencia de los procesos y gobiernos democráticos- populares y de izquierda de América Latina tiene una influencia importante en el surgimiento y desarrollo de las nuevas experiencias de la izquierda europea. Un lector moderadamente familiarizado con estos temas sabe que el grupo dirigente de PODEMOS colaboró con la experiencia de la Bolivia de Evo Morales o la Venezuela de Hugo Chávez o que su reflexión teórica y su estrategia política es deudora de la obra de Ernesto Laclau. Menos conocida – y es nuestro tema- es la extraordinaria influencia del “experimento argentino” en el debate y proceso político griego (2010-2015) y como influyó en la delimitación de dos campos políticos y discursos dicotómicos, que, a grandes rasgos denominaremos, por un lado, la izquierda populista y, por el otro, el centro europeísta, que darían finalmente lugar a lo que es el primer gobierno post neoliberal de Europa.
2. En la primavera de 2010, para Grecia el sueño del europeísmo feliz comenzó a resquebrajarse. La promesa de crecimiento continuo y gradual convergencia en los niveles de vida con los países del centro europeo se quebró. La sociedad se enfrentó a una situación inesperada que debía procesar en forma acelerada. Ni la dirigencia política, ni tampoco los economistas o los intelectuales habían anticipado o siquiera esbozado la posibilidad del nuevo escenario.
Ese mayo de 2010, Grecia aceptó el famoso Primer Memorándum con la Troika. Fue el comienzo de la adopción del régimen político de la austeridad o, como otros prefieren llamarla en Grecia de la ”devaluación interna”[2], Lo que aquí nos interesa señalar que es en estas semanas una sociedad paralizada, desorientada y sorprendida comienza a buscar referencias y experiencias asimilables en las que mirarse y orientarse. Y Argentina era la más evidente.
Dijimos: Grecia empezó a buscar referencias, alternativas y experiencias asimilables para guiarse y dotar de sentido a la experiencia en curso[3]. La Argentina precisamente había dejado atrás hacía pocos años una crisis económica sobre cuyo origen se podían trazar inquietantes paralelos (la adopción del sistema de la Convertibilidad en base al dólar y la consiguiente imposibilidad de una política monetaria), de una gravedad que empezaba a vislumbrase similar y cuya solución o conclusión (devaluación, reestructuración de su deuda, etc…) también resonaba. Los analistas, académicos, activistas y periodistas se volcaron masivamente hacia Argentina. Los grandes procesos económicos, a su vez, habían dado lugar a una inédita contestación y movilización social y a nuevas formas de asociación y cooperación. Movimientos de trabajadores desocupados, la recuperación de fábricas quebradas por parte de sus trabajadores o los llamados club del trueque fueron objeto de interés, análisis y de aprendizaje de activistas sociales. La reconstrucción de la autoridad política, la prevalencia de la iniciativa del estado frente al mercado (o la autonomía de la política si se prefiere) o el surgimiento de nuevas formaciones y liderazgos fueron objeto de estudio en el campo académico y análisis político.
3. Desde entonces, Argentina con distintos énfasis no ha dejado de estar en el centro de atención de Grecia. Los testimonios de los argentinos son coincidentes. Citamos uno: “Para nosotros es una experiencia muy fuerte. Trazar un paralelismo entre Grecia y Argentina es casi obligado: los propios griegos se identifican con las luchas argentinas y en las marchas suele haber banderas celestes y blancas. Cuando llegamos, lo primero que nos dijeron fue que uno de sus cantitos alude a un helicóptero despegando en una noche argentina”, contó ayer Hugo Yasky desde Atenas, donde una delegación de su Central de Trabajadores Argentinos visitó sindicatos y figuras políticas de la resistencia al ajuste”[4]. Como deja en evidencia este testimonio de 2012 en la narrativa que circulaba en el discurso público quedaba claro que las dos crisis tenían algunas características y explicaciones similares y más relevantemente que la salida de la crisis griega también podía buscar en la experiencia argentina inspiraciones.
4. Para la época del testimonio citado, lo que comenzaba a discutirse era la viabilidad o conveniencia de esas políticas que había llevado a cabo la Argentina para Grecia. En octubre de 2011, el diario de Syriza Avgi[5], publica una serie de reflexiones y artículos de economistas y cientistas sociales sobre las alternativas de política económica en el que la referencia es Argentina. El artículo “El milagro argentino: sus riesgos y Grecia” (3/10/2011) condensa ya en su título el espíritu de la discusión de esos meses.
Para el relato oficial (los grandes medios de prensa, los economistas ortodoxos, los partidos tradicionales y el gobierno conservador-socialista) en tanto América Latina y principalmente la Argentina se había convertido en referencia de esta ruptura con el neoliberalismo, era preciso demostrar que esas referencias eran “referencias o ejemplos por la negativa”. En este sentido, construir la imagen de una Argentina que acariciaba el abismo o que directamente se precipitó en él pasó a ser un imperativo político, paralelo y complementario de aquel que postulaba un camino apocalíptico si triunfaban el populismo y los extremistas opuestos a la racionalidad y enemigos del proyecto europeo. En todo caso, durante el período 2012-2015, los grandes grupos mediáticos aseguraron la propagación de noticias e imágenes impactantes, siempre negativas, muchas veces fuera de toda proporción, sobre la Argentina (y Venezuela). El ex viceprimer ministro, Theodoros Pangalos, dijo reiteradas veces que Tsipras “es un emulo de Chávez” (To Vima, 15/5/2012). Señaló “seremos como Venezuela pero sin petróleo ni ejército” y “alguien cree que los alemanes están dispuestos a pagarnos para que imitemos a Chávez. El entonces Ministro de Finanzas (2012-2014) y hoy Presidente del Banco Central, el tecnócrata Giannis Stournaras, y el propio Primer Ministro Antonis Samaras (2012-enero2015) se trenzaron en una discusión ´pública de múltiples capítulos y espacios (el Parlamento, entre ellos) con el entonces líder opositor Alexis Tsipras sobre “el camino argentino” y sus implicancias.
Fueron la izquierda[6] aunque también grupos de derecha con conciencia nacional, los economistas heterodoxos y académicos e intelectuales críticos quienes encararon la defensa (y/o el intento de comprensión) de los gobiernos de nuestra región en un contexto en el que la escena política se tornaba crecientemente polarizada. El propio Alexis Tsipras – que además recordemos visitó a Argentina y Brasil en 2012 por lo que fue muy “castigado” mediáticamente- defendió explícitamente a las políticas de Argentina. Preguntado sobre los saqueos: “Es importante ver como se tergiversa la historia argentina. Al saqueo y la quiebra los llevaron las políticas de austeridad” Con palabras acaso premonitorias sobre el Referéndum del día de ayer dijo: “En Argentina lo que vimos fue el regreso al centro de la escena de la democracia y la soberanía popular. Las grandes decisiones ya no son impuestas por los mercados. (…)” .. A su vez constantemente traza un eje de agrupamiento político que tiende puentes entre las experiencias nacional-progresistas de nuestra región y la nueva izquierda europea que el mismo encabeza: “la línea divisoria europea es entre aquellos que defienden una Europa cada vez con menos derechos, dominada por el mercado y cada vez más autoritaria y los que defienden las ideas de democracia. En América Latina el choque fue parecido…..” (Diario de Redactores 6/1/2013).
En la última semana, como en enero de 2015, el pueblo griego venció la una campaña de miedo promovida por funcionarios europeos, organizaciones internacionales, bancos e instituciones financieras con su ola compacta y abrumadora de rumores, análisis, declaraciones y amenazas. De nuevo, no faltaron las imágenes y palabras sobre Argentina. Es todavía difícil procesarlas. Lo que podemos en afirmar es que la experiencia de Argentina sigue siendo una referencia en el debate político en Grecia[7] y que ahora esa experiencia griega ha recibido inéditas y masivas muestras de apoyo e interés en nuestro país. Los puentes están tendidos.
[1] “El experimento argentino” se llamó el documental que con extraordinario éxito pasó la televisión pública griega en 2011 y 2012 y que contribuyó a hacer conocida masivamente la experiencia argentina 2001-2010.
[2] Ante la imposibilidad de ganar competitividad mediante una devaluación, esto es de bajar la moneda nacional frente a las de referencia, se procura ganar esa competitividad mediante la reducción de los “costos” del país, en primer término los laborales ya sea directos (salarios de bolsillo) o indirectos (prestaciones sociales del estado).
[3] El caso argentino no fue el único. Por ejemplo, la crisis financiera de Islandia (2008-2009) y la manera en que fue resuelta también mereció una amplia cobertura periodística. En 2012, también hubo gran cantidad de artículos sobre la República de Weimar (1919-1933) que precedió y preparó el terreno al nazismo. Asimismo, la experiencia ecuatoriana, sobre todo en lo referido al tratamiento de la deuda externa, Sin embargo, el caso argentino es el que logró persistencia a lo largo de 2010-2015
[4] En http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-195832-2012-06-07.html
[5] El diario se publica desde 1952 y es el medio oficial de la Coalición de Izquierda Radical (Syriza). Su tirada es pequeña, aunque su influencia significativa entre los políticos de la izquierda y medios académicos e intelectuales. .
[6] En http://horizontesdelsur.com.ar/wp-content/uploads/2015/07/60_.pdf se puede ver una caracterización de Syriza.
[7] Según la corresponsal de La Nación “Por esa razón, la Argentina está por estos días omnipresente en Grecia. Los diarios han mandado enviados especiales a Buenos Aires a entrevistar actores y testigos del default de 2001, los economistas enumeran en detalle las diferencias entre ambos países, los analistas repiten hasta el cansancio que “en vistas de la situación argentina 14 años después, sería una locura dejar el euro”, y los argentinos aquí se han transformado en blanco de todas las preguntas:”¿Cómo fue?”, “¿qué sucedió?” y, sobre todo, “¿qué pasó después?” (4/7/2015)