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En horas de la tarde de este lunes, dirigentes indígenas de la comarca Ngabe Buglé, presentaron una carta ante la Nunciatura Apostólica de Panamá, dirigida al papa Francisco, donde le solicitan su intercesión en el conflicto que viven actualmente por la construcción de la Hidroeléctrica de Barro Blanco, en la provincia de Chiriquí.
«…a pesar de nuestras protestas y reclamaciones, su construcción fue autorizada por el Estado panameño mediante concesiones otorgadas a grupos de interés», señala parte del documento y señalar que esos «grupos poderosos» han «arrebatado y usurpado» sus tierras para «talar bosques, contaminar los ríos y traer epidemia, muerte y pobreza».
La comisión indígena también asegura que han recibido represión por parte del gobierno del presidente Juan Carlos Varela, al imponerle la culminación y ejecución de este proyecto y que el hecho más reciente ocurrió el sábado 25 de julio con la presencia de la vicepresidenta Isabel Saint Malo.
«…resultaron más de 20 personas detenidas y tres heridos que fueron recluidos en el hospital de San Félix y el Hospital de David respectivamente»; sobre eso, es importante resaltar que ese mismo día las autoridades de la Policía Nacional desmintieron que haya existido alguna represión contra esta comunidad indígena.
«…Su Santidad…pedimos la cancelación definitiva del proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco y Tabasará Libre», señala el escrito y a la vez advierten que vendrán “muchas represiones”, debido a que se oponen “rotundamente” al “despojo de agua de sus tierras ancestrales y del río Tabasará”