Argentina: a nueve días de las elecciones primarias, candidatos preparan cierres de campaña

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Ya no queda estrategia por ensayar: desde hoy arrancará un fin de semana infernal donde todos los partidos iniciarán el ciclo de cierres en el interior y también la Capital Federal. La batalla final ya se juega en la provincia de Buenos Aires donde no habrá vacaciones para militantes hasta el día de la elección; la búsqueda de fiscales y el reparto de boletas ya abruman al votante de a pie en ese distrito.

No hay espacio ya para ensayos, más allá de giros en el discurso de algún candidato y alguna foto de último momento para aclarar internas. Por ejemplo, la que se sacarán Mauricio Macri, Elisa Carrió y Ernesto Sanz para mostrar que el grupo no está crujiendo. (ver nota aparte).

El resto de las estrategias que se desplegarán desde este fin de semana hasta el miércoles, plazo real de finalización de las campañas más grandes serán sólo ensayos con intención de impactar en el resultado de octubre, pero no ya hacia las PASO.

Daniel Scioli tiene su tramo final de campaña absolutamente delineado. Hiperquinético, como mostró sobre todo en los últimos dos meses y también esta semana con un ritmo de visita a tres provincias por día, el ritmo seguirá enfocado en las mismas.

Habrá conurbano el fin de semana y después un escalonamiento de actos finales: el lunes desembarcará en Córdoba y arrancará así el final de la campaña en un distrito donde el PJ ganó, pero el oficialismo debe lidiar con dos realidades: José Manuel de la Sota que juega las PASO con Sergio Massa y al mismo tiempo Juan Schiaretti sabe que tiene por delante cuatro años de relación con el Gobierno nacional y no quiere pasar las mismas penurias que el actual gobernador. El problema para Scioli es que la elección cordobesa dejó a Schiaretti como gobernador, pero con un perfil opositor suficiente para garantizarse Macri cosecha de algunos de esos votos para la presidencial.

Tras el acto en Córdoba, Scioli partirá a Jujuy, otra plaza complicada para el kirchnerismo. Allí el peronista Eduardo Fellner y la militante Milagro Sala, juegan una de las elecciones más difíciles para el peronismo contra el radical Gerardo Morales que va de candidato unificado del macrismo, la UCR, la Coalición Cívica, el Frente Renovador y Margarita Stolbizer, para la gobernación. Jujuy, por estos días, se volvió una batalla casi épica en contra del kirchnerismo.

De ahí que, además, del desembarco de Scioli el lunes, esté prevista una gira final de candidatos. De hecho, este fin de semana habrá cumbre de opositores que llegan a la provincia para el Día de la Pacha Mama, celebración que el radical Morales ya tomó como central en el cierre de toda campaña.

El martes, Scioli se despedirá de la campaña en Santa Fe y quedará listo para el cierre en Tecnópolis, donde ahora tiene hasta su propio stand de la provincia de Buenos Aires con pistas de patinaje y toboganes de hielo que recrean la versión invernal del parque que el Gobierno naranja montó con éxito en Mar del Plata durante el verano.

El kirchnerismo sólo tiene pendiente una confirmación ese día final de la campaña: la presencia de Cristina de Kirchner.

Macri está convencido (los radicales lo adoctrinaron bastante en el tema en los últimos tiempos) que cualquier elección puede perderse con una mala fiscalización. El dato pudo ser estrictamente cierto en los tiempos que los partidos jugaban sus internas cerradas y los punteros se jugaban la subsistencia en el resultado de cada urna. Hoy la situación cambió, pero aunque el fraude no sea una realidad comprobada, la desgracia puede estar esperando en cualquier escuela: también ahora punteros, pero a nivel nacional, se juegan la subsistencia en cada comicio.

Por eso ayer se mostró en Mendoza y La Pampa haciendo campaña para garantizarse la fiscalización. Fue crudo en el mensaje: «Si se van a las 18, nos vuelven a currar». Lo dijo ante 1.000 fiscales en la Asociación Hispano Argentina de Santa Rosa, junto a Carlos Mac Allister.

En Mendoza se paró junto a Julio Cobos (el radical que menos apoyó el acuerdo con el PRO) y le dijo a productores: «Les pido aguantar cuatro meses más, aunque parezca una eternidad. Vamos a terminar con los cepos que nos impiden crecer y con la estafa de la inflación y vamos a poner el Estado al servicio de la gente».

Ambito

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