La Corte Celestial – Diario La Hora, Guatemala

President Otto Pérez Molina habla een conferencia de prensa en el ministerio del Interior, jueves 11 de junio de 2015. Pérez Molina dijo que no tiene ninguna responsabilidad en las acusaciones en su contra por denuncias de corrupción que han dado pie a que se tramite el retiro de su inmunidad como mandatario y afirmó que queda a la espera del debido proceso. (AP Foto/Luis Soto)
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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Hemos sostenido que el sistema tiene abundantes mecanismos para preservarse y seguir asegurando la impunidad y la corrupción en el país y uno de esos mecanismos, acaso el más importante, ha sido la Corte de Constitucionalidad por su carácter de Corte Celestial con fallos inapelables que se vuelven, de hecho, incuestionables no obstante la basura que producen sus integrantes que responden a intereses totalmente ajenos a lo que es el plano puramente legal. No puede haber argumento más espurio en defensa de un amparo que afirmar que se otorga no por estar apegado a derecho, sino porque los magistrados intuyen que hay un riesgo de ruptura del orden constitucional que hay que atajar a toda costa.

Siempre ha habido vasos comunicantes entre la CC y los otros poderes para actuar en defensa del sistema y más ahora que se estableció hilo directo entre la Vicepresidencia de la República y la Corte de Constitucionalidad con el compromiso de atajar cualquier esfuerzo por desmantelar un sistema perverso al que pertenecen prominentes magistrados y exmagistrados.

La semana pasada se presentó un Amparo bien fundamentado jurídicamente en contra del Congreso de la República por el incumplimiento del mandato constitucional que obliga a la aprobación o improbación anual de la ejecución presupuestaria. Durante tres legislaturas consecutivas a lo largo de más de una década, los diputados dejaron de cumplir con una función que les asigna la Constitución de la República que es esencial para que el sistema de pesos y contrapesos funcione en la fiscalización de los ingresos y egresos de los fondos públicos.

Se exigía un Amparo Provisional que daría lugar a las acciones pertinentes en el campo penal por los delitos de incumplimiento de deberes y violación de la Constitución de la República, pero en este caso la Corte de Constitucionalidad, la misma que corrió para otorgar el amparo a la abogada Karen Fischer, no consideró conveniente otorgarlo porque les interesa que todos los diputados que buscan su reelección para seguir operando dentro de las turbias aguas del sistema, tengan la puerta abierta para hacerlo tal y como lo esperarían hacer los mismos magistrados.

No se puede dejar de reconocer a los magistrados que no se alinean al sistema y que han venido votando en contra de las aberrantes resoluciones de la mayoría comprometida con la defensa de la corrupción y la impunidad. Son los mismos que avalaron la espuria elección de las Cortes y que a lo largo de este período se han convertido en el parapeto fundamental de quienes mantienen la estructura de la impunidad en el país y de eso debe quedar constancia histórica.

La Hora

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