Indígenas panameños incrementan protestas para exigir la cancelación deI proyecto hidroeléctrico
Los indígenas de la comarca Ngäbe Buglé incrementaron ayer sus medidas de protesta para exigir la cancelación del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, cerrando en dos ocasiones la carretera Interamericana.
El primer cierre se dio en horas del mediodía, cuando los indígenas creyentes en la religión Mama Tata realizaron rituales en la entrada del proyecto hidroeléctrico y en medio de la carretera.
El segundo cierre ocurrió cuando los miembros del Movimiento 10 de Abril marcharon desde el centro de Tolé hasta la carretera Interamericana, donde paralizaron el flujo de vehículos desde las 2:30 p.m. hasta las 5:30 p.m.
Los indígenas exigen la presencia del presidente de la República, Juan Carlos Varela, quien estuvo el pasado lunes en Bugaba, Chiriquí, para reunirse con residentes de ese distrito, quienes también se oponen a los proyectos hidroeléctricos concesionados en las cuencas más importantes de la provincia.
El ministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles, reiteró ayer la disposición del Ejecutivo a seguir con el diálogo, pero dijo que los indígenas que rechazan Barro Blanco están divididos en dos grupos, uno que lidera la cacica Silvia Carrera y otro que tiene al frente a la religiosa Clementina Pérez. Además, hay caciques regionales, lo que dificulta reunirse con un solo grupo.
Hasta el momento, Varela no se ha reunido con los ngäbe, con quienes el gobierno mantuvo una mesa de diálogo desde febrero pasado, sin lograr acuerdo.
Los indígenas insisten en que el proyecto de construcción de la presa, que ya alcanza un 95% de avance, debe ser cancelado por las afectaciones a tierras comarcales.
Las autoridades gubernamentales insisten en mantener abierto el diálogo y los indígenas prometen incrementar las medidas de presión en el caso de que el presidente Varela no se presente al área.
Los indígenas pretendían que el mandatario se presentara ayer, pero el mandatario se encontraba en un Consejo de Gabinete en la comarca Guna Yala.
Quien se presentó ayer fue el gobernador de Chiriquí, Hugo Méndez, a eso de la 5:00 p.m., para explicar a los indígenas que la mesa del diálogo se mantendría abierta, pues el gobierno considera que a través del diálogo se debe encontrar la solución.
‘Nosotros ya no queremos hablar con los ministros, sino con el mismo presidente Varela’, reclamó Chito Gallardo, cacique regional.
Gallardo dijo que Varela, quien se reunió con los manifestantes de Bugaba tras un bloqueo a la carretera Interamericana, deberá hacer lo mismo con los que se oponen a Barro Blanco.
‘Los problemas son similares, pero son dos luchas diferentes’, recalcó el dirigente.
Los trabajadores de Tierras Altas de Chiriquí, en su mayoría indígenas, informaron que se mantendrán en ‘alerta’ y que hoy en la ciudad capital se esperan manifestaciones de estudiantes universitarios en respaldo a los ngäbe.
Tras abrir la carretera, los indígenas se reunieron en horas de la noche en Tolé para coordinar las próximas acciones.
La Policía Nacional estuvo vigilando las manifestaciones de ayer, pero hasta el momento no se han dado enfrentamientos.
Aunque el proyecto Barro Blanco se construye fuera del área comarcal, afecta seis hectáreas con la inundación.
Los indígenas ngäbe buglé llevan quince años oponiéndose a la concesión del río Tabasará.