José Amorín, senador uruguayo: “No hay grandes liderazgos, el Partido Colorado está chiquito”
¿Qué le dejó la elección, saca algo positivo?
La parte positiva es que en estos meses estuve recorriendo el interior armando distintos grupos y uno ve jóvenes que se entusiasman, que empiezan a trabajar, que crecen y votaron bien en esta circunstancia bien adversa para el Partido Colorado. Lo principal es que cuando termina una elección la gente quede motivada.
¿Cómo ve a su partido hoy?
El Partido Colorado en lo departamental tuvo una formidable elección en Rivera y muy buena pero no exitosa en Salto. En el resto se hicieron esfuerzos importantes y surgieron jóvenes con proyección. En el partido está todo en discusión desde octubre. Se abren nuevos sectores. Surge la rebeldía.
¿Ese es un fenómeno nuevo?
Si, es nuevo cuando todo está en discusión. Cuando uno tiene líderes establecidos y están sólidos, la gente busca acomodarse debajo de los liderazgos. Cuando todo está en discusión uno dice, acá tengo una oportunidad. Muchos agarraron la bandera y salieron a armar su grupo. Eso está bien y es positivo. En estos cuatro años tenemos que dar oportunidades, abrir las puertas del partido y en mi caso trabajar para que el batllismo sea mayoría.
¿Hoy no hay líderes en el partido?
Hay líderes si. Pero estamos todos cuestionados. Después de un mal resultado electoral la gente cuestiona y es natural. Hay lideragos, sin duda. No grandes liderazgos porque el partido está chiquito. Hay liderzagos que pueden crecer que se pueden fortalecer.
Se habla de renovación como si fuera mágico.
¿Es necesaria?
Si es necesaria. El partido tuvo una renovación importante hace 10 años cuando (Julio) Sanguinetti -que era la figura principal- y (Jorge) Batlle dan un paso al costado o no pueden ser candidatos por distintos motivos. Ahí surge (Pedro) Bordaberry. Algunos otros hicimos esfuerzos importantes y armamos corriente dentro del partido. Tendrá que seguir habiendo renovación y es natural. Cuando los líderes dan un paso al costado o cuando la cosa se empieza a complicar o cuando son cuestionados los líderes, aparecen otras figuras.
¿Es bueno que su partido haya tocado fondo?
Lo bueno es estar siempre arriba. La elección no fue buena pero si removió la fibra de gente que estaba quieta.
¿La Concertación?
Es una herramienta departamental que en Montevideo funcionó razonablemente bien. Yo creo que hay que repetirla a nivel departamental, no nacional, donde el balotaje soluciona todos los temas.
¿Debe crecer la Concertación en identidad propia?
Eso lo va a decir la gente. Por ahora es suma de votos de dos partidos. Tenemos que tener las puertas abiertas. Con esta cantidad de dirigentes que fueron a votar a otros partidos y que se piden sanciones para echarlos, creo que no. Creo que hay que abrir las puertas del partido. A los que se fueron que vuelvan y a los que no estuvieron nunca que vengan. Si empezamos a decir que los únicos puros somos nosotros y el resto se tiene que ir, nos vamos a achicar demasiado y quedaremos como un partido testimonial.