Juan Manuel Santos, presidente de Colombia: «En Venezuela se debe promover el diálogo»

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Por Daniel Valero

Sin duda la VII Cumbre de las Américas, que esta semana se realizará en Panamá, es la cita continental más importante del año, ya que, entre otras cosas, allí se sentarán por primera vez en un mismo escenario político y diplomático los gobiernos de Estados Unidos y de Cuba.

Y, por supuesto, la principal expectativa es el encuentro entre Barack Obama y Raúl Castro, del cual Colombia –a instancias del presidente Juan Manuel Santos– ha sido partícipe de primera línea.

El Jefe de Estado, en entrevista con EL TIEMPO, no solo destacó lo relevante de esta cumbre (cuya edición del 2012 se realizó en Cartagena), sino que también reveló que impulsará un sistema de educación interamericano que desarrolle medidas para beneficiar a los 106 millones de jóvenes que tiene la región.

¿Por qué es importante para Colombia esta Cumbre de las Américas?

En la Cumbre de las Américas de Cartagena dije que había que evaluar los resultados de la guerra contra las drogas, proceso que empezó con un informe que preparó la OEA y que continuó con la definición de una posición común de la región. También afirmé que la próxima cumbre no se podía realizar sin Cuba, y por fortuna estará presente. En esta ocasión, creo que debemos renovar un compromiso de toda América con la paz, con la democracia y con la lucha contra la pobreza.

¿Qué ha cambiado en el país y en la región desde la cumbre que usted presidió, en el 2012, en Cartagena?

En abril del 2012 no habíamos iniciado formalmente el proceso de paz con las Farc, y hoy va avanzando a buen paso y con buenas perspectivas, aunque nos falta lo más difícil. Desde 2012 hasta ahora hemos tenido resultados positivos en lucha contra la pobreza, en generación de empleo, en crecimiento económico. Y en la región, lo más destacado, es el descongelamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

¿Por qué su Gobierno se puede calificar como partícipe del diálogo entre Estados Unidos y Cuba?

En la diplomacia hay gestiones que resultan más efectivas cuando se hacen con prudencia y discreción.

¿En qué beneficia a la región, y por supuesto a Colombia, que se restablezcan esas relaciones?

Con este paso se acaba uno de los últimos rezagos de la Guerra Fría en el hemisferio, y esto debe traducirse en un mayor progreso y bienestar para los cubanos, tanto en la isla como en Estados Unidos. Todo fenómeno de distensión política en la región por supuesto que nos beneficia a todos, pues genera un entorno más incluyente y favorable a la cooperación.

¿Cómo les explica a los colombianos la importancia de esta cita continental con la presencia, en el mismo escenario, de Barack Obama y Raúl Castro?

La situación de Cuba ha sido desde hace mucho tiempo un escollo en las relaciones de América del Norte con América Latina y el Caribe, y sin ese escollo se hará más fluida la cooperación en muchos frentes. Se trata, además, de un país que ha acogido generosamente nuestra mesa de negociación de paz, y nos alegra cualquier paso que produzca mayor bienestar y tranquilidad a su pueblo.

¿Tendrá encuentros con ellos o con algún otro mandatario asistente a esta cumbre?

Lo bueno de estas cumbres es que uno tiene la posibilidad de reunirse, formal o informalmente, con muchos presidentes. Incluso, ya recibimos solicitudes de encuentros bilaterales con la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, y con el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, lo que muestra que este tipo de encuentros van, incluso, más allá de nuestra misma región.

De reunirse con el presidente Obama, ¿de qué le hablará? ¿Qué dialogarán sobre la paz?

Con el presidente Obama no tengo sino palabras de agradecimiento por su apoyo a todo lo que estamos haciendo en Colombia, y muy especialmente al proceso de paz, que actualmente cuenta con Bernard Aronson como enviado especial de su gobierno.

¿Cuál será la agenda que Colombia llevará a esta cita?

Seguiremos compartiendo con la región nuestros avances para terminar el último y el más viejo conflicto armado del hemisferio occidental. Plantearemos un compromiso continental en la erradicación de la pobreza y la pobreza extrema, así como en la lucha contra el cambio climático e impulsaremos la creación de un sistema de educación interamericano.

¿En qué consiste, en particular, esta propuesta en educación que llevará a la cumbre?

Nuestro continente tiene un gran desafío en educación. Hay 106 millones de jóvenes en América Latina y el Caribe, de los cuales el 39 por ciento viven en la pobreza. Y solo siete de cada diez niños reciben educación preescolar. Por eso es que nuestro gobierno viene impulsando la creación de una nueva institucionalidad interamericana que apoye a los Estados en la adopción de políticas públicas que mejoren la calidad de la educación e incrementen la inversión en conocimiento, ciencia y tecnología.

En otras palabras, proponemos hacer un esfuerzo sin precedentes para fortalecer la educación de forma que podamos crecer de manera sostenida pero con inclusión. El nuevo sistema de educación interamericano contaría con el concurso de la OEA, el BID, el Banco Mundial y la CAF.

¿El papel de Colombia en la región demuestra que el país se está convirtiendo en un líder y en un referente para la comunidad internacional?

Nuestro país es visto como un agente serio y positivo dentro de la región y la comunidad internacional, con iniciativas de tanto alcance como fue la de los objetivos de desarrollo sostenible en la Cumbre de Río+20. Colombia ha querido propiciar, sin estridencias, soluciones de diálogo, acercamiento y concertación. El logro más reciente fue en la Asamblea del BID, en Busan, donde el impulso de Colombia logró sacar adelante el fondo que apoyará la inversión privada en la región y que nos va a ayudar en nuestros proyectos de infraestructura.

¿Cuándo cree que se le podría informar a la comunidad internacional que se le puso punto final al conflicto armado que vive Colombia?

Cuánto más pronto mejor, pero no soy amigo de dar fechas fatales. Lo importante es seguir avanzando como lo estamos haciendo.

¿De qué manera, en un escenario como esta Cumbre de las Américas, se puede consolidar el apoyo a la paz?

El respaldo político de la comunidad internacional es un activo del proceso de paz y un llamado a la guerrilla para que deje la anacrónica lucha armada y cambie las armas por el debate de las ideas dentro de la democracia, como hicieron tantos otros grupos en el continente.

Venezuela, según Estados Unidos, será un tema capital de la cumbre. ¿Qué postura lleva Colombia?

Creemos que en Venezuela se debe promover el diálogo entre las diversas fuerzas políticas, respetando su autonomía. Nuestra Canciller ha tenido un papel muy activo, dentro de la comisión de cancilleres de Unasur, en buscar un acercamiento entre el Gobierno venezolano y la oposición. La respuesta, insisto, tiene que ser un diálogo constructivo que lleve a decisiones que frenen el creciente deterioro de la situación política, social y económica. Es algo que nos interesa porque a Colombia le afecta mucho lo que suceda en Venezuela.

¿Qué opinión tiene de las sanciones a Caracas en momentos en que Washington negocia levantar las que hace varias décadas le impuso a Cuba?

Siempre hemos dicho que las sanciones unilaterales a la larga resultan contraproducentes, y por eso las rechazamos. Creo que se puede ser más constructivos promoviendo el diálogo, como lo está haciendo Colombia, y confío en que esta cumbre sea el escenario para una distensión entre Estados Unidos y Venezuela.

‘La OEA es un foro que se debe fortalecer y mantener’

¿Qué piensa Colombia de la crisis que vive la OEA?

Colombia considera a la OEA, que se creó en Bogotá y ha estado liderada por colombianos como Alberto Lleras y César Gaviria, como un foro de gran importancia que se debe fortalecer y mantener. Se trata, además, del único foro de diálogo político en el hemisferio en el que están la mayoría de los países de América, incluidos Estados Unidos y Canadá. Por otro lado, la llegada a la Secretaría General del excanciller uruguayo Luis Almagro genera la expectativa de un liderazgo fresco y dinámico en la organización.

¿A la OEA la desdibujaron otras instancias como Unasur o Celac?

No necesariamente. Si bien algunas discusiones que tradicionalmente se hubieran dado en la OEA ahora se plantean en foros regionales más concentrados, el sistema interamericano sigue operando y siendo relevante. Eso sí, es necesario establecer mayores mecanismos de diálogo y cooperación entre las distintas instancias regionales y subregionales.

El Tiempo

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