Galeano eterno: tras una emotiva despedida en el Congreso uruguayo, hoy cremarán sus restos

Galeano eterno: tras una emotiva despedida en el Congreso uruguayo, hoy cremarán sus restos
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Durante siete horas que sin embargo parecieron pocas, centenares de uruguayos y extranjeros quisieron ser parte ayer del primer último adiós a Eduardo Galeano.

El periodista y escritor fue velado ayer entre las 15 y las 22 horas en la sala más majestuosa que tiene el palacio Legislativo y que, hasta seguramente sin quererlo, parece simular el nombre de una composición literaria: los pasos perdidos.

El féretro estuvo cerrado y cubierto con una bandera uruguaya. Encima, unos pocos ramilletes de flores que algunas de las cientos de personas quisieron depositarle. Otros, de pie y ante él eligieron dejarle alguna frase apenas inaudible dicha íntimamente, algún silencio, persignaciones. Todas, muestras de cariño, dolor y respeto.

Eran jóvenes los que más concurrieron al velatorio de Galeano. Llegaban y circulaban lentamente por la senda dispuesta para los visitantes pero sin embargo fueron estos los que eligieron permanecer más tiempo en el magno recinto desoyendo las recomendaciones de transitar.

Se apostaban a un lado y al otro de la sala y allí se quedaron largas horas como esperando alguna respuesta a la pérdida de quien seguramente en algún momento les hizo conocer, entre otras cosas, una de las tantas realidades del continente.

Algunas de las ofrendas florales que llegaban tenían como remitentes personas y lugares distantes e inimaginables. La presidenta de Argentina, su gobierno y su pueblo, organizaciones gremiales de aquel país y de este, medios periodísticos de aquí y de allá, agrupaciones indígenas, representaciones diplomáticas de varios países, entidades culturales, organizaciones políticas y hasta una ofrenda floral enviada por la Armada Nacional.

La muchedumbre que concurrió marchaba en silencio, casi en puntas de pie; silencio que se rompía solo y de vez en cuando con los sonidos de las cámaras fotográficas en momentos en que entre la gente aparecía alguna figura reconocida. Una de estas primeras en llegar fue la ministra de cultura del gobierno argentino, la artista Teresa Parodi.

Dirigentes políticos y gremiales nacionales y extranjeros, autoridades del gobierno, músicos, actores y actrices, periodistas, escritores llegaban en tandas y se confundían entre la gente mimetizándose en el recogimiento general. Las pocas declaraciones que se dieron de estas figuras a los medios de comunicación que cubrieron el evento hubo que casi arrancárselas.

Nadie parecía querer hablar. Solo estar allí. Tres ministros del actual gobierno estuvieron presentes en el velatorio de Eduardo Galeano: el de Interior Eduardo Bonomi, el canciller Rodolfo Nin Novoa y la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz.

Esta última dijo que Galeano fue para ella “un crítico” que supo “interpretar la realidad” del continente. “Dejó su huella y, por suerte, nos dejó el legado de sus textos”. Muñoz entiende que habrá que rendirle un homenaje que podría ser coincidente con los actos previstos en virtud de los dos siglos que en este año cumplirá la biblioteca nacional.

Los notoriamente ausentes fueron los representantes de la clase política de la actual oposición. Salvo la presencia del candidato a intendente del partido de la Concertación Ricardo Rachetti, del diputado del partido Colorado Conrado Rodríguez y del senador del partido Nacional Carlos Moreira, el resto de las figuras de estas colectividades e incluso de los otros dos partidos con representación parlamentaria como el Independiente y Asamblea Popular no estuvieron en el velatorio de Eduardo Galeano.

Tampoco había ofrendas florales o mensajes de estos grupos partidarios. La próxima semana, según se anunció a este diario, el Parlamento convocará a su asamblea general para rendirle un homenaje al periodista y escritor.

La familia de Eduardo Galeano fue llegando de a poco al palacio Legislativo. Su esposa Helena Villagrán y sus tres hijos; Verónica, Florencia y Claudio. Ellos y otros familiares habían optado por realizar una ceremonia íntima que se extendió ayer por un par de horas antes que diera inicio la pública en el Salón de los Pasos Perdidos.

Cremación

La ceremonia fúnebre seguirá y terminará hoy con la cremación de sus restos mortales. Se realizará en horas de la tarde en el parque Rogelio Martinelli, ubicado en la ruta 102 kilómetro 24. Las cenizas del periodista y escritor serían depositadas en el mismo parque de la empresa funeraria aunque la decisión final no está aún definida.

A última hora de anoche, alguien, un anónimo, quiso decir algunas palabras sobre Galeano. Una persona que se acercó al féretro y relató a quien quisiera escucharlo su experiencia vivida tras leer cada página de los libros del autor. Fue algo muy íntimo que motivó a otros pocos a contar también sus vivencias.

El cuerpo de Galeano fue retirado del salón de los pasos perdidos a las 21.50 cuando una tenue garúa caía sobre la ciudad casi de manera cómplice con las lágrimas que desde el lunes rodaron por cada calle, por cada senda y en cada poblado del continente.

Macarena, “hija de los afectos”

La diputada del Frente Amplio Macarena Gelman fue una de las figuras que, en silencio absoluto, más responsabilidades tuvo en las horas posteriores al fallecimiento de Galeano en la ineludible organización de los actos funerarios.

“Yo me siento, porque así me lo hicieron sentir, una hija de los afectos de Galeano y de su familia” confesó a este diario y contó un hecho desconocido hasta hoy. “Hubo un momento importantísimo en la búsqueda de mi identidad que lo viví en el entorno de la familia de Galeano: mi primera muestra de sangre para identificar mi ADN me la sacaron en la casa de Eduardo Galeano”, dijo.

El autor uruguayo fue muy amigo del abuelo de Macarena Gelman, el poeta también fallecido, Juan Gelman. “Supimos tener una relación cotidiana muy cercana, de amistad, durante mucho tiempo y allí tuve mi lugar”.

Una carta para Helena

El vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, concurrió anoche al velatorio del escritor y periodista. Vino acompañado de la hija mayor del extinto comandante y ex presidente Hugo Chávez y de algunos de sus ministros; entre ellos el de Cultura, Reinaldo Iturriza.

El vicepresidente le hizo entrega a la viuda Helena Villagrán de una carta redactada por el presidente Maduro en solidaridad ante el deceso de Galeano.

También estuvo presente una delegación del gobierno de la República Plurinacional de Bolivia

Teresa Parodi: “Un espejo”

Eduardo Galeano “ha sido un espejo para todos nosotros, que deja una huella profunda y luminosa en nuestra América Latina”, dijo la ministra de Cultura del gobierno argentina, la escritora y músico Teresa Parodi.

“Venimos a pedido de la presidenta Cristina Fernández para acompañar y despedir a un artista que trasciende la historia y fue la voz de muchos; es de los que nacen para siempre”, confesó.

Para Parodi, Galeano estuvo siempre “comprometido con el mensaje que dejó en su libro Las Venas Abiertas de América Latina”.

De Argentina estuvo una amplia delegación de personalidades de las más variadas áreas sociales y políticas. El ex embajador Patiño Meyer confesó sentirse profundamente dolorido por la pérdida del autor. También asistió la actriz Soledad Silveyra.

La República

Tabaré Vázquez: “Vengo a despedir a un gran uruguayo, un gran latinoamericano y un brillante escritor”

El presidente Vázquez asistió próximo a la hora 17 de este martes al funeral de Galeano en el solemne Salón de los Pasos Perdidos.

El máximo mandatario expresó que participaba de la despedida de “un gran uruguayo, un gran latinoamericano y un brillante escritor”.

Vázquez recordó que en las últimas décadas Uruguay ha tenido que lamentar la pérdida de otros grandes artistas como los también escritores Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti; el artista plástico, Carlos Páez Vilaró o la actriz China Zorrilla, entre otros.

“Todos ellos quedan en el corazón de todos los uruguayos y en el caso particular de Galeano en el corazón de todos los latinoamericanos”, sentenció el jefe de Estado.

Remarcó que el legado que dejó Galeano fue “enorme, y no solo literario, sino también político y de ética”.

Vázquez evocó que cuando ejerció como intendente de Montevideo le ofreció a Galeano ocupar el cargo de director de Cultura, el cual no pudo aceptar porque tenía compromisos internacionales.

“Galeano escribió como vivió y vivió como escribió”, dijo el mandatario, quien a la vez recordó el momento cuando el ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le entregó al presidente norteamericano, Barack Obama, en el marco de la Cumbre de las Américas de 2009, en Trinidad y Tobago, un ejemplar de “Las venas abiertas de América Latina”.

“Ha sido un claro expositor de la cruda realidad de nuestra Latinoamérica, tan heterogénea. Fue un gladiador para ponerle voz a los más humildes”, resaltó Vázquez.

“Es admirada su forma de describir la realidad”

También participaron del velatorio, el vicepresidente de la República, Raúl Sendic, ministros de Estado, directores de organismos públicos, legisladores y representantes del cuerpo diplomático acreditados en el Uruguay.

Desde el exterior llegaron, entre otras figuras, la ministra de Cultura de Argentina Teresa Parodi.

El embajador de Venezuela en Uruguay, Julio Chirino, resaltó que Galeano “marcó al pueblo venezolano con sus libros y su literatura”.

“Su forma de describir la realidad es admirada por el presidente venezolano Nicolás Maduro, así como también lo admiraba el fallecido presidente, Hugo Chávez”, remarcó Chirino.

Por otra parte, la bancada de senadores del Frente Amplio propuso este lunes convocar a la Asamblea General para que todos el Poder Legislativo pueda tributarle honores al referente de las letras uruguayas.

La Red 21

El adiós a Eduardo Galeano por Daniel Viglietti y Mauricio Rosencoff

Daniel Viglietti y Mauricio Rosencoff manifestaron a LARED21 su pesar por la trascendencia de su amigo Eduardo Galeano, y compartieron algunas anécdotas inéditas de su vida.

Daniel Viglietti:

Daniel: Una primera reflexión respecto a la pérdida de Eduardo?

Pierdo al creador que perdemos todos, también perdemos al creador compañero. Fue un hombre solidario en momentos de nuestra propia historia y de la historia de América Latina. Puedo sumar muchos encuentros desde México, Nicaragua, Chile, Argentina. En historias muy particulares de todos estos países, él siempre estuvo presente, siempre aportó su palabra. Siempre dio su cariño por las causas que promovían el cambio. Ese es el Galeano que todos compartimos.

En lo personal también está el amigo. Ese amigo con el que compartí trabajos, recuerdo que primero trabajé con Capagorry y antes de hacerlo con Mario (Benedetti) lo hice con Eduardo. En ese tipo de trabajo te conoces mucho con el otro, y ahí respiré la sencillez de Eduardo. Su inteligencia, su lucidez.

En tiempo de la dictadura, recuerdo una experiencia que se hicimos en una iglesia en París, donde mezclamos textos de presos anónimos que llegaban desde nuestro país. Él los leía y yo acercaba canciones. Este es un momento muy duro.

¿De su obra qué elegís?

Fui lector de las Venas Abiertas de América Latina, cuando era un libro recién nacido. Luego está toda su colección. Es muy difícil elegir, pienso en Días y Noches de Amor y de Guerra, Memorias del Fuego, el Libro de los Abrazos, La Boca del Tiempo. Es interminable, no me ánimo a elegir porque lo elijo a él, como un ejemplo de coherencia entre lo que se escribe, lo que se vive y se piensa. Fue un hombre que nunca se acercó a las mieles del poder, fue muy sencillo y muy crítico. Solidario y crítico a la vez. Combinación que no es fácil de encontrar.

¿Apoyaba al Frente Amplio y también lo criticaba?

Es verdad. Para poner un ejemplo: fue muy amigo de Guillermo Chiflfet (ex diputado del FA) recordemos la posición firme que tuvo Chifflet sobre Haití y Eduardo fue muy solidario y lo acompaño en su decisión de renunciar al Parlamento ante la posición del FA de mantener las tropas militares en Haití.

Cada vez que lo entrevisté aprendí mucho con él. Por eso le digo a él que ya no está, y a su querida compañera Helena, que lo acompaño a lo largo de su vida. Que lo vamos a extrañar, que fue un gran amigo, un maestro y un gran compañero.

Mauricio Rosencoff

¿Cuál fue tu primera reacción cuando te enteraste de la muerte de Eduardo?

Mi reacción fue de bronca. Lo conocí cuando tenía entre 18 y 20 años. Ya era Secretario de Redacción de Marcha, era parte de ese grupo de periodistas que reunió Carlos María Gutierrez, Angel Rama, gente extraordinaria.

Recuerdo su presencia en la Casa del Pueblo, socialista de siempre. Aquellos días estaba junto con Chifflet, y con Frugoni. Toda su literatura es impresionante. Recuerdo una carta que me envió diciéndome que estaba terminando Memorias de Fuego, que para mí es una biblia latinoamericana. Es algo que no debe faltar en ningún anaquel. Eduardo me dice “no sé cómo llamarla”. Le dije lo que hiciste es muy grande, no te preocupes como llamarlo.

Nos cruzábamos en la rambla caminando, los dos vivimos Malvín. Cuando salí de la cana, me llevó al Estadio. Los dos somos “bolsilludos” y vimos a Nacional perder contra Olimpia de Paraguay. Recuerdo que habíamos ido a la Olímpica.

Trabajamos juntos en Memorias del Fuego. Desde su lugar hizo un gran aporte a la solidaridad, eran tiempos en las que nosotros estábamos presos.

Cuando con el Pepe (Mujica) y el Ñato (Fernández Huidobro) terminamos Memorias del Calabozo, lo convocamos para que nos diera su punto de vista y terminó haciendo el prólogo del libro. Eduardo está lleno de memoria, lo voy a extrañar.

El había elegido un poema de una canción de los indios maquiritares que decía: “Volverán a nacer, volverán a morir y volverán a nacer, porque la muerte es mentira”.

La Red 21

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