Santos ordena suspender los bombardeos contra las FARC por un mes

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El presidente Juan Manuel Santos les ordenó a las Fuerzas Militares suspender todo bombardeo contra los campamentos de las Farc, como una medida más en el desescalamiento gradual del conflicto armado.

La decisión no es indefinida. En principio es para un mes y su extensión dependerá de cómo transcurra el cese del fuego unilateral de las Farc. Además, si hay alguna amenaza contra la población, se ordenará de inmediato una acción militar de este tipo.

Esta trascendental decisión, anunciada por Santos anoche en una alocución desde la Casa de Nariño, tiene que ver con el cumplimiento del cese unilateral del fuego declarado por la guerrilla en diciembre.

“Para impulsar el desescalamiento del conflicto, he decidido dar la orden al Ministro de Defensa (Juan Carlos Pinzón) y a los comandantes de las fuerzas de cesar los bombardeos sobre los campamentos de las Farc durante un mes”, precisó el mandatario.

Luego de esos 30 días, explicó el Jefe de Estado, se hará una verificación del compromiso de la guerrilla en reducir sus acciones ilegales, lo cual podría desembocar en que la suspensión de bombardeos se extienda.

Esta decisión no implica que se suspendan las operaciones contra ese grupo ilegal, y, de hecho, Santos enfatizó que si se dan enfrentamientos por cuenta de los patrullajes o controles de área que realizan a diario los uniformados, pues “son las reglas de juego”.

Aunque el Ejecutivo ha sido claro en que un cese bilateral del fuego solo se dará cuando se firme un acuerdo definitivo de paz, es indiscutible que una medida como esta es un paso más en esa dirección.

Y, además, se debe tener en cuenta que tan solo hace cinco días –desde La Habana– se anunció un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla para limpiar de minas antipersonas el campo colombiano.

Esta es otra medida que se analizó en la subcomisión del fin del conflicto, conformada por generales de la República activos y guerrilleros, quienes –vestidos de civil– tienen que analizar qué tipo de acciones permiten reducir la intensidad de la guerra. Suspender los bombardeos es una de ellas.

Santos también fue enfático en advertir que la suspensión de bombardeos no cobija al Eln, porque esa guerrilla no ha querido dar el paso para comenzar unos diálogos formales de paz con el Gobierno. Incluso, algo molesto, la recriminó por el incremento de sus acciones ilegales.

“Esta organización, en lugar de entrar en sintonía con el desescalamiento y la búsqueda de la paz, ha continuado, y hasta incrementado, sus actividades delictivas. Por esa razón vamos a intensificar nuestras operaciones militares y de policía en su contra”, dijo.

Las acciones militares desarrolladas con bombardeos han sido claves para el debilitamiento de las Farc. Este accionar –con el fortalecimiento de las operaciones aéreas– cambió el ajedrez de la guerra y le devolvió la iniciativa al Estado.
Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, máximo comandante de las Farc, fue abatido en noviembre del 2011, en el Tolima, luego de ser acorralado por bombardeos. Y Jorge Briceño Suárez, conocido como el Mono Jojoy, cayó tras un ataque aéreo en septiembre del 2010. También ‘Raúl Reyes’, el llamado canciller de las Farc, fue dado de baja en un bombardeo. Estos son unos de los más duros golpes a esa guerrilla en toda su historia.

Al explicar su decisión de suspender los bombardeos, Santos dijo: “Es cierto que tomamos la difícil decisión de dialogar en medio del conflicto, pero eso no significa que no podamos comenzar a desescalarlo, evitando, por ejemplo, que afecte a civiles y a niños. Es lo lógico por el progreso que se ha logrado. Y es lo conveniente”.

El mandatario también aseguró que se fortalecerán las medidas de seguridad en todo el país, para combatir los actos delincuenciales que no están relacionados con el conflicto armado. Se redoblarán esfuerzos para contrarrestar a las bandas criminales.

Una comisión de paz

Otro paso trascendental en aras de acabar el conflicto, también anunciado este martes, es la creación de una Comisión Asesora para la Paz, que tiene como miembros a representantes de distintos sectores, pero que no tendrá tintes partidistas. Incluso, le extendió una invitación a la oposición para que se sume a esa instancia.

Santos dijo que se necesita la ayuda de todos ahora que el proceso de paz está en “una etapa definitiva”.

La Comisión Asesora de Paz

Sobre la base de que “el proceso (de paz) entra en una etapa definitiva y es ahora cuando más necesitamos unirnos” y cuando más se necesita “de todos” los colombianos para sacarlo adelante, el presidente Juan Manuel Santos incluyó en la Comisión Asesora de Paz a distintos sectores.

No solo a la oposición del Gobierno ,–el Polo Democrático ya aceptó– sino también a la empresa privada, la Iglesia, las Fuerzas Militares, los sindicatos, exguerrilleros e indígenas.

Estas son las personas con las que ya se cuenta como miembros de la comisión: Clara López, presidenta del Polo Democrático; Antanas Mockus, excandidato presidencia; cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá; Carlos Raúl Yepes, presidente de Bancolombia; Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT; General (R) Rafael Samudio, exministro de Defensa; Vera Grabe, exguerillera del M-19; Paula Moreno, exministra de Cultura y Ati Quigua, líder indígena.

La excandidata presidencial Marta Lucía Ramírez dijo este martes que le ha manifestado sus “reservas” al presidente Santos respecto a la función de la Comisión Asesora de Paz y aseguró que tantas comisiones crean “confusión”. Además dijo que no cree que la Comisión pueda “enmendar los vacíos” que tienen los acuerdos ya logrados entre Gobierno y Farc. Pese a esto, afirmó que le seguirá haciendo observaciones al proceso de paz. Sobre la suspensión de bombardeos, señaló que es “prematura” e “inconveniente”. Óscar I. Zuluaga, del uribismo, no había respondido hasta la noche de este martes a la invitación de Santos.

El Tiempo

Desde 1984 no se suspendían bombardeos contra las FARC

La alocución del presidente Juan Manuel Santos este 10 de marzo podría catalogarse como histórica. Probablemente, una generación entera de colombianos jamás había escuchado un anuncio de la dimensión del que hizo el presidente. Ante todo el país le dio la orden al ministro de Defensa de suspender todos los bombardeos a los campamentos de las FARC, por espacio de un mes.

Hay que remontarse 31 años atrás para registrar un anuncio de esa naturaleza. El 28 de marzo de 1984, en el gobierno del presidente Belisario Betancur, se firmó el acuerdo de cese al fuego bilateral entre el gobierno y las FARC en La Uribe (Meta). Desde entonces ningún presidente colombiano había ordenado suspender bombardeos contra los campamentos de esa guerrilla.

Santos aclaró que la decisión no significaba un cese al fuego bilateral, sino un paso hacia el desescalamiento del conflicto. Los sectores políticos que acompañan al presidente en el proceso de paz coincidieron en evaluar este anuncio como un indicio de que la firma de la paz está más cerca que nunca antes en 50 años de conflicto armado.

Esto, sumado al hecho de que la intensidad del conflicto se redujo gracias al cese al fuego unilateral ordenado por las FARC el pasado mes de diciembre, al compromiso de la guerrilla de poner fin al reclutamiento de menores de 17 años, y al acuerdo en torno al desminado, “no significa otra cosa que estamos cerca al cese al fuego bilateral, que se traduce en el fin del conflicto”, según dijo el senador oficialista Armando Benedetti.

La oposición, en sus primeras reacciones, controvirtió la decisión adoptada por el presidente. El senador Álvaro Uribe, según lo expresó en su cuenta de Twitter, consideró que hoy Santos anunció un cese de bombardeos al terrorismo que ya había aplicado con la parálisis de las Fuerzas Militares. El uribismo ha insistido en que desde el momento en el que la guerrilla anunció el cese al fuego unilateral, las operaciones militares contra la guerrilla se estancaron.

Más allá de esta posición, lo que los colombianos escucharon en boca del presidente Santos este martes no fue otra cosa que una especie de rendición sobre el actual estado del proceso de paz.

Porque en su alocución el presidente reveló que en La Habana ya se empezó a trabajar respecto a los dos últimos puntos de la agenda: la satisfacción de los derechos de las víctimas y la dejación de armas y la reincorporación a la vida civil de los desmovilizados.

Y al garantizar que la seguridad de los colombianos no está en riesgo con esta decisión, también aclaró que esto no cobija a la guerrilla del ELN, organización de la que dijo estar aumentando sus acciones criminales.

Santos, al dar instrucciones a las tropas de acrecentar los operativos contra esta guerrilla, también pareció ponerle presión a los miembros del ELN para que tomen la decisión de formalizar un proceso de paz con el gobierno. De hecho, el mandatario dijo: “espero que al ELN no lo deje el tren de la paz”.

Semana

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