En masiva “Marcha por la vida”, presidente anuncia Ley de Reinserción de Pandillas
El presidente Salvador Sánchez Cerén anunció este jueves una propuesta de Ley de Reinserción de Pandillas y Prevención para Personas en Riesgo durante el discurso que brindó al finalizar la Marcha por la Vida, la Paz y la Justicia.
El mandatario indicó que próximamente presentará el anteproyecto de ley ante la Asamblea Legislativa.
La iniciativa surge en momentos en que el asecho de pandillas en el país ha arreciado los hechos de violencia. Según autoridades, en lo que va de marzo se ha registrado una cifra promedio de 15 homicidios diarios.
Sánchez Cerén reconoció además el trabajo de policías, fiscales, jueces y personal penitenciario en el combate a la inseguridad.
«Aplicaremos la ley con firmeza para derrotar la delincuencia de cualquier tipo. Ratifico a los todos los empresarios mi compromiso de incrementar y hacer más eficaz la lucha contra las extorsiones», añadió.
Al referirse a la marcha por la Paz, Sánchez Cerén dijo que también «es una declaración de lucha contra cualquier tipo de violencia hacia las mujeres».
El blanco inundó las calles de San Salvador
El cielo nublado y deslucido que amaneció ayer por la mañana desentonaba con los ánimos que mostraban las personas que se concentraron desde temprano para participar en la Marcha por la Vida, la Paz y la Justicia. Personas de todas las edades se sumaron a las expresiones contra la violencia. “Hay que seguir adelante y la paz es lo principal en el país”, dijo René, un estudiante del Instituto Nacional Alberto Masferrer (INAM), que participó con su banda de paz en el recorrido que inició del redondel Schafik Hándal, en Mejicanos.
Al mismo tiempo también salía otra de las cuatro marchas de la Plaza Gerardo Barrios (Cívica) en el centro capitalino. Tanto estudiantes, empleados y otros ciudadanos lograron organizarse y marcharon en orden durante todo el trayecto.
Debido a que no había nadie que coordinara qué debían hacer, algunas personas decidían lanzar vítores espontáneos, que el resto a su alrededor repetía. Agentes policiales y miembros de Comandos de Salvamento siguieron todas las marchas, en caso de una emergencia que no se reportó.
Según diría posteriormente el presidente Salvador Sánchez Cerén, 300,000 personas marcharon en San Salvador y 200,000 en el interior del país.
En el Monumento a la Constitución, organizaciones feministas mantenían una concentración recordando que el problema de la violencia no solo está relacionado a las pandillas y que persiste la violencia de género. Mientras que, entre la multitud que se aproximaba a la alameda Roosevelt, algunos se adelantaron para llegar antes.
Los que llegaron primero agarraron los mejores puestos en la grama, sentados bajo el sol, esperando que empezara el evento principal. Otros hicieron fila para obtener refrigerios otorgados por empleados de diversas carteras de Estado. Y algunos, aunque no había llegado Sánchez Cerén, se retiraban de la concentración junto a sus familias, pero la mayoría se quedó hasta el final.