México: estudiantes de Puebla denuncian secuestro, tortura y lesiones

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Estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) presentaron una denuncia penal ante la Procuraduría de Justicia del estado por los delitos de privación ilegal de la libertad, tortura, lesiones, amenazas cumplidas y robo, derivados de la represión en su contra la madrugada del pasado 8 de febrero.

Iván Ojeda Cuevas, abogado de los estudiantes, informó que en la denuncia incluirán acusaciones contra los policías por omisión y comisión, pues además de que no auxiliaron a los jóvenes cuando fueron atacados por un grupo de porros, escoltaron la camioneta en la que fueron privados de su libertad ocho jóvenes.

“De acuerdo con los testimonios de los compañeros, se habla de que antes de que sean llevados en la camioneta gris oscura, aparece una camioneta del GOES (Grupo de Operaciones Especiales), arranca la camioneta y se van atrás la GOES y el resto de las patrullas escoltando”, explicó.

Fidel Sánchez, uno de los estudiantes “levantados”, dijo que, según el testimonio de otro agredido, cuando éste paró a una patrulla para pedir ayuda, un policía lo retuvo.

“Un compañero corre, para una patrulla y le pide ayuda. El policía se baja, le pone las esposas, lo detiene y lo empieza a regañar”, relató. Lo mantuvo dando vueltas unos 20 minutos “hasta que lo lleva a la calle 18 Poniente, donde le dice que no hay ningún problema pero que se vaya a su casa porque esto está muy cabrón”.

Por ello, afirmó: “Queremos dejar el precedente de que la policía estatal y municipal actuaron en colaboración con los agresores. Es importante decirlo en un ambiente actual, porque igual en Guerrero los policías municipales actuaron coludidos con la delincuencia organizada”, en referencia a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

La noche de los hechos, el secretario de Gobernación municipal, Manuel Castañeda Rodríguez, afirmó que la policía municipal acudió al Zócalo después de lo ocurrido, situación que identificó como “riña entre estudiantes”.

“Lo que nosotros tenemos registrado y el reporte que nos da la Secretaría de Seguridad es en el sentido de que hubo una riña entre jóvenes. Obviamente no tenemos identificado a nadie, porque no es la competencia de esta instancia”, declaró el funcionario.

Sin embargo, Fidel Sánchez añadió que para documentar todo lo que ocurrió esa madrugada, han pedido a las instituciones los videos de las cámaras ubicadas en el zócalo y otras calles. También incluirán las declaraciones por escrito de 20 de los 23 estudiantes presentes en el campamento, donde cinco jóvenes estaban en huelga de hambre.

Entre los testimonios hay quienes tienen ubicados a algunos agresores, agregó, ya que los primeros que llegaron no llevaban capucha y así pudieron ser identificados como porros de la BUAP.

Los jóvenes agredidos se quejaron de la tardía ctuación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Según su dicho, pidieron su apoyo alrededor de las cuatro de la mañana, pero el personal llegó hasta las dos de la tarde.

Sánchez indicó que a dos días de la represión han encontrado elementos para suponer que la agresión, más que estar relacionada con su demanda de espacios para impartir cursos gratuitos, fue por el activismo de los huelguistas en la Liga Estudiantil Democrática (LED).

La pregunta, dijo, es “¿por qué en esa magnitud la represión? ¿Sólo por unos salones? Yo soy de la Liga Estudiantil Democrática y varios compañeros también, es una organización que se ha dedicado al trabajo político dentro de la Universidad para recuperar los espacios que han quitado los ‘neoliberales’, como llamamos a los que quieren vender la educación”.

De acuerdo con su explicación, cuando a él lo subieron a la camioneta, en la que fueron secuestrados, escuchó a los encapuchados que decían: “suban atodos los de la LED”. Cuando una joven reclamó que era del CUEP, le contestaron: “no nos hacen pendejos sabemos que son los mismos”.

Agresión sexual

Ivon Potrero, integrante de la LED, informó que desde la madrugada del lunes pidieron la presencia de personal de la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales por la agresión que sufrió Nohelia Herrera, de 15 años, quien presentó sangrado luego de la detención.

Detalló que aunque la estudiante no fue penetrada, los agresores le rasgaron la ropa con desarmadores y le hicieron “manoseos”. Peor aún, contaron que el lunes fue dada de alta del Hospital Universitario aunque su estado físico y psicológico aún es delicado, pues no puede caminar y todavía registra sangrados.

“Exigimos que se le preste la atención médica adecuada porque la compañera aún no se encuentra bien”, reclamó.

Otra estudiante identificada como Magaly, refugiada en la Casa del Estudiante Emiliano Zapata, también tiene dificultades para caminar pues la lastimaron de la columna cuando los agresores caminaron arriba de los jóvenes.

Potrero se quejó porque desde un principio tuvieron problemas para que los jóvenes golpeados recibieran atención médica. Contó que cuando acudieron al Hospital Universitario el personal se negó a recibirlos; incluso los doctores trataron de alterar los dictámenes sobre su estado de salud. En la Cruz Roja le negaron atención a una joven que iba descalabrada y fue atendida por paramédicos afuera de la institución.

Reciben apoyo de normalistas

Omar García, alumno de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, estuvo presente durante la presentación de la denuncia ante la Procuraduría, como acción de solidaridad del movimiento normalista con los estudiantes poblanos.

“Ya lo habíamos advertido de que la represión se iba a intensificar en todo el país”, expresó. Condenó que lo ocurrido el pasado 26 de septiembre sea utilizado para aterrar a los movimientos estudiantiles de otras entidades del país.

“No es la primera vez que lo dicen. En la marcha del 20 de noviembre en el Zócalo de la Ciudad de México les dijeron lo mismo, que los iban a desaparecer como los estudiantes de Ayotzinapa”, recordó.

El normalista aseguró que la represión sufrida “es una advertencia real de las autoridades hacia los estudiantes y hacia quien lucha”. Agregó que “lo del 26 de septiembre fue realmente eso, el intento de dar un escarmiento, porque es lo que busca la represión, que la gente deje de movilizarse”.

Luego preguntó: “¿Por qué no van los federales a reprimir los narcobloqueos a Tamaulipas? Frente a ello no dicen nada y frente a los estudiantes sí, de esas cosas raras que pasan en el actuar del sistema”.

Proceso

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