El Salvador: celebran misa en honor a Monseñor Óscar Arnulfo Romero tras el anuncio de su beatificación

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La pequeña e histórica capilla del hospitalito Divina Providencia abrió sus puertas el viernes por la tarde para celebrar una misa en honor al Mártir, Monseñor Óscar Arnulfo Romero, luego del anuncio de la beatificación.

“Es una fiesta del espíritu”, dijo Monseñor Gregorio Rosa Chávez, que junto a Monseñor Ricardo Urioste vistieron ropas rojas símbolo de los “mártires” dentro de la Iglesia Católica. El oficio religioso, convocado por la Fundación Romero, llenó el espacio de esperanza, verdad, paz y perdón; atrás quedó la fatídica tarde del lunes 24 de marzo de 1980, cuando un disparo del arma de un subsargento de la sección II, de la Guardia Nacional, cegó la vida del Arzobispo por odio a la Fe.

“La verdad está triunfando”, agregó Rosa Chávez, al reseñar el riguroso proceso de evaluación hecha a las homilías y cartas pastorales de Monseñor Romero de su total apego al Evangelio y amor por los pobres.

“Han pasado 24 años de camino y saber con toda seguridad que Monseñor Romero fue un hombre totalmente limpio en su opción por Jesucristo y su rebaño. El Papa Juan Pablo II dijo que Jesucristo es alguien en quien coinciden el mensaje y el mensajero; sus palabras aclaran sus acciones y sus acciones confirman sus palabras, eso se llama coherencia”, predicó. Sobre la designación hecha por su Santidad Francisco I, sobre el martirio de Monseñor Romero, que lleva al proceso de beatificación; Monseñor Rosa Chávez celebró que fuera decisión del primer Papa latinoamericano.

“Es el Papa que quiere una Iglesia pobre para los pobres; la misma Iglesia que soñó Monseñor Romero … es un día pues, maravilloso y este evangelio que leímos, es el mismo que leyó Monseñor Romero el día de su muerte, lo escogió previamente –porque tocaba otro evangelio- que habla del grano de trigo y su simiente”, recordó.

La vida de Monseñor Romero es semejante a ese grano de trigo, con una “muerte aparente” porque el grano tiene que desaparecer para dar vida y una cosecha, explicó Monseñor Rosa Chávez.

“Nadie tiene mayor amor que aquél que da la vida –a mi me encanta esa frase- él ofreció su vida y cuando nos comunicó Monseñor Viccenzo Pagglia, la nota comenzaba –cuando ofrecía su vida, que increíble testimonio-“, comentó.

Asimismo, su compromiso con su pueblo que selló su destino “Prometo que no abandonaré a mi pueblo y que correré con él todos los riesgos que mi ministerio me demande. Es ahora, que lo recordamos, ya no como un Pastor bueno si no como un hombre que prácticamente ya está en los altares, porque la firma del Papa ya lo hizo Santo”, expresó.

Para Monseñor Rosa Chávez lo que engrandece a la Iglesia Católica es el amor al Padre y que también revela y hace posible que el Espíritu Santo y pone de pié a los testigos de la fe y entre ellos, están los mártires. “Solo quiero anunciarles que este día (viernes 6 de febrero) inició el proceso del Padre Rutilio Grande y luego de un grupo más grande de personas que entregaron su vida”, dijo.

Diario Co Latino

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