Personalidades argentinas engrosan el listado de apoyos al proceso vasco

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Argentina cogió ayer el relevo de México y Uruguay y celebró en el Senado un solemne acto de presentación de un manifiesto de apoyo al proceso emprendido por el pueblo vasco hacia la consecución de una paz justa y duradera. Más de 310 personalidades, entre ellas un Nobel de la Paz, dos expresidentes y nombres muy conocidos en el país, insistieron en la vigencia de la Declaración de Aiete e instaron a hacer un «esfuerzo constructivo» sin «excusas ni obstáculos».

«La paz no es la ausencia de conflicto, sino que se basa en el respeto de los unos y los otros. La paz debe estar basada en el respeto de la vida también de los pueblos, de sus culturas y de sus identidades, de lo contrario es imposible la paz». El autor de esta afirmación es el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, encargado junto a Nora Cortiñas, presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, de dar lectura ayer al manifiesto de apoyo al proceso de paz y de solución al conflicto en Euskal Herria, que ha sido suscrito por 310 personalidades argentinas.

Pérez Esquivel, antes de leer el documento, hizo una breve exposición sobre las experiencias negociadoras habidas en nuestro país, en alguna de las cuales, recordó, ha participado directamente, y tuvo unas afectuosas palabras para Arnaldo Otegi, «preso político» que, apostilló, «a día de hoy permanece preso a pesar de los reclamos que se han hecho» para exigir su puesta en libertad. La mención del dirigente abertzale, encarcelado desde 2009 junto a otros cuatro compañeros por el «caso Bateragune», arrancó una fuerte ovación por parte de las personas que abarrotaban el Salón Azul del Senado argentino, escenario de la presentación del manifiesto y de la lista de firmantes.

Después de México y Uruguay

En octubre de 2013, coincidiendo con el segundo aniversario de la Conferencia de Aiete, Ciudad de México acogió el «Encuentro Continental por la Paz en el País Vasco», en el que una veintena de políticos en activo y exmandatarios latinoamericanos expresaron su apoyo a la declaración a la que dio nombre el citado palacio donostiarra, así como al camino recorrido desde entonces para alcanzar un escenario de soluciones en Euskal Herria. Entre los firmantes se hallaban personalidades de la talla de Lula da Silva, César Gaviria, Ricardo Lagos, Ernesto Samper, Belisario Betancur, Alvaro Colom y otros dignatarios de procedencia geográfica e ideológica diferente. Aquel evento no quedó como un hecho aislado, y hace apenas seis meses, el pasado 5 de junio, se celebró en Montevideo un encuentro con el mismo objetivo, en el que intervinieron el presidente del Parlamento y representantes de todos los partidos con representación en el hemiciclo, así como la senadora y primera dama Lucía Topolansky. La Declaración de Montevideo fue suscrita por un centenar largo de personas referenciales de la vida política, social y cultural uruguaya.

Con esos precedentes, la Cámara Alta argentina asistió ayer por la tarde a un acto multitudinario revestido de solemnidad «sonó el Himno Nacional de Argentina y se bailó un aurresku a su inicio» que sirvió para presentar a la opinión pública el extenso listado de personas que han expresado su respaldo al manifiesto.

Un Nobel y dos expresidentes

Todos los nombres que aparecen en la lista son muy conocidos en Argentina y muchos de ellos tienen una dilatada experiencia en el ámbito de la política, de la lucha por los derechos humanos o en el mundo académico. Entre los firmantes se hallan por ejemplo, además de Pérez Esquivel y Cortiñas, los expresidentes Eduardo Duhalde (2002-2003), y Carlos Saul Menem (1989-1999); Estela B. de Carlotto, presidenta de Abuelas Plaza de Mayo; Eugenio Raul Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema de Justicia; Mario Negri, diputado y presidente del Bloque Nacional UCR; María del Carmen Bianchi, diputada del FpV; Remo Carlotto, diputado del FpV; Víctor de Gennaro, diputado de Unidad Popular; Fernando Ezequiel Solanas (Pino Solanas), senador y muy conocido en su faceta como director de cine; Fernando Vaca Narvaja, fundador de los Montoneros y expresidente del tren Patagónico de Río Negro; Franco Berardi, filósofo, escritor y profesor de la Universidad de Milan; Horacio González, director de la Biblioteca Nacional de Argentina; Sergio Olguín, escritor; y Paula María Bertol, abogada y docente.

Asimismo, respalda el documento una nutrida representación de la diáspora vasca en Argentina, con entidades como la Federacion de Entidades Vasco Argentinas (FEVA), numerosos centros vascos del país, entre ellos los de Rosario, La Plata, Córdoba y Buenos Aires, así como María Elena Etcheverry de Irujo, directora de la Editorial Ekin y presidenta de la comisión directiva de Eusko Kultur Etxea.

La paz exige líderes valientes

Alberto Spektorowski, miembro del Grupo Internacional de Contacto (GIC), fue el primero en tomar la palabra, y lo hizo para evocar detalladamente el camino recorrido desde Aiete hasta ahora, y a la pregunta «que todo el mundo se hace» de si el proceso está bloqueado, respondió que «a pesar de que aparentemente pueda parecerlo, lo que está pasando debajo de la mesa es mucho e importante». Sin entrar en más detalles y tras señalar algunos de los jalones más importantes del trayecto recorrido en los últimos años, apuntó que «cuando las partes son intransigentes no es posible la paz», apostillando que «para hacer la paz hacen falta líderes valientes, líderes que sean capaces de pagar el precio de la paz».

A continuación intervino Paul Ríos, quien tuvo palabras de agradecimiento para los organizadores y, especialmente, para los representantes de la diáspora vasca allí presentes. El coordinador de Lokarri hizo referencia a los logros, los retos pendientes y a los obstáculos, entre los que citó la actitud del Gobierno español, que «se niega al diálogo». A este respecto, puso en valor la necesaria implicación de la sociedad vasca, «que debe tener un papel protagonista», para que no sea Madrid quien tenga la llave del proceso.

Capítulo argentino de la Conferencia de la Paz en el País Vasco
Los asistentes al «Capítulo Argentino de la Conferencia por la paz en el País Vasco» y las personas y organizaciones que suscribimos este pronunciamiento coincidimos en señalar como histórico el momento político que vive el País Vasco. La Declaracion de Bruselas (Marzo 2010) suscrita por varios premios Nobel de la Paz, el Acuerdo de Gernika (Septiembre 2010), el debate de la Izquierda Abertzale y su apuesta unilateral por vías exclusivamente políticas y democráticas, además de la decisión de ETA de poner fin definitivamente a su actividad armada, dibujan un nuevo tiempo político en el País Vasco y también en los estados Español y Francés.

A nuestro entender, ha sido fundamental en el devenir de los acontecimientos antes citados la celebracion de la «Conferencia Internacional de Paz de Donostia-San Sebastian» el 17 de Octubre de 2011, el «Encuentro Continental por la Paz», celebrado el 17 de Octubre de 2013 en México y el «Encuentro Uruguay por la paz» en Montevideo el 5 de Junio de 2014. La celebracion de dichos eventos, auspiciados por personalidades de talla internacional, han sido invaluables en el contexto de la búsqueda de las soluciones que requiere la hora en el País Vasco. Por esta razón desde Argentina tomamos el relevo y llamamos a construir el «Capítulo Argentino de la Conferencia por la Paz en el País Vasco».

Consideramos que la resolución de cinco puntos alcanzada en la Conferencia de Donostia-San Sebastián «que por haberse realizado en el Palacio de Aiete de esa ciudad es conocida como la Declaración dE Aiete», representa una hoja de ruta adecuada, de gran validez y vigencia en el contexto político actual, que se convierte además en una iniciativa referencial por sus contenidos, implicaciones y los pasos que pide dar a partir de entonces.

El 20 de Octubre de 2011, ETA anunció el cese de su actividad armada y solicitó diálogo con los gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente «las consecuencias del conflicto», término en el que se engloban las cuestiones relativas a los presos, víctimas y desarme, de tal forma que la agenda política pase a situarse plenamente en el ámbito de los representantes de la sociedad vasca.

Estimamos oportuno subrayar la vigencia de los contenidos de la Conferencia de Donostia-San Sebastian e instamos a todos los implicados «ETA, gobiernos, instituciones, partidos políticos y sociedad civil» a promover un ejercicio de diálogo que establezca unas sólidas bases para la convivencia. Los invitamos a abordar medidas referentes a la situacion de los presos.

Saludamos el trabajo realizado por el Grupo Internacional de Contacto y la Comision Internacional de Verificación, y especialmente el anuncio que esta dio a conocer el 21 de Febrero de 2014 informando que ETA ha comenzado ya «el proceso unilateral de sellado y puesta de fuera de uso operativo de sus armas, municion y explosivos».

Sumamos nuestra voz a la de los miembros de la comunidad internacional solicitando la implicación de los gobiernos Español y Francés en el proceso de desarme. De modo tal que se garantice un marco adecuado para que este pueda concluir de manera acordada, verificada, ordenada y controlada.

En relación con estos temas consideramos muy positivas las recomendaciones publicadas en Mayo del 2013 en Donostia-San Sebastián por el «Foro Social para impulsar el proceso de paz en el Pais Vasco», y animamos a su pronta implementación.

Nos hallamos ante un nuevo tiempo político que exige actuar sin demora. Dar paso a la ruta y espíritu de la Paz, por encima de la lógica de fuerza y confrontación, nos parece que requiere un esfuerzo constructivo para el que hoy no valen excusas ni obstáculos que puedan aducirse como insalvables. Por cuanto antecede, convocamos a todas las partes a que se impliquen en la construcción de una paz justa y duradera en el País Vasco y recomendamos para ello la aplicacion de la hoja de ruta que representa la Declaración de la Conferencia Internacional de Paz de Donostia-San Sebastián del 17 de Octubre de 2011.

Naiz

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