Organizaciones ambientalistas de El Salvador critican la posición del gobierno en la COP-20

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Carta abierta ante la posición del gobierno salvadoreño durante la COP-20 en Lima

La Mesa de Cambio Climático de El Salvador,

ALERTA a las sociedades y gobiernos del mundo sobre la profundización deliberada en Lima del proceso de flexibilización del régimen multilateral de cambio climático iniciado en Varsovia en 2013. La decisión de la COP-20, denominada «Llamado de Lima para la Acción Climática» va en contrasentido de los objetivos de la Plataforma de Durban y fortaleció el enfoque nacional, el carácter voluntario y la laxitud de las acciones; además de haber fracasado en establecer la ruta expedita con los plazos perentorios requeridos para evaluar en 2015 y con la anticipación debida, la adecuación de las «intenciones de contribuciones determinadas en el ámbito nacional» (INDC) agregadas a nivel mundial para el logro de la meta global de reducción de emisiones que evite perturbaciones peligrosas e irreversibles del sistema climático de la tierra.

EXPRESA ante la opinión pública su alta preocupación por la posición planteada por la delegación oficial de El Salvador a nombre del Estado salvadoreño ante la plenaria de alto nivel realizada el 11 de diciembre en Lima, Perú, en el marco de la COP-20; pues el discurso de la ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en representación del gobierno salvadoreño, ha enviado señales equivocadas a la comunidad internacional de cambio climático representada en la COP, y a la vez contradictorias con las medidas que el país necesita implementar para una adaptación apropiada y la contribución a una mitigación mundial real y efectiva del cambio climático.

Consideramos que al plantear que “estamos creando condiciones para adoptar compromisos unilaterales de mitigación…” se cometió un error político, debido a que el tema de las «acciones nacionales apropiadas de mitigación unilaterales» es todavía controversial dentro del proceso multilateral, ya que está siendo objeto de definición y negociación. La acepción más generalizada para las «acciones nacionales apropiadas de mitigación unilaterales»[i] las define como acciones que son planeadas, desarrolladas e implementadas domésticamente, no requiriendo apoyo técnico ni financiero externo para tal efecto.

Por tanto, la postura actual del gobierno salvadoreño ha enviado el mensaje a la comunidad internacional y nacional, de que el país no necesita apoyo internacional para la mitigación, rechazando implícitamente las oportunidades de recursos técnicos, financieros y de fortalecimiento de capacidades para la mitigación que se generarían en el Fondo Verde para el Clima y aplicables a los sectores de la economía emisores de gases de efecto invernadero en el país, especialmente al sector energía, agricultura, desechos y uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura.

Contrariamente a lo expresado en Lima, el gobierno salvadoreño continúa avanzando en el desarrollo de la estrategia nacional de REDD+[ii] con apoyo financiero del Fondo Cooperativo para el Carbono Forestal -FCPF- del Banco Mundial, cuyo propósito es el desarrollo de las capacidades y el establecimiento del marco normativo nacional para generar un entorno favorable que viabilice la compra-venta de créditos de carbono, a través de los nuevos mecanismos de mercado que se promueven para negociarse bajo la Plataforma de Durban y que resultarían en la flexibilización del Acuerdo mundial de 2015. Las actividades elegibles bajo REDD+ han sido concebidas para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero de países emisores, mediante la comercialización del carbono biogénico almacenado o secuestrado en los países en desarrollo. Bajo dicho concepto el Estado salvadoreño no podrá acreditar como «acciones nacionales apropiadas de mitigación unilaterales» ni tampoco como acciones nacionales apropiadas de mitigación apoyadas internacionalmente, las acciones que se realicen bajo la estrategia nacional de REDD+ pues se debe evitar la doble contabilidad, y por consiguiente, tampoco podría incorporarlas dentro de las «intenciones de contribuciones determinadas en el ámbito nacional»(INDC) que el país debe presentar oficialmente en marzo de 2015 como su aporte a las negociaciones del nuevo Acuerdo de 2015.

De igual manera, en Lima se planteó que “ya estamos realizando estos esfuerzos de mitigación, incluyendo un aumento para el 2016 del 8% en generación de energía con fuentes renovables respecto a nuestra actual capacidad instalada”. Se desconoce el fundamento técnico y la información oficial que ha generado la cifra de un aumento del 8%. La tasa promedio anual de crecimiento de la energía hidroeléctrica y geotérmica ha tenido una tendencia creciente en los últimos 30 años, respecto a las capacidades instaladas respectivas, y dicha tendencia continuaría aumentando en la próxima década. Sin embargo la participación de dichas fuentes de energía en la generación total nacional de energía ha ido disminuyendo, debido al crecimiento de la potencia térmica, especialmente los motores diesel, cuya participación pasó del 5% al 50% de la matriz energética nacional en el período 1985-2007. Es de hacer notar, que en el caso de que El Salvador adoptara una estrategia de mitigación ambiciosa para el sector energía en su conjunto, y la tradujera en medidas específicas para cada subsector mediante «acciones nacionales apropiadas de mitigación», las eventuales reducciones de las emisiones provenientes de la sustitución de fuentes de energía representarían un 5.4% del potencial de mitigación del sector energía en 2025.

Por otra parte, la ministra salvadoreña planteó categóricamente en representación del Estado salvadoreño, que “la mitigación por sí misma no puede responder ni resolver los impactos y tendencias ya existentes de alteración del sistema climático, los efectos de las contribuciones en mitigación que se realicen entre 2015 y 2030, y en períodos ulteriores, solo tendrán efectos en el muy largo plazo”, lo cual se contrapone al mejor conocimiento científico, según el cual el alcance de la meta global de un aumento máximo de 1.5 a 2°C para 2100 de la temperatura media mundial, respecto a los niveles pre-industriales, solo podría alcanzarse con reducciones de emisiones que inicien en la presente década y que continúen por el resto del siglo mediante escenarios de mitigación que llegan a niveles de emisiones nulos. Dicha afirmación también contradice la Plataforma de Durban adoptada en 2011, cuyo propósito es identificar y explorar opciones encaminadas a cerrar la brecha de ambición mediante medidas de mitigación pre-2020, y considerar elementos para un borrador de texto del Acuerdo 2015[iii] especialmente en términos del alcance de la meta mundial de 1.5 a 2°C para lo cual la mitigación es determinante.

Dicho planteamiento desestima el papel fundamental de la mitigación en las tendencias e impactos actuales del cambio climático, y más bien pudo haber alentado a los países que son grandes emisores a no aumentar su nivel de ambición en materia de mitigación pre y post 2020. Aunque la posición presentada expresó la necesidad del “liderazgo decidido de los países desarrollados, mostrando la ambición necesaria en mitigación…”, se omitió visibilizar que en el marco de la Plataforma de Durban, todos los países deberán presentar sus «intenciones de contribuciones determinadas en el ámbito nacional» (INDC) para contribuir a aumentar el nivel de ambición de la mitigación mundial. Al respecto, el gobierno salvadoreño no ha informado a la sociedad salvadoreña sobre el grado de avance del país en el desarrollo de sus INDC, para lo cual le fueron otorgados oportunamente los recursos financieros. En conclusión, la posición presentada fue incoherente, lo cual refleja una falta de claridad sobre el posicionamiento de país en este tema.

Por otra parte, hacemos notar que a partir del Acuerdo de Cancún, el gobierno salvadoreño ha estado planteando el tema de la adaptación bajo un enfoque de “resignación” y “emergencismo” sin coherencia con los niveles de vulnerabilidad existentes, expresado en el énfasis puesto al tema de«pérdidas y daños», en detrimento del fortalecimiento del Marco de Adaptación de Cancún y de las capacidades de adaptación a nivel nacional y territorial, para lo cual el énfasis y esfuerzos deberían girar en torno al fortalecimiento de la planeación e implementación de los planes nacionales de adaptación, incluyendo la identificación de las necesidades de tecnologías, capacidades y financiamiento para la adaptación. En Lima se urgió a “que se adopten las decisiones acordadas hace un año en la COP-19, que permitan que el Mecanismo Internacional de Varsovia sobre pérdidas y daños entre en operaciones a inicios del 2015”; invisibilizando la agenda de la adaptación y sin percatarse que este tema ya había quedado subordinado al tema de adaptación al avanzar las negociaciones para las decisiones tomadas en Lima[iv]. En este tema, el gobierno salvadoreño no ha informado al país sobre sus obligaciones ni sobre los avances realizados en cuanto a desarrollar, presentar y validar su Plan Nacional de Adaptación (PAN) para enfrentar los efectos e impactos actuales y futuros debido al cambio climático y su variabilidad asociada.

Es importante puntualizar que el «Mecanismo de Varsovia sobre pérdidas y daños asociados a los impactos del cambio climático» fue adoptado sin institucionalidad ni contenido durante la COP-19, y que constituye un tema polémico, todavía sujeto a negociaciones intensas respecto a la forma de incluirlo y abordarlo en el Acuerdo de 2015. Lo anterior, porque dicho Mecanismo fue concebido de tal forma que su implementación es prácticamente inviable, ya que limita su ámbito de acción únicamente a las pérdidas y daños asociados a los impactos del cambio climático. Dicho ámbito de acción es de naturaleza contenciosa, ya que el estado actual de la ciencia del cambio climático no permitiría dirimir de manera taxativa y oportuna sobre las pérdidas y daños que efectivamente estarían asociados al cambio climático. La situación se volvería aún más crítica, para los países que como El Salvador, todavía no han desarrollado los estudios sobre las manifestaciones e impactos actuales y futuros del cambio climático, ya que se verían imposibilitados a demostrar científicamente que los daños y pérdidas que eventualmente podrían sufrir, estarían asociados a los efectos e impactos del cambio climático o de su variabilidad asociada.

LAMENTAMOS y EXPRESAMOS DESACUERDO con los planteamientos señalados en la posición oficial del gobierno salvadoreño en Lima; los cuales no fueron consultados, discutidos y mucho menos consensuados previamente a ser adoptados como posición oficial del Estado salvadoreño. Lo anterior, a pesar de que la Mesa de Cambio Climático de El Salvador solicitó mediante Carta Abierta[v] a los titulares del MARN y Cancillería que dieran a conocer la posición oficial, y los invitó a discutirla conjuntamente con la propuesta de posición de la Mesa[vi], no habiendo recibido respuesta alguna por parte de las autoridades ni expresión de interés sobre los aportes realizados.

EXHORTAMOS al más alto nivel político del gobierno salvadoreño para que gire lineamientos de política exterior en materia de cambio climático, a los funcionarios responsables de las delegaciones negociadoras, que sean congruentes con el objetivo último, principios, espíritu y cuerpo de estipulaciones de la Convención Marco de Cambio Climático, ratificada por el Estado salvadoreño; que es ley secundaria de la República, al igual que los compromisos y obligaciones adoptados a partir de Cancún, en materia de mitigación y adaptación.

EXIGIMOS al gobierno salvadoreño que las posiciones y estrategias de negociación que se adopten y defiendan a nombre del país dentro del proceso multilateral de cambio climático, sean consultadas, legitimadas y divulgadas de manera oportuna y anticipada a las sesiones de negociación por venir, de tal manera que los actores, sectores y pueblos de la sociedad salvadoreña participen plenamente en su definición y seguimiento.

DEMANDAMOS a las actuales autoridades del gobierno central para que en virtud de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, rindan cuentas a la población salvadoreña sobre la posición planteada en la COP-20, y que se realicen las gestiones pertinentes al más alto nivel decisorio para subsanar los eventuales efectos de dicha posición en términos de apoyo internacional para el desarrollo e implementación de las medidas nacionales de mitigación y adaptación ante el cambio climático.

ASUMIMOS el compromiso de continuar vigilando y proponiendo criterios y planteamientos para que el Estado salvadoreño cumpla los mandatos de ley y compromisos multilaterales en materia de cambio climático, en congruencia con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y de la Madre Tierra. El Plan Nacional de Cambio Climático deberá facilitar la observancia plena y oportuna del derecho, incorporando los mecanismos necesarios para contribuir a la mitigación efectiva y a la adaptación apropiada, sobre la base del mejor conocimiento disponible en la materia, y de las directrices metodológicas adoptadas dentro del proceso multilateral.

[i] Propuesta por la República de Corea: https://unfccc.int/files/documentation/submissions_from_parties/application/pdf/nmm_republic_of_korea.pdf

[ii] Reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal en los países en desarrollo; y función de la conservación, la gestión sostenible de los bosques y el aumento de las reservas forestales de carbono en los países en desarrollo

[iii] El texto de negociación para un protocolo, otro instrumento legal o un resultado acordado con fuerza legal bajo la CMNUCC deberá estar disponible antes de Mayo de 2015

[iv] Advanced unedited versión, Decision -/CP.20, “Lima call for climate action”, Párrafos 32 y 33:http://unfccc.int/files/meetings/lima_dec_2014/application/pdf/auv_cop20_lima_call_for_climate_action.pdf

[v] Carta Abierta a los delegados oficiales del Gobierno que participarán como negociadores del Estado salvadoreño en las próximas negociaciones de cambio climático de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 3 de septiembre de 2014: https://es.scribd.com/doc/238605902/Posicion-Mesa-de-Cambio-Climatico-de-El-Salvador-Ante-COP20-CMNUCC-3SEP2014

[vi] (a) Nota enviada a la Ministra Lina Pohl (MECC/CO/ENV11.2SEP2014/Rev.2): https://es.scribd.com/doc/250221376/Nota-Envio-de-Posicion-a-Cop20-marn-Mecc-Co-Env11-2sep2014-Rev-2.

(b) Nota enviada al Canciller Hugo Martínez (MECC/CO/ENV12.2SEP2014/Rev.2): https://es.scribd.com/doc/250221414/Nota-Envio-de-Posicion-a-Cop20-rree-Mecc-Co-Env12-2sep2014-Rev-2 y

(c) Nota enviada al Viceministro Ángel Ibarra (MECC/CO/ENV13.2SEP2014/Rev.2): https://es.scribd.com/doc/250221445/Nota-Envio-de-Posicion-a-Cop20-vicemarn-Mecc-Co-Env13-2sep2014-Rev-2

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