El lado keynesiano de la niñez en Suramérica – Por Laura Iturbide (especial para Nodal)
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
A partir de la última década los estados suramericanos han adquirido perfiles diversos y representativos en la región, sin embargo observamos en sus políticas públicas destinadas a la niñez el motor de transformación del modelo político-económico desde un proyecto neoliberal hacia un proyecto keynesiano, en gran parte de los casos.
América del Sur a fines del siglo veinte fue testigo de las políticas neoliberales más ortodoxas. Para combatir recesiones nacionales se privatizaron empresas y servicios; se abrieron fronteras en desmedro de las industrias y puestos de trabajo; se quitaron derechos y garantías sociales; y se recortaron partidas de inversión social en los presupuestos nacionales, por mencionar las políticas más recurrentes.
Tras crisis y quiebres de las economías a fin de siglo, los nuevos gobiernos con un escenario caliente rediseñaron políticas públicas para erradicar la indigencia y la pobreza extrema a fin de incidir de manera inmediata en la grave situación de gran parte de la población en nuestro continente.
Niños y niñas representan el sector de la población más vulnerable en una sociedad, entonces las políticas de transferencia de ingresos fueron dirigidas hacia la niñez y la adolescencia. Y aunque no se trata de nuevos programas fue innovación la universalización e institucionalización de su implementación con fines focalizados hacia una atención inmediata e integrada a las familias de gran vulnerabilidad por su situación socioeconómica.
Brasil en 2003 desarrolla el Programa Bolsa Familia que transfiriere ingresos a cincuenta millones de personas en reducción de la pobreza entre un 16%(1) y un 25% según las fuentes, llegando a favorecer hoy casi al cuarto de la sociedad brasilera más pobre. Venezuela desde 2003 lleva adelante las Misiones Sociales que redujeron la pobreza de 40,8% a 20.1%, y la pobreza extrema de 27.6% a 7.3%(2) en los últimos años. Argentina con la Asignación Universal por Hijo/a desde 2009 redujo el porcentaje de personas bajo la línea de la pobreza del 14.1% al 9.5% contando con una cobertura a 3.5 millones de niños y niñas(3). El Bono Escolar Juanito Pinto en Bolivia llevado adelante a partir de 2006 beneficia alrededor de 2 millones de niños y niñas(4) promoviendo su escolarización y evitando la trasmisión intergeneracional de la pobreza.
Las principales críticas a las políticas de transferencia económica a la niñez en la región argumentan un uso excesivo de recursos del estado hacia un sector social que no devuelve nada. Los programas observados representan entre 0,4% y 0,6% del PBI de los casos mencionados. Se utiliza un 0,40 % del Producto Interno Bruto en la región con una cobertura al 19% de la población latinoamericana(5).
Las políticas de transferencia de niñez se dirigen inmediatamente a la reducción de la pobreza, la promoción de la escolaridad y el ingreso al sistema de salud, pero incorporan ingresos a la sociedad también en función de reactivar la economía. La mirada keynesiana propone que un aumento en el gasto público previene y estabiliza los ciclos recesivos de las economías liberales. Contando con mayores recursos para consumir, las sociedades desarrollan un efecto multiplicador que favorece a la creación de empleo en diversas áreas para cubrir esa demanda.
Suramérica lleva adelante políticas de niñez en mejora del presente de un sector social pobre con menos de dieciocho años, y a la vez genera un efecto multiplicador que incorpora al resto de los sectores de la sociedad. Lejos de ser sectoriales, dichas políticas en los últimos años han modificado matrices de modelos económicos en promoción de la reactivación de las economías nacionales cada vez más alejadas de las recetas neoliberales desarrolladas por instituciones financieras internacionales, denominadas “Consenso de Washington”(6).
[1] Milene Peixoto Ávila. “El Programa Bolsa Familia y la pobreza en Brasil: mucho más que números a considerar”. Rev. Sociedad & Equidad Nº 5, Enero de 2013.[2] Elías Eljuri. “El desarrollo de Venezuela en números y perspectivas de futuro” Instituto Nacional de Estadística. República Bolivariana de Venezuela. Febrero de 2012.
[3] “Asignación Universal por Hijo/a en Argentina” Revista Empleo e Ingresos. Nota Técnica 23. Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la República Argentina.
[4] Flavia Marco Navarro “El Bono Juancito Pinto del Estado Plurinacional de Bolivia. Programas de Transferencias Monetarias e Infancia”. CEPAL. Chile, 2012
[5] Carlos Aponte Blank. “El gasto Público Social durante los Períodos Presidenciables de Hugo Chavez: 1999-2009” Cuadernos del CENDES Año 27 N|23.
[6] José Antonio Ocampo. “Más allá del Consenso de Washington: una Agenda de Desarrollo Para América Latina”. CEPAL. Revista Estudios y Perspectivas N|26
*Laura X. Iturbide, politóloga (USAL), docente y analista en políticas de género. Patagonia argentina.