Conmemoran 18 años de los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra civil
Los guatemaltecos conmemorarán el lunes los acuerdos de paz que hace 18 años pusieron fin a más de tres décadas de guerra civil, pero golpeados por la violencia criminal y bajo la sombra de juicios contra responsables de atrocidades durante el conflicto.
El gobierno de Guatemala celebrará un acto protocolario en el Palacio Nacional de la Cultura encabezado por el presidente Otto Pérez, un general retirado que en 1996 firmó la paz en representación del ejército, detalló Manuel Cogoux, comunicador de la estatal Secretaría de la Paz.
Previo al acto, guías espirituales indígenas efectuarán durante la madrugada una ceremonia maya en el sitio arqueológico Kaminal Juyú, en el oeste de Ciudad de Guatemala, agregó Coguox.
El 29 de diciembre de 1996, el gobierno guatemalteco y la izquierdista Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) firmaron el acuerdo que puso fin al conflicto armado de 36 años, que dejó 200.000 muertos o desaparecidos, según apuntó un informe de la ONU.
Sin embargo, la conmemoración de la paz se desarrollará en medio de una ola de violencia criminal, que causa más de 6.000 muertes al año, y que las autoridades atribuyen en un 50% al narcotráfico y a la lucha entre pandillas o maras.
Además, el aniversario coincide con la antesala de un nuevo juicio, a partir del 5 de enero, contra el exdictador Efraín Ríos Montt, acusado del genocidio de 1.771 indígenas mayas-ixiles durante su régimen de facto (1982-1983).
Ríos Montt fue condenado a 80 años de prisión el 10 de mayo de 2013, pero la condena fue anulada diez días después por la Corte de Constitucionalidad, que ordenó repetir el debate.
Otro de los casos emblemáticos que se juzgan actualmente por la violencia durante la guerra civil es el del exjefe policial Pedro García Arredondo, acusado de ordenar la quema de la embajada de España en 1980.
Producto del ataque a la sede diplomática española, que había sido tomada por un grupo de campesinos para denunciar la represión, murieron 37 personas, incluidos activistas y miembros del personal diplomático.