México: el FMI aprueba renovación de línea de crédito
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este miércoles la renovación de la Línea de Crédito Flexible (LCF) para México, esta vez por cerca de 70 mil millones de dólares, que el país tiene contratada desde 2009.
Dicho crédito –con vigencia de dos años– se puede usar cuando el país lo requiera, en caso de un choque externo y se puede disponer de él en partes o en una sola exhibición.
A diferencia de un crédito tradicional, la línea de crédito contingente no está sujeta a ninguna condicionalidad por parte del FMI en relación a la política económica del gobierno mexicano.
Normalmente el Fondo presta a países a condición de que los gobiernos locales establezcan una o varias de estas medidas: Saneamiento del presupuesto público –es decir, ajuste del gasto público, que es casi siempre a costa del gasto social–, generación de un superávit fiscal primario, eliminación de subsidios, reestructuración del sistema impositivo (para aumentar la recaudación), liberalización de la política cambiaria, apertura económica, mayor flexibilidad laboral (desregulación del mercado de trabajo) y, en general, una mayor reducción de la presencia del Estado en la economía.
Para el crédito que hoy se renovó, no se exige ninguna de esas medidas.
De hecho, desde la línea de crédito flexible original –aprobada el 17 de abril de 2009 por 47 mil millones de dólares–, México ha calificado, según el propio Fondo, de manera holgada para obtenerlo y para las sucesivas renovaciones, pues cuenta con los requisitos establecidos por el organismo internacional:
Una posición externa sostenible, una cuenta de capital dominada por flujos privados de capital, un historial de acceso adecuado a los mercados internacionales de capital, un nivel adecuado de reservas internacionales, finanzas públicas sanas, baja inflación, solvencia del sistema bancario y una supervisión efectiva del sistema financiero.
Las renovaciones de la LCF se han dado así: El 25 de marzo de 2010, por 48 mil millones de dólares (mdd); el 10 de enero de 2011, por 72 mil mdd; el 30 de noviembre de 2012, por 73 mil mdd, y la que hoy se aprobó, por 70 mil millones de dólares.
Hasta la fecha, el gobierno mexicano no se ha visto en la necesidad de utilizar esos fondos.
Sin embargo, en el comunicado de prensa conjunto del Banco de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de este miércoles, se advierte la gravedad de los riesgos que puede generar en el país un aumento en las tasas de interés en los países desarrollados, particularmente Estados Unidos, y también los que pueden derivarse de continuar la incertidumbre sobre la marcha de la economía global.
Dice el comunicado:
“La Comisión de Cambios considera que la contratación de este instrumento permite hacer frente a riesgos extremos provenientes del exterior. Ante una mayor incertidumbre respecto del rumbo de la actividad económica global y, en particular, de la evolución de las decisiones de política monetaria en las principales economías avanzadas, permanece vigente el riesgo de que se observe un aumento súbito en la volatilidad en los mercados financieros internacionales”.
Y justo para eso es la línea de crédito flexible, para enfrentar cualquier choque que venga, sobre todo del exterior, y genere un impacto grave en la economía nacional.