Declaran monumento nacional lugar donde nació el aparato represor de Pinochet
Por trece votos contra uno, el Consejo de Monumentos Nacionales aprobó la declaratoria de Monumento Nacional, en la categoría de Monumento Histórico del ex cuartel Rocas de Santo Domingo. Se trata del lugar donde Manuel Contreras creó la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
El terreno está ubicado en la playa de Marbella, balneario Rocas de Santo Domingo. El consejo incluye al director del Museo de Bellas Artes y a un uniformado, en representación del Ministerio de Defensa Nacional.
La ministra de Cultura Claudia Barattini declaró que, “como país dimos un importante paso en la lucha por recuperar para la memoria de Chile el ex cuartel Rocas de Santo Domingo, lugar donde Manuel Contreras creó la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y que funcionó como centro de detención durante la dictadura militar (…). En esta decisión también participó el Consejo de la Cultura, a través de la representación que tenemos de un consejero, por ello, nos sentimos parte de esta importante decisión”.
El arquitecto Miguel Lawner Steinman, apoyado por organizaciones de Derechos Humanos, fue quien presentó la solicitud al Consejo de Monumentos para declarar Monumento Nacional, en la categoría de Histórico, el ex balneario popular.
El arquitecto expuso ante el Consejo de Monumentos Nacionales, junto a Javier Rebolledo, periodista autor de los libros El Despertar de los Cuervos y La Danza de los Cuervos, textos que relatan el accionar represivo del Estado por medio de centros de tortura como Tejas Verdes.
Asistentes a la exposición aseguran que luego de las palabras de Rebolledo, el coronel Eduardo Villalón Rojas, representante del Ministerio de Defensa Nacional, le preguntó: “¿Y a usted quién le paga?”. Y que además le tomó fotografías.
La oposición del Ejército
La tramitación no estuvo exenta de problemas y negativas. El 13 de octubre, el Consejo de Monumentos Nacionales recibió la respuesta de la Comandancia en Jefe de la institución castrense, la cual exponía que: “No se concuerda con la solicitud del Sr. Miguel Lawner Steinman de declarar como monumento nacional, en la categoría de Histórico, el ex balneario popular (…)”. En cuanto a los motivos, el Ejército señaló: “Con los recursos que se obtengan de su venta, se tiene previsto renovar viviendas de muy larga data y que actualmente están siendo ocupadas por personal del cuadro permanente y sus familias en la Región de Magallanes”.
En su carta de negativa, el Ejército también señala que dichas cabañas son de su propiedad, bajo la figura jurídica de Patrimonio de Afectación Fiscal. Lo que no explicita es que le fueron traspasadas desde la CNI en 1990, a través de una ley (18. 493) creada por la dictadura, entre otros motivos, para blanquear los robos y apropiaciones indebidas de terrenos e inmuebles, como el caso de Rocas de Santo Domingo.
Por su parte, el alcalde de Rocas de Santo Domingo, Fernando Rodríguez Larraín (UDI), señaló en su oposición a la declaratoria del terreno como Monumento Nacional que “para nosotros hasta ahora el lugar no tiene la connotación que se describe”.
La negra historia del cuartel de “El Mamo Contreras”
El cuartel que dio origen a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), organismo del Estado ejecutor de los vejámenes y torturas realizadas durante la dictadura está lleno de historia.
El ex cuartel Rocas de Santo Domingo originalmente fue un conjunto de cabañas construidas por el gobierno de la Unidad Popular en el exclusivo balneario, a poca distancia del regimiento Tejas Verdes ubicado en San Antonio, con el fin de dar vacaciones a trabajadores y sus familias.
Luego del Golpe de Estado, Manuel Contreras se tomó dichas cabañas. De forma paralela creó un centro de torturas instalado en el subterráneo del casino de oficiales del Regimiento Tejas Verdes, donde Contreras era director. Junto a él, varios de los que luego encabezaron las principales agrupaciones operativas de la DINA, como la teniente de Carabineros Ingrid Olderock, Miguel Krassnoff, Raúl Iturriaga, Gerardo Urrich, los tenientes de Carabineros Ricardo Lawrence y Ciro Torré, y el entonces teniente de Ejército Cristián Labbé.
Una parte importante de los violadores a los DD.HH. recibieron su formación ahí. Ejemplos son Basclay Zapata y Juvenal Piña. Zapata se hizo conocido debido a que, además de torturar, violó a prácticamente todas las detenidas que pasaron por sus manos en Londres 38 y luego en la Villa Grimaldi. En el caso de Piña, es el agente que en 1976, formando parte del cuartel de exterminio Simón Bolívar, confesó haber asfixiado con una bolsa plástica al subsecretario del Partido Comunista en la clandestinidad, Víctor Díaz López.
Posterior a esta etapa formativa, Rocas de Santo Domingo continuó funcionando como cuartel de la DINA. Según testimonios judiciales, ahí operó la agrupación Galvarino, unidad poco conocida, que habría tenido tuición desde Copiapó a San Fernando, su misión era realizar detenciones, torturas y también se habría dedicado a brindar seguridad de avanzada al general Augusto Pinochet, probablemente cuando viajaba a Bucalemu. También investigaba antecedentes políticos y económicos de personas contrarias al régimen.
Testimonios judiciales contenidos en la querella contra Emilio Iribarren Ledermann señalan que, en marzo de 1975, cerca de 30 militantes del MIR, los partidos Comunista y Socialista, detenidos fundamentalmente en San Antonio, fueron llevados a las cabañas de Rocas de Santo Domingo donde fueron torturados.
El Consejo de Monumentos Nacionales junto a la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) determinarán qué proyectos culturales se realizarán en el lugar, junto a la colaboración con la fundación de Ana Becerra, sobreviviente de Tejas Verdes.
“Esta solicitud de declaratoria busca que este lugar se transforme en un espacio de recuerdo, reflexión y preservación de la memoria, que sirva de testimonio de los delitos cometidos durante la dictadura en Chile y que permita a las personas que deseen recordar a familiares y amigos que pasaron por el ex cuartel Rocas de Santo Domingo, y a los mismos sobrevivientes, tener un lugar de encuentro y recogimiento. Para nosotros como Gobierno es fundamental preservar la memoria del país, puesto que constituye la base de nuestra identidad cultural”, declaró la ministra de cultura Claudia Barattini.