Luis G. Solís, presidente de Costa Rica: “Parece más sexy discrepar que consensuar”
A cuatro días de haber presentado su informe de labores sobre los primeros pasos del Gobierno, el presidente de la República, Luis Guillermo Solís Rivera conversó en su despacho con DIARIO EXTRA.
Fluído, sereno y con una expresión de alegría en su rostro, el gobernante del Partido Acción Ciudadana que arrasó en las elecciones nacionales no tuvo reparos en admitir que duerme poco y le desvela el miedo de no alcanzar las metas de su administración.
A continuación un extracto de la entrevista realizada junto a la Gerente General del Grupo Extra, Iary Gómez y la subdirectora del DIARIO EXTRA, Paola Hernández.
Este es el primer informe de 100 días que presenta un mandatario, ¿porqué lo hizo?
-Me parece que parte de este informe es que sea el presidente de la República quien salga y lo diga. Es una de las primeras veces que existe una mea culpa tan claro de los propios perpetradores porque dicho sea de paso desde José María Castro Madríz hasta hoy ha habido otras administraciones cada una con sus matices hay continuidad. Es el mismo Estado, la legitimidad de Castro Madríz y la mía pasan por un refrendo popular desde 1848 con breves intervenciones dictatoriales, La responsabilidad es del mismo Estado. No puedo asumir las arbitrariedades de administraciones antepasadas, pero no puedo separarme de la naturaleza del cargo, se que viene de algún lado y continuará cuando lo entregue.
¿Usted cuando enlistó sus hallazgos, dijo que eran meras anécdotas con fines ilustrativos, eso pareció poco convincente y la gente quedó con ganas de oír más descubrimientos?
-Fueron ejemplos cierto, falta más. Creo que frente a esto lo primero que debo decir es que fueron más de 100 instituciones que entregaron documentos del Estado de situación. No podía ser un informe de quejas y lamentos, había una necesidad de capturar la esencia de lo hallado y la esencia es esta conjunción de irresponsabilidad, mala gestión y corrupción. No hay solo actos de ilegalidad que están en sede judicial, sino una irresponsabilidad muy grande. Había un segundo problema, las obligaciones deben trascender las quejas, queríamos hacer un balance más político ilustrado con lo hallado. Hay una mezcla perversa de impunidad y corrupción, en algunos casos no hay ilegalidad, por ejemplo el pago de horas extras no es ilegal, pero me pregunto si días de 21 horas corridos de lunes a viernes no constituyen actos de recibo.
¿Cree usted que le faltó carne al informe de los 100 días, el ciudadano quería oír más de 16 letanías”. Qué chingos hace falta levantar?
-En eso estamos, en los casos de Recope y el MOPT devolví informes con información de tal gravedad que les he dicho que lo documenten y lo pasen al Ministerio Público. En el tema de Judesur, quiero que me expliquen cómo una institución como esa con 42 años de existencia y cuyo objetivo es el desarrollo de cinco cantones del Sur-Sur ha funcionado sin que salgan de la pobreza y con superávit y con una gestión ineficaz. Bueno no se podía intervenir, hubo que usar una junta paralela para que pida cuentas.
En el Caso de la Caja ¿qué pasó?, usted no lo mencionó. Dicen que esta casi quebrada y luego el tema de pensiones que dan hasta el 2016, ¿qué encontraron acá?
-Sobre la Caja hay diferentes problemas, el primero de viabilidad financiera y lo que hay es una discusión de cómo calcular esos déficit y como cobrar mejor, cómo establecer regímenes de administración más rigurosas, medicinas y proveeduría y hay otros problemas de actos cuestionables en la administración de los hospitales. No tengo en estos momentos más detalles, la Caja no es una las instituciones en que pedí que se profundizara en los informes. En cuanto a las pensiones habrá que ver si hay que aumentar cuotas o expandir el número de años de servicio, prefirieron más lo primero. Hay que conocer cómo se harán las inversiones para dar más rentabilidad a los fondos de pensiones. Ha habido resistencia para que la entidad libere los datos de pensiones.
¿Y el ICE, dicen que ahí se gasta la plata como si saliera del chorro. además han apelado a la confidencialidad en el manejo de sus gastos?
-Me parece que la única forma de neutralizar muchos de estos males es poniendo un bombillo donde hay oscuridad. No queda más hay que buscar como generar la transparencia en general. Hay que abrir las ventanas y dejar que todo se conozca, actas, votaciones, pero hay ámbitos que deben tener reservas pues hay instituciones que compiten en el mercado y no se vale poner a las estructuras nacionales y obligarlos a que enseñe los libros para que los competidores privados conozcan y se pongan en desventaja.
Usted dice que las contradicciones son válidas dentro del Gobierno, pero eso más bien ha generado inseguridad en la gente, ¿cómo va a contrastar eso?
-A mí me gustaría ver las contradicciones una por una, cuando las veo por escrito veo que no son tantas. Creo que ha habido en muchos casos poca claridad en la forma en que han sido formuladas ciertas declaraciones. Por ejemplo en el tema de la directriz de los arreglos con evasores, pero nuestras declaraciones, la mía y la de don Helio fue confundida. La de doña Carmen en Nicaragua fue una forma que no reflejó la declaración misma sobre las relaciones con el país. Por ejemplo estoy de acuerdo con la viceministra, hay una agenda entre los países que debe ser tratada con normalidad y he sido el primero en decir que no quiero que se “sanjuanice”.
Llamó en su discurso al diálogo nacional, ¿cómo lograr eso si hasta la propia fracción de PAC se debate en la Asamblea?
-Creo que hay que hacerlo por partes, la Asamblea es un universo, los diálogos sectoriales son otro universo. Hay iniciativas que el Gobierno debe asumir por cuenta propia y puede ser rechazado o no. Pero hay un ejercicio de construcción de consensos que me parece importante y que nos hemos desacostumbrado, parece que hoy es más sexy discrepar que consensuar. También se vale consesuar. Las fracciones legislativas tienen sus dinámicas, la del PAC y las otras, ustedes y yo sabemos que la del PAC no es la única que tiene problemas internos, lo que pasa es que los disimulan menos, pero hay temas que separan a los diputados de diferentes fracciones.
¿Qué opinión le merece que las altas gerencias del Banco Nacional y de Costa Rica se han repartido cerca de ¢900 millones en bonificaciones?
-Me parece muy mal. Sé que hay entendimientos como parte de las convenciones colectivas y de los derechos laborales, pero creo que cuesta mucho justificar esos gastos en las instituciones públicas. El artículo 11 de la Constitución Política deberían de ponerlo en un cuadro en cada entidad, en vez de la foto del presidente para que se lo aprendan de memoria. Hay ámbitos donde debe haber discreción, seguridad nacional, judicial, en la parte médica, en los bancos, pero hay otros donde no hay justificaciones sostenidas. Es un gasto público.
Cuando usted dice que vamos a limpiar de corrupción el país, habla de los mandos medios, ¿cómo piensa hacerlo?
-Parte de lo que me cuidé de señalar es que la mayor parte de los funcionarios públicos son decentes y honorables, la inmensa mayoría. No quisiera sugerir que solo hay mandos medios corruptos, hay unos que lo son y otros que no tanto o no del todo. El problema que tienen es que pese a estar por Servicio Civil son funcionarios que están a merced de liderazgos superiores, y por lo tanto en ocasiones se reservan dentro de sus espacios de comodidad para no ser cuestionados, sancionados o presionados por los jerarcas. Ahí donde el líder asume la tarea y le quita el miedo al funcionario para actuar, es donde el mando medio juega un papel positivo.
¿Qué papel juegan los asesores jurídicos y los auditores en estos embrollos que hoy usted denunció?
-He encontrado en muchos de los informes y he visto en mi práctica cotidiana una actitud muy timorata de muchas de las asesorías legales de los ministerios. En aras de no comprarse pleitos asustan al jerarca y le dicen si hace eso va a la cárcel y con gusto le llevo cigarros. Hay jerarcas que frente a una opinión consultaba de un órgano como esos, deciden no actuar es frecuente, pero hay que empujar y poner sobre la mesa otra interpretación legal. Pueden inmovilizar y secuestrar incluso, hay un poder ahí que complica mucho. Los mismo ocurre con las auditorías, no deben coadministrar, no deben cogestionar y eso lo dicen la Procuraduría y la Contraloría. Sí orientar, sí advertir. Claro si hay una advertencia que amenace al jerarca entre la parálisis o el activismo que lo lleve a un contencioso va a optar por parálisis. Esos mandos medios sí generan problemas.
Pidió que las cúpulas de poder lo dejaran gobernar, ¿tienen nombre y apellidos esos grupos?
-Las cúpulas preferí mencionarlas en general. Son órganos colegiados que incluyen a las cúpulas sociales, empresariales, a los académicos, a las cúpulas mediáticas. Son un conjunto de espacios colectivos, donde hay gente más dispuesta y otros menos dispuesta a ayudar al Gobierno. Son la capa superior que toma decisiones en el poder. Claro he sentido que hay tropiezos por dos razones: una es la razón normal, frente a un cambio la reacción siempre es de resistencia. Y la otra es la incertidumbre frente al cambio y/ o la incertidumbre de rendir cuentas.
¿Hay gente que le atraviesa el caballo?
-Existe un espíritu menos constructivo con propósito de maniatar al gobierno, amedrentar a la ciudadanía, impedirle avanzar, recurrir a información no veraz, producir ruidos sobre temas periféricos para que no se ataquen los temas centrales. Hay que hacer un llamado de atención, esta insistencia que el Gobierno a estas alturas del partido tenga resueltos los problemas del país acumulados desde hace más de 40 años, lo veo inscrito en esta lógica. Las cúpulas son eso, los grupos que ya sean legítimos o fácticos inciden sobre la gestión del Gobierno.
A los jueces, ¿usted les llamó la atención en el informe cuando habló de la falta de procedimientos ante irregularidades?
-Acá la responsabilidad es de todos, nadie esta exento, unos por acción y otros por omisión. Hay entidades del Poder Judicial que a mí me parece tienen incidencia particular sobre la capacidad del estado de gestionar la cosa pública. Para mí en muchos casos no ha actuado a la celeridad adecuada. Si no puedo como presidente hacer una observación a esa rapidez, pues mal estamos. No me corresponde ir más allá y no quisiera que se interprete esa crítica como una intromisión de la separación de poderes.
¿Hay un sector con el que usted ha estado más tenso, es el turismo y parece están descontentos con su discurso pues los ignoró por decirlo de alguna forma?
-Creo que hay muchos sectores que no fueron mencionados en el informe. Hay sectores que no aparecen en estos 100 días, debieron haberse alegrado o tendrán que esperar para otro informe. En el caso del turismo evidentemente es un área fundamental para la economía del país, integrado por grandes y pequeñas empresas y hay problemas en lugares donde generalmemte hubo prosperidad. Sería una locura no darle al turismo la relevancia que requiere. Siento que el turismo se quejó porque representa un subsector. Para mí el tema con los gatos no es el color sino la forma en que cazan ratones. Siento que hay entendimiento y espero que los operadores sienta apoyo, pero creo que la situación está mejor ahora que antes.
¿Conoce usted que en la Asamblea hay tres proyectos que buscan libertad de expresión y ninguno avanza?
-Sobreabundacia de proyectos en la Asamblea hay para todos los gustos y pensé que había más para libertad de expresión. Muchos que podrían presentarse y podrían no tener efecto sobre el mejoramiento de la libertad de prensa en el país. Es importante mencionar que las entidades que han revelado la falta de transparencia y la corrupción durante los últimos 15 años fueron los medios, ha habido una cultura de ocultamiento de impunidad haciendo que el Estado no reconociera sus propias faltas. Hay que buscar que esto avance pero general más leyes no es el punto.
Usted apeló a la austeridad, pero después dice que las contenciones del gasto público tienen efectos limitados porque el 90% del presupuesto nacional es rígido, por qué?
-Esto es muy importante. A mí me han criticado mucho en estos días porque dicen que todo esos ahorros que se han ido acumulando y que se mencionan en el informe son la masa pa’ la lora, que es muy poquillo, que ¢12 mil millones más por el tema de las pensiones, no es nada dice La Nación, o que ¢30 mil millones más o menos de alquileres no cambiará el déficit y así por el estilo pero, así vamos sumando y vamos sumando y se va echando eso a la canasta.
Hay toda una polémica con la rebaja de las tarifas eléctricas, la decisión suya es hacer una mesa de diálogo, ¿qué planea a corto plazo?
-Primero, el diálogo sobre la matriz energética del país es un diálogo que será agotado, esta semana será el anuncio sobre la metodología para que puedan hacérsele cambios, que había pedido que se le hicieran observaciones y todo lo demás pero no fue suficiente. Yo esperaría que tengamos muy pronto la nueva propuesta sobre plan eléctrico porque la vieja que estaba lista resulta que no era tan lista que estaba y ahí hemos tenido que hacer algunas modificaciones.
Nos dijeron que estábamos quebrados, mal eléctricamente y ahora usted nos da un impasse entonces, ¿nos estaba mintiendo?
-Mentir y engañar son términos muy fuertes, preferiría decir que no se estaban viendo disponibles porque la tenían engañada, le estaban dando información que no era correcta, porque crisis energética no la hay excepto en el sentido que los precios están muy altos porque estamos utilizando búnquer.
Don Ottón dijo en DIARIO EXTRA que era su peón, ¿es cierta esa afirmación?
-Siempre lo ha sido en el mejor sentido, yo entiendo que un peón es una persona que trabaja de manera incansable, de sol a sol, eso que él dice de la campaña es totalmente cierto, poca gente tuvo una disposición tan fuerte de trabajo de campaña sin pedir recursos como él, hubo mucho aporte voluntario. Ottón Solís trabajó entre los primeros y también ha sido una persona que ha colaborado mucho con el gobierno en esta época, en la Asamblea Legislativa, ha habido notas críticas pero no tanto como muchos se imaginan Sigo sigo teniendo con él una relación muy buena y franca, nos decimos las cosas como tienen que ser. Creo que ha habido interés en exacerbar esas supuestas diferencias… cada cual tiene una forma distinta de matar pulgas, pero el objetivo de sanear, de transparentar, rendir cuentas, etc, en la parte ética es muy parecido.
Victor Hugo Morales, dijo “El presidente y yo somos de beso en el cachete”, ¿es cierto eso?
-Efectivamente, Víctor Hugo Morales es y ha sido mi amigo y nunca he renegado esa amistad. Le pedí que desistiera de su aspiración, sabiendo que él podía no hacerme caso como no lo hizo porque tenía motivos para defender su diputación, pero él sigue siendo una persona que a mi juicio tiene un gran entendimiento político y yo, en ese sentido no reniego de esa amistad. Claramente no es una persona con la cual tengo una relación cotidiana. Los encuentros con Víctor Hugo han sido pocos, pero es una persona cuya opinión valoro.
Ha habido varias críticas con respecto a la comunicación no solo política sino mediática de don Melvin, hay quienes han tildado de que esto es un acto de testarudez?
-Yo no estoy pensando en cambios de gabinete, me parece que es especular mucho. Con respecto a la comunicación, todo se puede mejorar y la comunicación más que nada, yo en eso no tengo vanidad ninguna, muchos de nosotros llegamos aquí sin mayor experiencia en gestión de gobierno porque nunca habíamos sido miembros de ningún gabinete anterior ni habíamos ocupado puestos de elección popular como en mi caso, ni habíamos sido jerarcas de una institución como muchos ministros, entonces creo que se hayan cometido errores, puede ser que haya habido no por mala voluntad, sino por la cantidad de trabajo. Creo que el ministro Jimenez ha tenido una relación muy dedicada a las personalidades políticas, a los sectores, gremios y a la propia Asamblea Legislativa, solo tuvo una viceministra en temas de administración y que el trabajo no se le alivió con la llegada de Daniel Soley hasta hace muy poco tiempo. Yo lo encuentro como un compañero solvente en lo ético y lo político pero digamos, me parece que si hay que mejorar, yo encuentro en Melvin absoluta voluntad.
¿Usted gobernará igual en redes sociales? O también le está poniendo atención al pueblo.
-Lo que me dicen es un desastre en el manejo de redes, en el sentido de que no estamos haciendo una utilización de las redes para bloquear la cantidad de troleo y las cosas que nos están haciendo. Cuando critico las cúpulas, critico estas visiones muy elitistas de si el gobierno va para bien o para mal, me remito a la calle, y me voy y me reúno con la gente a un parque, ese es el referente principal.
¿Es difícil quedarle bien a todo el mundo?
-Una de las cosas que me agobian de esta etapa es que hay tanta desconfianza que la gente ya no aguanta nada y a la calle, bloqueo. Si van a estar en esa vaina conmigo, olvídense, no hay diálogo, si hay bloqueos antes de que haya diálogo, no hay diálogo después de los bloqueos. ¡Púchica!
“¡Qué frustración!” ¿Usted se siente así?
-No, por el contrario me siento contentísimo. Es una frustración de impotencia frente a las cosas. Es que me da mucha cólera ver estas situaciones. Somos los hijos de Juan Rafael Mora, de Braulio Carrillo, de Tomás Guardia y los que abolieron el ejército, o sea, estamos para mucho más. La gente está furiosa por eso.
¿Usted duerme tranquilo? ¿Hay algo que lo desvela?
-Duermo tranquilo pero duermo poco y sí hay algo que me desvela y es no cumplir al final del período. Yo sé que tengo cumplir y no puedo fallar, eso no quiere decir que no me vaya a equivocar. Fallar es de humanos pero el no cumplir me agobia, me asusta porque sé que hay que gente que así como se ha ilusionado, puede desilusionarse y no puedo permitirlo. Pero duermo poco, 5 horas.
Periódico Diario Extra, Costa Rica