EEUU busca compromiso de candidatos presidenciales para incorporación de Uruguay al Acuerdo Transpacífico
La embajadora de Estados Unidos, Julissa Reynoso, realizó reuniones con todos los candidatos presidenciales uruguayos desde fines de julio hasta principios de este mes para tratar diversos temas de la relación bilateral entre ambos países. Allí sondeó la opinión de ellos sobre la posibilidad de que el futuro gobierno adhiera al Trans-Pacific Parternship (TPP), un acuerdo de libre comercio que negocian 12 países y al que Uruguay podría sumarse en una segunda etapa desde el año próximo. Se tratará de una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo (ver infografía).
En esas reuniones, Reynoso explicó a los presidenciables que EEUU no está dispuesto a realizar más acuerdos de libre comercio bilaterales y que ahora apuesta a tratados entre bloques. Aseguró además a los candidatos, según pudo saber El Observador, que su país está “muy dispuesto” a incorporar a Uruguay a las conversaciones.
La embajadora encontró un clima favorable de los presidenciables y eso se vio en la última semana en el escenario político público. El viernes pasado durante la disertación que Tabaré Vázquez, Luis Lacalle Pou, Pedro Bordaberry y Pablo Mieres realizaron en la Expo Prado, los cuatro candidatos –aunque con matices– dejaron la puerta abierta para este tratado.
Los más contundentes son Pedro Bordaberry y Pablo Mieres, que quieren sí o sí que Uruguay se integre al TPP. El candidato colorado está dispuesto incluso a abandonar el Mercosur si el bloque regional le impide realizarlo. Mieres destacó que es importante que se ingrese a ese acuerdo porque allí estarán dos de los principales competidores productivos del país: Nueva Zelanda y Australia.
Lacalle Pou reiteró ayer en El Espectador que está a favor de sumarse al TPP, pero aclaró que antes necesita estudiar a fondo las condiciones. El menos explícito es Vázquez. Si bien está dispuesto a considerarlo, quiere estudiar los “ingredientes” del acuerdo para ver si es beneficioso para Uruguay. En un eventual segundo gobierno de Vázquez el problema puede estar por el lado del Mercosur, ya que el presidenciable oficialista volvió a insistir en que todo lo que se haga sea dentro del bloque (ver recuadros en página siguiente).
Segundo tiempo
Según dijo a El Observador el candidato del Partido Independiente, en la reunión Reynoso le manifestó que hay una “chance real” de que Uruguay pueda entrar en un “segundo tiempo” a la negociación del TPP.
El objetivo es que ahora los países que hoy discuten el acuerdo –Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Brunéi, Estados Unidos, Japón, Australia, México, Canadá, Perú, Vietnam y Malasia– terminen en noviembre de este año la negociación y pasen a la aprobación en cada uno de sus parlamentos.
Luego de eso, se pensará en agregar a otros Estados. Según dijo Mieres, la embajadora Reynoso le habló de sumar también a Colombia, Panamá y Costa Rica en esa segunda etapa.
Fuentes diplomáticas aseguraron que ese segundo tiempo está previsto que empiece a correr a partir del 2015. En ese momento, Uruguay deberá tomar la decisión.
Según pudo saber El Observador, de todas formas la embajada de EEUU quiere ser prudente para no sepultar el asunto antes de que nazca. No solo por las críticas internas que puedan surgir en el sistema político de Uruguay, sino también para no frustrar la negociación con los países de la primera fase. Además, estos 12 países deberán dar el visto bueno para que ingrese Uruguay.
Por eso en el sondeo con los candidatos, Reynoso no dio certezas pero sí aseguró el interés. La idea de estos contactos era explorar el territorio para luego avanzar.
Impulso chileno
Para evitar recelos ideológicos, uno de los planes es que la propuesta formal no provenga de EEUU, sino de Chile y Perú.
La semana pasada, el embajador chileno Eduardo Contreras Mella (que además es integrante del Partido Comunista de ese país), declaró a El Observador que su país “vería con muy buenos ojos y con simpatía incorporar” a Uruguay al TPP.
Ese mismo día, en la visita que realizó la presidenta chilena Michelle Bachelet a Montevideo, hizo más explícita aún la intención chilena.
“Es muy importante que si países como Uruguay u otros del Mercosur quieren ser parte de aquello (por el TPP), Chile facilitará su pertenencia. Eso será materia de conversar luego que el TPP sea una realidad”, aseguró Bachelet en la residencia de Suárez y Reyes.
Impulso de Mujica
En un eventual gobierno de Tabaré Vázquez, la posibilidad de avanzar o no en el TPP estará muy vinculada a lo que el Frente Amplio le permita. En 2008, una de las trabas para el TLC fue la oposición interna en la coalición. Aunque el entonces ministro de Economía Danilo Astori era favorable, el ala más a la izquierda lo frenó. Pero ahora, al menos en lo previo, Vázquez podría contar con un aliado importante: el actual presidente José Mujica.
“Los latinoamericanos que estamos en la costa atlántica tenemos que tener una preocupación constante y permanente de estrechar la relación con la costa del Pacífico, porque no sé cuándo y no sé cómo, ineludiblemente algún día, tendremos que ser ‘nosotros’”, dijo Mujica al presentar a Bachelet el lunes.
Luego, cuando los periodistas preguntaron específicamente por el TPP, el actual presidente uruguayo fue más allá. “Como pequeño país, tenemos que tratar de colarnos donde podamos y con el que se descuide”, dijo. Luego matizó: “No podemos soñar que algún tratado nos va a arreglar el comercio exterior”.
Pero aseguró también que hay que “tener el grado de coraje e independencia de buscar uno a uno todos los caminos posibles”.
Mujica no ocultó el malestar uruguayo con el Mercosur. “Oportunamente destacamos a Uruguay como observador en la Alianza del Pacífico. Oportunamente conversamos con Brasil. No es ningún misterio que ha habido diferencias dentro del Mercosur. El Mercosur está negociando con Europa. Está la propuesta madura del Mercosur. Pero nosotros creemos que ahí no termina. Tenemos la necesidad de establecer por lo menos puntos de apoyo con o que se pueda arreglar con los países del Pacífico”, insistió el presidente.