Carlos Latuff, caricaturista brasileño: «La muerte de Campos catapultó la candidatura de Marina»
Pocos caricaturistas se desenvuelven tan bien en la era de internet como Carlos Latuff. Buen diseñador, políticamente comprometido, inteligente y de gatillo rápido, Latuff tomó posiciones claras y se volvió una referencia en el activismo social.
A fines de los noventa quedó impactado por la situación palestina durante una visita y pasó a tenerla como inspiración principal. A partir de allí se hizo cada vez más común ver sus trabajos reproducidos en carteles y pancartas de manifestantes contra la guerra en todo el mundo.
Nacido en Río de Janeiro hace 45 años, vive en Porto Alegre y fue adoptado por los gaúchos. Se siente más en casa allí que en Río, ciudad que considera desvirtuada respecto a lo que fue en los buenos tiempos.
Eran pasadas las once de la noche cuando Diário do Centro do Mundo consiguió hablar con él por video conferencia. Latuff terminaba una caricatura. Fue una charla de más de una hora con una persona habladora, animada con el trabajo y políticamente crítica.
A continuación una selección de fragmentos de la entrevista.
Diário do Centro do Mundo: ¿Estás dibujando?
Carlos Latuff : No, estaba. Hice un dibujo sobre Marina [Silva], te voy a mostrar (muestra por el monitor la imagen).
¿Pensás que hace uso electoral de la muerte de Eduardo Campos?
La política no tiene ese sentimentalismo. El negocio es que él murió. Impactó porque es una tragedia, diferente al caso de Plínio de Arruda Sampaio. Solo que en política, mucho más tratándose de elecciones, existe una cuestión práctica. Era de esperarse que eso sucediera. De hecho, la muerte de Campos catapultó la candidatura de Marina. En la política vale el pragmatismo.
¿Tenés candidato?
No. Yo no me siento representado por ninguno, pero al parecer voy a encontrarme en una situación similar a la que me encontré en la primera elección entre Dilma y Serra, donde tuve que elegir entre el malo o el peor. Serra no daba, entonces voté anulado en la primera vuelta y en la segunda no solo voté a Dilma sino que hice campaña.
¿Quién creés que va a ser el Serra de esta vez?
Aécio y Marina. Aécio es el Serra, es el tucán, el que la gente ya conoce. Marina representa al fundamentalismo evangélico. El sistema colocó a la gente entre la espada y la pared. No hay mucho que hacer.
¿Entonces no evaluás bien estos doce años del PT?
Podría pasar horas dando mi opinión sobre el gobierno del PT, pero tengo una analogía que me parece que puede sintetizar: el PT y el PSDB se disputan el cargo de administrador de un edificio que tiene propietario. Los propietarios no son ellos y no quieren serlo. Solo quieren administrar. Para eso precisan hacer acuerdos con los propietarios del edificio. Uno administra de una manera, otro de otra, pero a fin de cuentas son solo administradores. Cuando dicen que el PT está en el poder yo disiento. El PT no está en el poder, el PT está en el gobierno. Para gobernar precisa hacer alianzas con quien está en el poder. Y quien llegó allí no lo hizo por medio del voto. Es entonces que hablamos de clases dominantes.
Las clases dominantes son las dueñas del edificio…
Sí, ellas son las dueñas. Tengo incluso una caricatura donde aparece un oligarca en una silla de lustra botas con el PT y el PSDB lustrando los zapatos, cada uno de un lado. Él les dice “no se peleen muchachos, ambos me están sirviendo muy bien”. Entonces, siempre se van a precisar acuerdos. Al menos que tengas una especie de Hugo Chávez en Brasil, alguien que condujera solo a todos. Así podrías enfrentar mejor al poder.
¿Naciste en Río de Janeiro, no es así?
Sí.
Pero no vivís más ahí…
Estoy en Porto Alegre desde hace un año.
¿Por qué te fuiste?
Aquí hay más calidad de vida. Yo que nací, crecí y viví en Río de Janeiro por cuarenta y cinco años no reconozco más la ciudad, no reconozco el barrio. Se volvió un estado policial. Las personas apoyan la represión a los movimientos sociales. Río de Janeiro, desde Leonel Brizola en adelante, solo va cuesta abajo. Yo siempre vine aquí, simpaticé mucho con los gaúchos… el gaúcho no se parece mucho al carioca.
¿Cuáles son las diferencias?
Creo que el gaúcho no es tan expresivo como el carioca. Es más reservado en algunos aspectos. A mí me gusta mucho Río Grande del Sur. Soy muy bien tratado aquí. No me imagino volviendo a Río de Janeiro.
¿Qué pensás que debería haberse hecho en Río?
Yo no soy Brizolista y no tengo filiación partidaria. Pero Brizola tenía una insistencia con la educación. Incluso su buque insignia eran los Centros Integrales de Educación Pública. Fue el único gobernador que se preocupó por la educación. La educación es fundamental para construir la sociedad. En el segundo gobierno tuvo problemas con los profesores, pero aun así fue el mejor en ese aspecto. Tenía como secretario de educación a Darcy Ribeiro. El camino en el que ellos estaban trabajando era mejor. Brizola prohibió a la policía patear las puertas de las casas, por lo cual lo acusaban, erróneamente, de ser connivente con la delincuencia. Hoy tirar la puerta de las casas es lo mínimo que se hace.
Entonces Brizola hubiese sido enemigo del Capitan Nascimento.
Exactamente. El Río de Janeiro de hoy se convirtió en una gran tropa de élite. La película sirvió incluso para pavimentar el camino de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP). Es de una propaganda fascista tan clara que resulta increíble. Y funcionó muy bien para vender a la UPP como solución a la criminalidad en las favelas.
¿Y Palestina? Tú trabajo ha sido muy utilizado como bandera de la causa. ¿Cómo lo ves?
Como artista es muy gratificante ver el arte trascendiendo el papel. Cuando sale de las páginas del diario y gana las calles, subvirtió ese papel, se volvió un instrumento de lucha para ese pueblo. Eso me hace feliz, pero sería más feliz si con eso pudiese impedir la masacre y no solo denunciarla. Pero como artista no tengo ese poder. Y quien lo tiene no lo hace. Infelizmente el arma que yo tengo es esa.
¿Por qué tomaste a Palestina como tema principal de tú obra en este último tiempo?
Estuve allí en 1998 y cuando uno es testigo presencial de una situación tiene más condiciones de abrazar la causa. La experiencia personal es diferente. Pasé quince días en Cisjordania y pude ver exactamente cómo vivían los palestinos. Decidí apoyarlos a través del arte.
¿Volviste alguna vez?
No, no puedo. Si yo volviera ahora, con suerte me mandarían de vuelta. No hay como entrar a Palestina, con excepción de Gaza que tiene frontera con Egipto. Los palestinos no tienen control sobre sus propias fronteras, no hay un estado. La autoridad palestina es un chiste. Quien tiene autonomía es Gaza. Cisjordania está llena de muros, check-points, patrullas. No tienen autonomía, con lo cual para entrar al territorio palestino se precisa de la autorización de Israel. Tengo una amiga chilena, con descendencia palestina, que está en Jordania. Ella intentó entrar en Israel. Pasó por tres chequeos donde le hicieron preguntas de orden racial. Ellos te preguntan “¿de qué origen es ese apellido?”, “¿de dónde es su padre?”, “¿usted es palestina?”. Se hacen un perfil de un árabe, parten de la presuposición de que hay un problema. Mi amiga estuvo más de diez horas en un cubículo sin agua y sin comida, y luego fue echada. En mi caso no van ni a preguntar.
¿Cómo creés que están las cosas allá hoy, más de quince años después?
Mucho peor.
¿Imaginás el estado de las cosas?
Si mirás el mapa desde 1948 hasta hoy ves que el territorio palestino ha disminuido cada día. El gobierno de Israel siempre habla de un acuerdo de paz y mientras dicen eso van construyendo asentamientos y robando el territorio palestino. Hoy hay un muro que no estaba cuando yo estuve allá. Está también la división de Gaza y Cisjordania que no existía. La autoridad palestina tampoco ayuda, es un fantoche.
¿Cómo ves a Hamas?
Hamas es, guste o no, gobierno. Referirse a ellos como grupo terrorista anula cualquier posibilidad de diálogo. Yo suelo decir que Israel no tiene moral para hablar de terrorismo, ya que su estado fue fundado bajo terrorismo. Existían básicamente tres grupos judíos creados antes de 1948 que aterrorizaban a la población local. El primer coche-bomba detonado en medio oriente fue de estos grupos. El terrorismo es muy laxo. Los alemanes llamaban terroristas a las guerrillas francesas de la segunda guerra. En Brasil, los movimientos armados contra la dictadura eran denominados terroristas.
Hasta hoy hay gente que dice que Dilma fue terrorista…
Sí. Pero entonces, Hamas fue electo en 2007, solo que Israel, Europa y los Estados Unidos no lo reconocieron y lo aislaron. Israel es el hermanito despreocupado porque tiene un hermano mayor, los Estados Unidos. Nada se hace contra Israel en el consejo de seguridad de la ONU. Nunca hubo una investigación por crímenes de guerra en Israel. La hubo en Ruanda, en Bosnia, pero nunca en Israel.