Bancos centrales de Argentina y China dieron un paso sustantivo en la cooperación de sus monedas
La Argentina y China dieron un paso sustantivo en la aplicación del swap de monedas acordado en julio pasado por un valor total de 11 mil millones de dólares. Ayer, en la ciudad de Basilea, Suiza, se reunieron el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Juan Carlos Fábrega, y el gobernador (presidente) del Banco del Pueblo Chino (PBC, por sus siglas en inglés), Zhou Xiaochuan, para discutir los últimos detalles del mecanismo por el cual el BCRA podrá incorporar la moneda china para su uso como reserva internacional. «Fábrega y Xiaochuan analizaron los mecanismos para poner en marcha la activación del swap convertible de monedas que fue suscripto en julio último y que permitirá desembolsar por tramos, de acuerdo con los requerimientos de ambos países, un monto total por hasta 11 mil millones de dólares», explicó el BCRA por medio de un comunicado. La semana pasada, el ministro de Economía, Axel Kicillof, viajó a Beijing, donde mantuvo encuentros con funcionarios con vistas a implementar este swap, entre otros temas.
De acuerdo con diversas fuentes consultadas por Tiempo Argentino, el swap se pondrá en marcha este mismo mes, con un primer tramo de intercambio de monedas por un valor equivalente a 1000 millones de dólares.
El encuentro de ayer sirvió, además, para que Xiaochuan le manifestara a Fábrega el respaldo chino ante los fondos buitre.
«Durante el encuentro, el titular del Banco del Pueblo Chino le transmitió a Fábrega el apoyo de su país a la Argentina en la controversia que se suscitó en un juzgado de los tribunales de Nueva York con los tenedores de deuda que no ingresaron en los canjes realizados en 2005 y en 2010», indicó el comunicado del BCRA.
El objetivo del swap entre Argentina y China es evitar el uso de dólares en el intercambio comercial bilateral. Así, Argentina recibiría poco más de 6000 millones de yuanes este mes, mientras que China recibiría poco más de 8400 millones de pesos. Cada cual usaría la moneda de su contraparte para la adquisición de productos de ese origen (en el caso de China, commodities; y en el de la Argentina, bienes diversos).
Se estima que por esa vía caerá la presión sobre el dólar, en especial de una parte de los importadores. Cabe consignar que uno de cada cinco dólares demandados para importaciones se emplean para pagar productos chinos. Los dólares liberados podrán ser empleados en el pago de deuda externa e importaciones desde otros orígenes.
Una de las fuentes indicó que el BCRA no incluirá a los yuanes en la contabilidad de las reservas. Al respecto, cabe recordar que el mes pasado el Congreso votó una ley que garantiza la inmunidad a los depósitos de bancos centrales de otros países en el BCRA. El de los yuanes sería el caso. También se pudo saber que la Argentina sólo pagará intereses por la tenencia de los yuanes una vez que los emplee. Es decir, podrá retenerlos sin gasto, conformando una suerte de caja de seguridad.
No obstante, el comentario escuchado ayer era que su uso será inmediato.
Cabe recordar que cuando la presidenta argentina Cristina Fernández y su par de China Xi Jinping suscribieron el acuerdo de swap de monedas, el 18 de julio pasado, el Banco Central emitió un comunicado en el que explicó que el objetivo del swap era «mejorar las condiciones financieras para promover el desarrollo económico y el comercio entre ambos países». En aquel momento, la entidad que dirige Fábrega indicó, además, que: «A través de este acuerdo, que impulsará la relación bilateral, el BCRA podrá solicitar al Banco Central de China desembolsos por hasta 70 mil millones de yuanes y depositar el equivalente en pesos, con un plazo de reintegro de hasta 12 meses.»
El yuan es convertido con fluidez en dólares u otra moneda en Londres, Hong Kong y Singapur, todas plazas financieras fuera del alcance de la justicia de Estados Unidos que busca por el mundo activos argentinos que pueda embargar para hacer efectivo el pago del 100% de las tenencias de bonos en default en manos de los fondos buitre, según determinó el fallo del juez Thomas Griesa, avalado por una Cámara de Apelaciones y la Corte Suprema de ese país.
El Banco Central firmó en 2009, cuando era conducido por Martín Redrado, un convenio similar con el Banco del Pueblo Chino, que mantiene acuerdos iguales con diez países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
Respecto del acuerdo de cinco años atrás, en el que se pondrá en marcha próximamente se «han mejorado significativamente las condiciones de uso, flexibilizando plazos, reduciendo costos y autorizando usos adicionales a los que previamente habían sido acordados», dijo en julio pasado el BCRA.
Además del swap, China asumió compromisos de inversión de capital en la Argentina por algo más de 7000 millones de dólares en un plazo de una década, aunque no todos ingresarán al país. Se estima que entre un 20 y un 25% quedarán depositados en el exterior como garantías. Las inversiones financiarán usinas hidroeléctricas y nucleares, y material ferroviario.
El encuentro entre Fábrega y Xiaochuan se desarrolló en la ciudad suiza en el marco de la reunión bimestral del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), de la que participan más de 50 presidentes de bancos centrales de todo el mundo.
las claves
Cristina con Xi Jinping: el 18 de julio pasado, los presidentes de la Argentina y China firmaron 20 convenios de carácter económico, financiero, industrial, comercial y cultural.
Swap: uno de esos acuerdos es el intercambio o swap de monedas, por el cual la Argentina entrega pesos a China mientras que este país le da yuanes por valor equivalente.
Objetivo: el sentido del swap es fortalecer las reservas de libre disponibilidad que posee el Banco Central argentino. Como los yuanes se emplearán para pagar las importaciones desde China, se liberan los dólares que antes se empleaban con ese destino (uno de cada cinco dólares se usa para pagar importaciones desde Beijing).
Monto: este mes se emplearán los primeros yuanes por un valor equivalente a U$S 1000 millones. El acuerdo contempla un máximo intercambiado por cada parte de U$S 11 mil millones.
La cifra
6360 millones son los yuanes que recibirá la Argentina de confirmarse que el primer uso del swap será por un valor equivalente a 1000 millones de dólares.