Discurso de la Presidenta Michelle Bachelet en la 69 Asamblea General de la Naciones Unidas
Sefior Presidente:
A1 concluir e! Siglo XX, nos imaginfibamos un Siglo XXI sin las tragedias que habian conmovido al
mundo. Pese a! progreso innegable de nuestros tiempos, paraddjicamente, vivimos un ciclo de crisis,
mÿis focalizadas, pero con devastadoras consecuencias humanitarias. Guerras regionales, tensiones
tnicas y religiosas, crisis humanitarias, fragmentacidn de algunos Estados, cambio climfitico,
profundizacidn de las desigualdades, terrorismo que cruza las fronteras, entre otros retos.
Esta inestabilidad amenaza la paz, la seguridad, los derechos humanos, el desarrollo, la democracia. Es
decir, todo aquello en que creemos y que constituye la base del acuerdo que dio origen a Naciones
Unidas. Por eso, la ONU sigue siendo el Foro insustimible para abordar los desafios globales y acordar
acciones destinadas a resolverlos, aunque algunas de esas acciones no han tenido los resultados
esperados.
E1 Consejo de Seguridad ha hecho contribuciones para abordar y prevenir las crisis. Una respuesta ha
sido el disefio de operaciones de mantenimiento de paz robustas, con un fuerte dnfasis en la proteccidn
de civiles. Pero en muchas ocasiones, lamentablemente, el Consejo no ha sido capaz de actuar con la
unidad de sus miembros. Ello sin duda afecta la legitimidad y credibilidad del principal 6rgano
encargado de la paz y seguridad internacionales.
E1 afio 2014 ha visto un aumento importante en tas crisis humanitarias en todo el mundo, en particular
emergencias complejas, las cuales estfin teniendo un impacto regional con un efecto indirecto sobre
paises que ya son frfigiles.
Vemos con preocupacidn los tres millones de refugiados que ha generado la crisis en Siria. La accidn de
grupos terroristas como ISIS. La cmenta violencia que el mundo ha presenciado en Gaza. Solidarizamos
con las victimas y condenamos tajantemente el uso de la violencia. Creemos que la comunidad
internacional debe buscar soluciones politicas y negociaciones inclusivas que faciliten la actuacidn del
Consejo de Seguridad. Por nuestra parte, estamos dispuestos a aumentar nuestros compromisos
humanitarios y estudiaremos recibir a refugiados provenientes de estas zonas de conflicto.
Vemos tambiÿn con preocupacidn la situaci6n por la que atraviesa Ucrania. En esto, la posicidn de Chile
es clara: creemos que hay que cuidar el principio de la integridad territorial y, a la vez, velar por los
derechos de las minorias. Creemos que es posible una solucidn que evite una escalada de violencia,
sanciones y tensiones que puede extenderse a todo el planeta.
En esta linea, queremos reafirmar nuestra conviccidn sobre la necesidad de respetar la estabilidad de las
fronteras. E1 derecho intemacional es claro y tajante. Cualquier accidn destinada a afectar los tratados de
limites vigentes abre espacios para la incerteza juridica. Abrirles paso seria un muy mal precedente que
podria afectar la estabilidad y la paz intemacionales.
Este contexto nos reafirma en la idea de que la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU es una
tarea pendiente que exige decisidn politica y accidn. Chile favorece un debate serio de la propuesta
francesa de limitar el veto en el caso de los crimenes que contempla la responsabilidad de proteger.
Asimismo, reiteramos nuestro apoyo a la ampliacidn del Consejo y las aspiraciones de Alemania, Brasil,
Japdn y la India para constituirse en miembros permanentes.
Sefior Presidente:
Reconocemos los esfuerzos del Secretario General para construir una gobemanza global mÿis inclusiva,
en la cual la Agenda del Desarrollo Post -2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible ocupan un lugar
central y requieren del respaldo politico de gobiemos y sociedades de todas las regiones.
E1 proceso post 2015 representa una gran oportunidad para que los temas sociales y del desarrollo,
transversales a todas las sociedades y regiones, sean abordados con una visidn integradora, a trav6s de
medidas concretas y medibles.
Mujer, paz y seguridad es un asunto prioritario para Chile en la agenda del Consejo de Seguridad. Desde
la aprobacidn de la Resolucidn 1325, el mundo ha progresado en la proteccidn de mujeres y nifias en
conflictos armados.
La lucha que hemos dado las mujeres para empoderarnos e impulsar iniciativas que frenen la violencia
contra las mujeres y las nifias ha sido incesante. Gracias a esos esfuerzos, la mujer hoy estfi en el centro
de la nueva arquitectura del desarrollo y de la paz. Creemos que la plena incorporacidn de las mujeres a
la sociedad en todas sus facetas, en la economia, en la politica, en la culmra, es una condicidn esencial
para el pleno desarrollo y, por lo tanto, debe ser tambidn una prioridad en la agenda post 2015.
Sefior Presidente:
Vengo de Amdrica Latina, una regi6n de paises de renta media que tiene sus propios desafios y tareas.
Para nosotros, el desarrollo sustentable, la seguridad, la calidad de la gobemanza y sobre todo la
desigualdad son los problemas mils acuciantes. Y queremos que estos desafios estÿn tambiÿn presentes
en la agenda de desarrollo post 2015, que debe ser inclusiva y considerar las realidades de todas las
regiones del mundo.
La desigualdad, sin embargo, no es un problema exclusivo de America Latina. Tambiÿn azota otras
regiones del mundo y vemos con preocupacidn, ademfis, que aumenta en algunas sociedades
desarrolladas.
Creemos que la desigualdad es una de las mayores amenazas para la seguridad intemacional, por sus
repercusiones en la paz social y en las posibilidades de que todos avancemos hacia un desarrollo
inclusivo que termine con la exclusidn y la miseria, causas a su vez de resentimiento y violencia.
Debe ocupar un lugar central, entonces, entre los objetivos de desarrollo 2015. Creemos que el sistema
de Naciones Unidas debe procurar, ademfis, herramientas que permitan medir avances concretos en una
agenda universal contra la desigualdad.
Hoy en Chile existe una convicci6n colectiva sobre la necesidad del cambio, un cambio que apunta
precisamente a reducir sustantivamente la desigualdad.
No pretendemos refundar el pals. A1 contrario, reconocemos los grandes avances de las dltimas dÿcadas,
y tambidn los profundos cambios que ha experimentado nuestra sociedad en los tiltimos afios.
Sin embargo, el sentimiento ciudadano y la evolucidn politica nos indican que ha 11egado el momento de
dar pasos sustantivos a travÿs de reformas de fondo que nos den la base indispensable para avanzar hacia
un desarrollo mils inclusivo y mils justo.
Ya hemos aprobado una reforma tributaria para asegurar la sustentabilidad fiscal y los recursos
necesarios para llevar adelante una reforma educacional que asegure calidad, gratuidad y oportunidades
para todos. Chile no llegarfi al desarrollo con el lastre de la desigualdad. Eso lo sabemos todos. Y por
eso la reforma tributaria tuvo un apoyo transversal. Llegd la hora de la urgencia, y vamos a actuar en
consecuencia.
Tambiÿn queremos llevar adelante reformas politicas que profundicen la democracia y la legitimidad
institucional. Ya aprobamos la ley que permite el voto de los chilenos que residen en el exterior. Estfi
avanzada la reforma que modifica el sistema electoral, que evita las actuales distorsiones y motiva la
participacidn ciudadana porque ahora si que cada voto serfi significativo. Y queremos avanzar hacia una
nueva Constitucidn de raiz y contenidos plenamente democrfiticos.
Y lanzamos una agenda de productividad y crecimiento que impulse la economia y nos resitfie en el
camino hacia el pleno desarrollo, condicidn bfisica para reducir la desigualdad y aumentar las
oportunidades.
En definitiva, queremos relevar el derecho a tener derechos, el valor mils preciado de la democracia.
Sefior Presidente.
E1 cambio climfitico profundiza 1as desigualdades y multiplica las amenazas. Acmar sigue siendo un
imperativo colectivo.
Chile estfi convencido de que Am&ica Latina tiene un aporte fundamental que realizar en este debate. E1
cambio climfitico profundiza las desigualdades, porque afecta sobre todo a los mils vulnerables. Chile
incide marginalmente en el problema puesto que concentra s61o 0.25 % de las emisiones de carbono,
pero si sufre las consecuencias. Y por tanto queremos ser parte de la solucidn.
Asumimos voluntariamente el compromiso de reducir nuestras emisiones en 20 % de aqui al afio 2020.
Como Chile, varios otros paises latinoamericanos han asumido compromisos voluntarios similares.
Queremos proponer aqui que estos mecanismos estdn sometidos a algfin tipo de «accountability», lo que
facilitarÿi su cumplimiento y ayudarfi a constimir un modelo para los paises rezagados.
Esta Organizacidn debe asegurar la eficacia y coherencia del multilateralismo como un espacio
privilegiado para abordar los grandes temas globales de una manera inclusiva, construyendo regimenes
internacionales y promoviendo esquemas de cooperacidn en fireas prioritarias para nuestros pueblos.
Nuestro pais confia en el multilateralismo y creemos que participar en el sistema conlleva tanto derechos
como responsabilidades. Y porque queremos contribuir a la solucidn de los problemas globales,
integramos el Consejo de Seguridad, formamos parte del Consejo de Derechos Humanos, aspiramos a
ser miembro del ECOSOC y contribuimos a las operaciones de mantenimiento de la paz, incluyendo la
Misidn de Estabilizacidn de Naciones Unidas en Haiti (MINUSTAH). Este esfuerzo, que hemos
asumido junto a con numerosos paises de Amdrica Latina, es una accidn solidaria concreta para apoyar
la consolidacidn democrÿitica de un pais hermano.
Por lo mismo, creemos que es un imperativo politico fortalecer el multilateralismo en tres aspectos
fundamentales.
En primer lugar, el fortalecimiento de la capacidad de iniciativa del Secretario General. Es
indispensable, en el marco de las facultades contempladas en la Carta, seguir respaldando el liderazgo
politico del Secretario General para actuar de manera preventiva y responder a situaciones urgentes que
comprometen la dignidad de las personas, la paz y la seguridad intemacionales.
En segundo lugar, el trabajo en el terreno. La capacidad del Sistema para actuar en terreno es una
condicidn fundamental para que esta Organizacidn estd vinculada alas demandas y problemas reales de
la gente.
Como Directora de ONUMUJERES, tuve el privilegio de constatar las convicciones, la solidaridad y la
entrega con que el personal de Naciones Unidas contribuye a realizar los ideales, principios y mandatos
del Sistema. Sin este trabajo, las decisiones pollticas carecefian de sentido.
En tercer lugar, desarrollo y cooperaci6n. E1 proceso de constmcci6n de una agenda de desarrollo Post
2015 implica hacer esfuerzos renovados en materia de ayuda oficial al desarrollo yen la promocidn de
mecanismos innovadores de financiamiento, fomentando la asociacidn entre paises, organismos
intemacionales, sociedad civil y sector privado.
Chile estfi interesado en una mayor coordinacidn de iniciativas e instrumentos que faciliten la
cooperacidn Sur-Sur de los paises de renta media, buscando modalidades para hacer efectiva su
necesaria contribucidn.
Deseo destacar queen Chile hemos dictado normas legales para la apertura total de nuestra economia a
las importaciones procedentes de los 48 paises menos adelantados, libres de aranceles y cuotas.
Sefior Presidente:
Quiero concluir reiterando el compromiso irrevocable que ha inspirado a sucesivos gobiemos
democrfiticos de Chile respecto de la accidn de Naciones Unidas. Ella representa principios y valores
universales puesto que promueve la proteccidn, la dignidad y los derechos fundamentales de todas las
personas, asi como contribuye a la prevencidn de crisis, al diÿilogo, a la reconciliacidn y al manejo del
post-conflicto.
Nuestras convicciones y esfuerzos estarfin siempre orientados a reforzar la legitimidad de la accidn
colectiva para responder a las preocupaciones y demandas de la gente.
Creemos que si hay un esfuerzo efectivo y real de la comunidad intemacional, podremos enfrentar con
xito las crisis puntuales y, sobre todo, la obligacidn de construir un mundo que asegure una convivencia
pacifica y digna a todos sus habitantes.
Muchas gracias.
http://www.un.org/en/ga/69/meetings/gadebate/pdf/CL_es.pdf