Amplia presencia de América Latina y el Caribe en la última jornada
América Latina y el Caribe tienen hoy una amplia presencia en el cierre del debate de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, foro centrado en el desarrollo sostenible y su agenda post-2015.
De los 18 países que intervienen en la sexta jornada del esperado segmento, ocho pertenecen a la región, con discursos de representantes de Surinam, Belice, Barbados, Nicaragua, Bahamas, Santa Lucia, Ecuador y Paraguay, según el orden anunciado aquí.
También participan mandatarios de África (Eritrea, Cabo Verde, Benín y Mauricio), Asia (Omán, Bután y Maldivas), Oceanía (Papua Nueva Guinea e Islas Salomón) y Europa (Belarús).
En las fechas previas del debate general instalado el 24 de septiembre destacaron los llamados a priorizar el combate a la pobreza y el impulso a la inclusión social, así como a un mayor compromiso con el enfrentamiento al cambio climático.
La cuestión de los daños ambientales y la manera de enfocarlos evidenció las distanciadas posiciones del Norte industrializado y del Sur pobre, que demandó a los principales contaminadores responsabilidades comunes pero diferenciadas y el apoyo con recursos y transferencia tecnológica.
Si bien se produjeron en las anteriores jornadas menciones halagüeñas a los avances en el cumplimiento de los objetivos del milenio, que expiran el año próximo, no faltaron las críticas por la manera de elaborarlos y por los insuficientes avances, en un planeta con mil 200 millones de pobres, más de 800 millones de personas con hambre y 770 millones de analfabetos.
Además, abundaron las preocupaciones por el auge del terrorismo y el empeño de Estados Unidos y la OTAN en aplicar un doble rasero en la lucha contra el flagelo y el tratamiento a las crisis internacionales.
Los conflictos en Ucrania, Siria y el palestino-israelí ocuparon importantes espacios en las intervenciones de jefes de Estado y de Gobierno, con convocatorias a la salida pacífica, el fin del bloqueo a la Franja de Gaza y la incorporación de Palestina como un miembro pleno de la ONU.
Prácticamente ningún presidente, primer ministro o canciller dejó de referirse a la epidemia de ébola que ha dejado tres mil muertos en África occidental, y a la importancia de responder rápido y de manera coordinada a la emergencia que afecta a Guinea, Liberia y Sierra Leona.