Presidenta argentina acusa a los «buitres» de querer voltear al país y recibe apoyo de Brasil y Uruguay

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Encabezó un acto en la Casa de Gobierno en el que citó un discurso de Néstor Kirchner que advertía sobre la necesidad de poner un freno a los holdouts. «Queremos ser 100% responsables de la deuda de nuestros  acreedores», aseguró.

En uno de sus discursos más esperados del año, al pronunciarse en el primer día posterior al vencimiento del plazo para pagar un título de la deuda reestructurada –pago que la Argentina realizó pero que el juez Thomas Griesa decidió mantener bloqueado–, la presidenta anunció ayer que el Estado argentino «utilizará todos los instrumentos legales» con los que cuenta, según el Derecho local y de acuerdo a «los propios contratos firmados con el 92,4% de los bonistas» que aceptaron la reestructuración de 2010, para buscar una solución al conflicto. «Queremos ser 100% responsables de la deuda de nuestros acreedores en forma justa y sustentable. No nos negamos a pagarles. Les ofrecimos entrar al canje en las mismas condiciones, pero ellos (los fondos buitre NML Capital y Aurelius, que litigaron contra la Argentina en los tribunales de Nueva York) quieren la sentencia casi usuraria que les da un 1680% de rentabilidad», advirtió Cristina Fernández. Transmitida por cadena nacional, la exposición de la mandataria incluyó críticas al mediador Daniel Pollack y al propio Griesa, convocatorias a la dirigencia opositora para que en este tema actúe con responsabilidad y privilegiando el interés nacional por sobre las especulaciones partidarias, más un pedido de tranquilidad dirigido a todos los argentinos. «Somos un país viable, por eso nos quieren tumbar», diría sobre el final de su discurso.

Desde el Salón de las Mujeres Argentinas, con más de diez gobernadores sentados a su lado, más el acompañamiento de todo el Gabinete, la jefa de Estado esperó un largo rato para referirse al litigio que está omnipresente en la vida cotidiana del país. «Están esperando que hable de otra cosa. No los voy a defraudar», comentó con una leve sonrisa tras haber dedicado la primera parte del acto a presentar tres proyectos de ley destinados a reglamentar el artículo 42 de la Constitución (se propone crear un nuevo fuero judicial, dedicado a los derechos de los consumidores); a anunciar el segundo aumento jubilatorio del año (del 17,21%); y a refinanciar por tres meses las deudas con la Nación de 13 provincias que forman parte del Programa Federal de Desendeudamiento (ver página 14). Entonces, tras anunciar que se venía el tema de fondo –la controversia legal con los holdouts y el debate sobre el default inducido desde el juzgado del Segundo Circuito de Nueva York–, Cristina bajó la vista y comenzó a leer.

Lo que leyó era la versión taquigráfica de un discurso pronunciado por su esposo en la ciudad de San Nicolás, febrero de 2004. En aquel momento Néstor Kirchner comenzaba a encarar las tratativas con los tenedores de títulos para reestructurar la deuda defaulteada en el verano de 2001. Las palabras de Kirchner podían extrapolarse a 2014, la propia Cristina se encargó de marcar las coincidencias. «Se leen en estos días casi las mismas palabras. Se ve que él (por Kirchner) leía lo que estamos leyendo nosotros», reconoció. Diez años atrás, el entonces presidente había exhortado al mundo «a poner freno a los fondos buitre y a los bancos insaciables, que quieren lucrar con una Argentina quebrada y doliente.» Y, al dirigirse a sus compatriotas, Kirchner había convocado a los argentinos «a no caer en ningún tipo de división partidaria» para enfrentar la renegociación de la deuda. «Yo no sobreactúo ni hago verborragia», aclaró en aquel momento. Ayer, Cristina utilizó palabras muy parecidas.

«Yo no me siento épica. No me siento una estatua ecuestre, no me voy a subir a ningún caballo», aseguró. Luego relacionó esa aclaración, que contestaba a acusaciones de sectores opositores y ciertos medios, con el rol que intentaron jugar algunos banqueros agrupados en ADEBA. Esos nombres conocidos del sistema financiero asumieron un protagonismo inesperado, con la supuesta vocación de evitar el default. Cristina aludió a ellos al dedicarles algunas críticas. «En los últimos días algunos han aparecido como generosos y después, ya escucharon al ministro de Economía (Axel Kicillof, quien minutos antes había desechado la propuesta de ADEBA al asegurar que pretendían hacer un pago a los buitres con fondos de los ahorristas). Parecían San Martín, pero para ser San Martín tenés que tener el caballo, el birrete, el sable pero, por sobre todas las cosas, el coraje y la honestidad de decir cómo son las cosas», cuestionó la presidenta.Aparte de cuestionar la procedencia de esos fondos («depósitos de la gente», había dicho Kicillof), cualquier injerencia del Estado Nacional en la operación entre privados, se sabe, significaría la activación inmediata de la cláusula RUFO (RightsUponFutureOffers).

A lo largo de su exposición, la mandataria estuvo flanqueada por el propio Kicillof, el secretario de Justicia, Julián Álvarez; el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; y el secretario de Comercio, Augusto Costa. La jefa de Estado insistió varias veces con su llamado a la unidad nacional para enfrentar lo que probablemente pueda calificarse como el problema más complejo que enfrenta el país. «Argentinos, juntos. Estemos muy juntos. Después discutamos todo, desde el color, lo que quieran. Pero sobre esto (el litigio con los holdouts), que haya unidad monolítica con todos los argentinos. Porque, repito, es la salida para el futuro», subrayó. Cristina quiso dejar en claro su vocación por resolver el conflicto sin pretender beneficios personales. Recordó que le faltaban sólo 500 días de gobierno (y recordó, de paso, que Sergio Massa ordenó una pegatina de afiches con ese dato), dijo que en la renegociación de la deuda con el Club de París ella se preocupó para que no hubiera una carga de pagos muy pesada en el año 2017 y que eso beneficiará al próximo presidente. Lo mismo planteó con la búsqueda de autoabastecimiento energético a partir de YPF.

En su discurso tampoco faltaron detalles técnicos sobre las razones que impidieron un acuerdo de último momento con los fondos buitre. «Les ofrecimos entrar al canje en las mismas condiciones (que a los bonistas reestructurados). Axel les ofreció ingresar al canje, lo que significaría una ganancia en dólares casi del 300 por ciento. Esto no quiere decir que la Argentina no siga, y que no tenga vocación de diálogo. Negarse al diálogo, sea con quien sea, es un absurdo en el mundo contemporáneo. Pero también queremos defender nuestros derechos y los intereses del país. Queremos hacernos cargo del 100% de la deuda de nuestros acreedores, en forma justa, equitativa, legal y sustentable», relató Cristina, quien además advirtió que un acuerdo antes de la fecha límite no fue posible porque las alternativas planteadas por los abogados de NML y Aurelius no garantizaban que la cláusula RUFO permaneciera desactivada. «La cláusula RUFO no tiene respuesta. Las condiciones están escritas en los contratos, no las inventados nosotros», remarcó. Antes de despedirse e iniciar su ya clásica recorrida por los patios de la Casa Rosada, la presidenta envió otro mensaje a la oposición: «Que se queden tranquilos todos. No vamos a hacer nada que esté fuera de la ley, todo lo que hagamos va a estar sometido al Congreso de la Nación, como corresponde.»  «

Ban Ki-moon

El secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a que la comunidad internacional afronte como «cuestiones cruciales» el resultado del accionar de los fondos buitre, y esperó que lo dispuesto por Thomas Griesa tenga «el menor impacto posible».

 

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Griesa convocó a las partes para que vuelvan a reunirse hoy

El juez neoyorquino Thomas Griesa convocó a una reunión con la Argentina y los fondos buitre para definir la aplicación de su fallo luego de que se venciera el período de gracia y fracasaran las negociaciones entre las partes. Hasta el cierre de esta edición, en el Ministerio de Economía aseguraban que el país estará representado sólo por los abogados del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, sin la compañía de funcionarios de la cartera, quienes luego de la conferencia dada en el Palacio de Hacienda se dirigieron a la Casa Rosada a acompañar la cadena nacional de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (ver aparte). Se esperaba que existiera un diálogo entre el ministro Axel Kicillof y la jefa de Estado luego del acto, pero sin mayores cambios en la estrategia para hoy.
El encuentro judicial tendrá lugar desde las 12 horas (de la Argentina) en la sala 26 B del piso 26 de la corte distrital, ubicada en el 500 Pearl Street y su objetivo oficial, según sostuvo un funcionario del tribunal de Nueva York, será «discutir cómo las partes deberían proceder de aquí en adelante».
El país mantendrá el pedido de que el juez emita una medida cautelar (stay) que retrase la aplicación del fallo –es decir, los embargos que se cursarían por el default– para que continúen las negociaciones. Cabe recordar que el juez tiene en sus manos un pedido de stay de emergencia por parte de los eurobonistas, quienes creen que no hay razón para no aplicarlo y están dispuestos a aportar a las negociaciones renunciando al mayor obstáculo para llegar a un acuerdo: la cláusula Rights Upon Future Offers (RUFO), que no permite realizarles ofertas superadoras a los buitres sin disparar juicios de los acreedores del canje.
El ministro Kicillof fue determinante ayer durante su conferencia de prensa, y apuntó directamente al juez Griesa, responsabilizándolo de fallos injustos que nada tienen que ver con el real alcance de su tribunal, todo por actuar con la cancha inclinada a favor de los buitres. El magistrado en todas las audiencias se encargó de subrayar los dichos de los funcionarios en su contra –como si eso justificara sus decisiones y mostrara mala voluntad del país– por lo que es probable que avance en la misma dirección durante la reunión de hoy.

Paralelamente al encuentro en el tribunal de primera instancia, la Argentina también estará atenta a otro tribunal, la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, ya que elevó una apelación a la decisión de Griesa de retirar la excepción que existía sobre los bonos argentinos en dólares bajo ley local. En un principio el magistrado Griesa había escuchado al Citibank y había reconocido que no tenía jurisdicción sobre los mismos, pero luego ante el pedido de los holdouts dio pasos atrás y los puso como potenciales objetivos de embargos.

Además pidió que se dividan los bonos de esa especie que pertenecen a las reestructuraciones y aquellos que fueron emitidos después (como los del pago a Repsol) cosa que tanto la Argentina como el banco avisaron que es técnicamente imposible por las características de los contratos y el dinamismo del mercado.
Por su parte, el Bank of New York Mellon (BoNY) estará pendiente también en la reunión de mañana para saber cuáles serán los pasos a seguir por este luego de enviarles una carta a sus clientes (ver aparte) avisando que hasta que se pronuncie el juez no hará ningún movimiento que lo pueda mostrar como en desacato.

La entidad financiera se encuentra en un punto de máximo tensión, ya que a pesar de que ya avisó que cumplirá todo lo dicho por el tribunal de Nueva York, desde los tribunales de Bélgica e Inglaterra pueden llegar fallos que vayan en sentido contrario. Ocurre que los bonistas del canje saben que en esos países obtendrían fallos favorables a la idea de que se liberen los pagos que les corresponden, ya que su jurisprudencia libera a Euroclear y Clearstream (entidades financieras intermediarias) de la potencial presión de embargos. No es casualidad que ayer un grupo grande de economistas estadounidenses advirtiera sobre el golpe que puede generar el fallo de Griesa sobre la jurisdicción Nueva York, la que nadie querría usar sabiendo la seguridad que existe en Europa.

 

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Brasil y Uruguay mostraron su apoyo a la Argentina

El ministro de Economía de Brasil dijo que ‘el país está pagando sus deudas. Ya depositó cuotas a los acreedores’.

De manera previsible luego de los reiterados respaldos que manifestaron por la situación argentina, Uruguay y Brasil, los principales socios del país en la región, renovaron hoy el apoyo al Gobierno tras el fracaso de las negociaciones por la deuda impaga que derivó en lo que la calificadora Standard and Poor’s definió como un ‘default selectivo’.
El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, optó por sumarse a la evaluación que hizo Cristina Kirchner respecto al novedoso escenario que plantea el conflicto y consideró que la Argentina no está en default. ‘El país está pagando sus deudas. Ya depositó cuotas a los acreedores’, indicó.
‘Es una situación ‘sui generis’, excepcional, porque quien ahora está impidiendo el pago es un juez estadounidense. Ahora, yo todavía creo que hay margen de negociación’, añadió.
Para el ministro de Dilma Rousseff, ‘existen otras soluciones’. Entre ellas mencionó la posibilidad de ‘que alguna institución financiera compre los títulos a los ‘buitres’, aunque con valores menores’.
En cuanto a las consecuencias para la economía de su país, analizó que el efecto de la cesación parcial de pago es ‘nulo’ para Brasil: ‘El impacto sobre la economía de Brasil, en un primer momento, es nulo si afecta a otras reestructuraciones de deuda’.
‘No hay un impacto directo, porque estamos hablando de un segmento de mercado muy pequeño. Afecta sí a la cuestión de futuras reestructuraciones de deuda que vayan a realizarse en el mundo’, completó.
En tanto, el presidente José Mujica expresó su ‘solidaridad’ con la Argentina. ‘Siento mucho que no se pueda hacer algo. Esto se estuvo discutiendo bastante en el Mercosur y todo el mundo expresó su solidaridad, pero no se pudo hacer mucho más’, aseguró.
‘Acá se ve la importancia de este banco que están creando los BRICS. Hay necesidad de alternativas de carácter internacional para pedir plata. Ahora está por empezar el Banco del Sur también’, dijo.
Y sobre las implicancias de la falta de acuerdo, prefirió no arriesgar: ‘Hay teorías de todos los gustos’.

Mujica lamenta que MERCOSUR no haya podido hacer más por Argentina

El miércoles, y luego de horas de negociación en Estados Unidos, el gobierno argentino y los fondos especulativos o “buitres” no alcanzaron un acuerdo por el litigio sobre su deuda soberana, de este modo el país vecino entraría en lo que se denomina “default técnico”.

En ese marco, el mediador judicial, Daniel Pollack  dijo, a través de un comunicado de prensa, que“desafortunadamente no se llegó a un acuerdo con la República Argentina, que inminentemente estará en default”.

“El default no es solamente un tecnicismo. Es un evento real y doloroso que dañará a la gente”, expresó Pollack.

Sin embargo, el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, aseguró que “el dinero está ahí, evidentemente si era un default no estaría”.

En tanto, el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, acusó a Estados Unidos por el “fracaso de las gestiones en los tribunales de Nueva York”. Además informó que “Argentina irá a la Corte Internacional de La Haya y la Asamblea General de las Naciones Unidas para denunciar a los fondos buitre”.

Banco internacional

Por su parte, el presidente de la República, José Mujica, dijo que siente mucho que “no se pueda hacer algo más”.

“Esto se estuvo discutiendo bastante en el MERCOSUR y todo el mundo expresó su solidaridad, pero no se pudo hacer mucho más”, dijo Mujica en declaraciones a Búsqueda.

Asimismo, señaló la importancia del banco que crearán los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). “Hay necesidad de alternativas de carácter internacional para pedir plata. Ahora está por empezar el Banco del Sur”, resaltó Mujica.

http://www.lr21.com.uy/politica/1188556-mujica-lamenta-mercosur-argentina-default-fondos-buitre

CARTA DE MAS DE CIEN ECONOMISTAS DE PRESTIGIO INTERNACIONAL PARA LIMITAR A GRIESA-SINGER

La puja de la Argentina contra los fondos buitre generó un reclamo internacional para crear nuevos mecanismos legales que permitan proteger las reestructuraciones de deuda soberanas y evitar la arbitrariedad de un sistema judicial que logró avanzar sobre las decisiones de política económica de otro país. Este es el escenario que permite entender el contexto en el cual una serie de economistas como el Nobel adscripto a teorías neoclásicas Robert Solow, Branko Milanovic y Dani Rodrik escribieron una carta dirigida al Congreso de Estados Unidos instando a los legisladores a “actuar inmediatamente y buscar soluciones legislativas para mitigar el impacto nocivo de la decisión del tribunal” de Griesa. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mencionó este texto durante su discurso de ayer, y afirmó que le gustaría leer este tipo de argumentos en la prensa local y no en los periódicos extranjeros.

“La decisión de la Corte distrital, y especialmente el interdicto que está actualmente bloqueando a Argentina de realizar los pagos al 93 por ciento de sus bonistas extranjeros, podría causar un daño económico innecesario al sistema financiero internacional, así como a los intereses económicos de Estados Unidos y de la Argentina”, sostuvieron los economistas, acompañados de otras cien firmas.

Los países del Brics –Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica–, los de la Unasur, el Mercosur, las naciones que forman parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Grupo de los 77 se han pronunciado en contra del accionar de los fondos buitre en relación con el caso argentino, por el precedente que han sentado para las reestructuraciones de la deuda y, a su vez, comenzaron a demandar cambios en la legislación, ya sea a nivel local como supranacional.

“La decisión de la Corte de que la Argentina no puede continuar pagando a los bonistas reestructurados, excepto que primero pague a los demandantes, significa que cualquier holdout acreedor puede echar a perder todos los acuerdos existentes con los tenedores de bonos que optaron por negociar. Mientras que a individuos y corporaciones se les garantiza la protección de la ley de bancarrota, no existe tal mecanismo para los gobiernos soberanos”, escribieron los economistas Milanovic, Rodrik y Solow.

La visión de estos economistas, sumada a la del Premio Nobel Joseph Stiglitz (ver aparte), contrasta con la de los economistas locales. Si bien la mayoría ha cuestionado el accionar de los fondos buitre, enfatizaron más su crítica al gobierno nacional antes que considerar las implicancias globales de la puja que está llevando adelante el gobierno nacional. El ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen sostuvo durante un reportaje en Radio Nacional que los pronunciamientos de la OEA o los Brics no tenían importancia ni incidencia en la temática y que sólo podría generarse un cambio en el sistema financiero internacional dentro del FMI. Stiglitz, por su lado, y Milanovic, Rodrik, Solow y las otras cien firmas que enviaron su carta al Congreso norteamericano estarían considerando otros escenarios.

En la carta sostienen que los acontecimientos recientes en relación con el caso argentino también tendrán un impacto directo en Estados Unidos y su condición de “centro financiero de la economía mundial”. “Si bien gran parte de la deuda del mundo en desarrollo ha sido publicada bajo la jurisdicción de las leyes de Nueva York y la utilización de las instituciones financieras con sede en Nueva York, el fallo del tribunal (de Griesa) hará que sea más probable que los gobiernos soberanos busquen ubicaciones alternativas para la emisión de deuda. Gran Bretaña y Bélgica, por ejemplo, ya han aprobado una legislación destinada a prevenir este tipo de comportamiento de los acreedores holdouts”, aseveraron.

En su argumento está la pretensión de defender el statu quo de Estados Unidos como plaza financiera internacional. Es desde ese lugar que reclamaron cambios en el sistema jurídico de su país para evitar los abusos judiciales de la sentencia de Griesa, convalidada por la Cámara de Apelaciones y la Corte Suprema.

“La decisión del tribunal (de Griesa) obstaculizaría gravemente la capacidad de los acreedores y la de los deudores a concluir de manera ordenada una reestructuración, dejando que una crisis de deuda soberana ocurra. Esto podría tener un impacto significativamente negativo en el funcionamiento de los mercados financieros internacionales, como el FMI ha advertido en repetidas ocasiones”, indicaron Milanovic, Rodrik, Solow.

Lo que intentó dejar en claro este conjunto de economistas es que nada será igual en la arquitectura financiera internacional a partir del caso argentino, cualquiera sea su resolución.

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-252002-2014-08-01.html

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